@madafaca19
Te la jugaste. Tienes que reconocerlo. Te la jugaste y te salió bien. Le salió bien sobre todo a #Pesesín, que ha sobrevivido. Lo dejaste en el portal, igual que la vecina de mi madre deja sus plantas para que se las rieguen los vecinos.
Era fácil que acabase muriendo pronto por un exceso de comida. Y no, esas muertes frecuentes en los peces que se tienen como mascotas no se producen porque el pez reviente de tanto comer como muchos creen. Ni mucho menos. El problema es que no comen todo, los restos se quedan en el fondo y el agua se estropea rápidamente.
La cuestión es que se libró. Igual que se ha librado de caer con los cambios de agua que le han hecho algunos vecinos, que espero que supieran que hay que tratar el agua para que no tenga cloro. Si fueron más bienintencionados que informados, lo mismo su delicado cuerpo ha quedado dañado por ello y no lo sabemos. Es indetectable hasta que mueren.
Tienes que reconocer también que el agua no se ve precisamente cristalina en alguna de las fotos que se han compartido en redes sociales.
Un comedero automático programable, un inventazo.
Para el futuro te recomiendo otra solución: un alimentador automático para acuarios. Los hay de muchos tipos y precios, las pilas les duran un montón, y te puedes ir de vacaciones tan tranquila sabiendo que está alimentado con la cantidad y frecuencia idónea. Los puedes encontrar desde siete euros. Los míos no son mucho más caros y permiten incluso que les suelte muy poquita comida varias veces al día que es lo más sano para los peces, lo más cercano a su forma natural de alimentarse. De hecho me consta que ya alguna empresa se ha ofrecido a regalártelo. Yo que tú lo aceptaba.
Vale que lo tuyo ha sido una solución más imaginativa. Y ha hecho gracia a mucha gente. A mí también, hasta que me pongo en el lugar del pobre pez. Me hubiera gustado saber si hubiera habido tantas risas (incluso de la @Policía) si se tratase de un perro o un gato. Pero, claro, los peces son mascotas de segunda fila. ¿No? (eso va más por la Policía que por ti).
En fin. Hubo suerte y sobrevivió. Hagamos borrón y cuenta nueva. Y crucemos los dedos para que no empiece a ser tendencia.
En realidad, por lo que te escribo, es porque sigo preocupada por Pesesín. Lo tienes en un acuario en el que va a acabar muriendo. Por si acaso en el interior de tu piso no le espera uno mejor (si es así, perdona), te cuento y así se enteran otros que quieran tener peces así de mascota: los peces de agua fría como él necesitan, si quieren llegar a adultos y seguir nadando, al menos cuarenta litros por cabeza. Ahí no los hay ni de lejos. Y un buen sistema de filtrado. Porque tienen un tránsito intestinal la mar de saludable, ya me entiendes, y no es nada recomendable que naden en su propia caca como te podrás imaginar. Por lo mismo, y por más motivos, las plantas naturales son más que recomendables. De buen rollo te lo digo.
Mira, te dejo algunos enlaces. En la web especializada ElGoldFish tienes los diez errores más comunes con estos peces. El ciclo del agua es algo que todo aquel que quiera tener peces debe conocer, por muy rollo que suene al principio leer sobre nitritos, nitratos, ciclados, bacterias beneficiosas y demás.
Y si te animas a buscar un acuario mejor, más grande, con un filtrado potente, no te emociones buscándole compañía. La sobrepoblación de los acuarios, el hacer ensaladas de peces incompatibles, suele ser otra de las causas de exterminios masivos de peces ornamentales.
Hace ya casi cuatro añitos que escribí aquí un post sobre el animalismo aplicado a la acuariofilia. Lo mismo también te viene bien echarle un ojo. Sé que la acuariofilia no está bien vista en muchos sectores conservacionistas y proteccionistas, y con razón, por el expolio en los hábitats originarios, la introducción de especies invasoras y el poco respeto a la vida de los animales a los que se trata como ornamentos más que como a seres vivos. Es cierto, eso pasa mucho, pero yo, que llevo desde muy niña mojándome por mis peces, creo que también se puede disfrutar y aprender con los acuarios desde el respeto a la vida de estos preciosos seres.
En aquella serie de consejos que publiqué terminaba diciendo: «Por último y fuera ya del decálogo: nunca, jamás, bajo ningún concepto, mantengáis los populares peces rojos de toda la vida en peceras, por grandes que os parezcan los recipientes. Ese tipo de peces necesitan muchos litros de agua y están condenados a convertirse en cadáveres antes o (poco) después».
Estás a tiempo de darle un buen futuro al pez más famoso de España.
Arriba, algunos de los pesesines que he tenido a lo largo de los años.
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