Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos.
John Berger
Busco la verdad, la realidad; instantes sublimes fugacísimos de vida VIDA. Busco en el cine porno rostros masculinos en orgasmo. No hay mayor verdad que el rostro del clímax de un actor – lamentablemente cada vez menos; las nuevas tecnologías permiten
y, pese a ello,
El orgasmo masculino en la pornografía desmonta todas las teorías sobre la virtud mentirosa de la cámara: hay instantes, centésimas de segundo, en los que la cámara desaparece y contemplamos una verdad imposible a Stalisnavsky, al Grotowski teatral. Inalcanzable verdad para cualquier otro cine, y ya ni hablar de la vida real…
El miedo al orgasmo femenino fingido nos hizo maricones: buscábamos la verdad.