Los premios Emmy son los más relevantes de la industria televisiva. Durante los últimos 18 años han galardonado alguno de los dramas más exitosos, que han conseguido emocionarnos con sus apasionantes historias, personajes inolvidables y fantásticas producciones. Echemos un vistazo a lo que ha sido un periodo de fabulosa televisión y hagamos memoria de qué ficciones obtuvieron el premio a mejor drama desde el año 2000 hasta la actualidad.
‘El ala oeste de la Casa Blanca’ (The West Wing) / Emmys en 2000, 2001, 2002, 2003
La mítica serie de Aaron Sorkin consiguió lo que solo ha igualado hasta el momento Mad Men: obtener cuatro Emmys a mejor drama de forma consecutiva. La historia del mandato del presidente Josiah Bartlet (Martin Sheen) y su idealista visión de la realidad es una de las ficciones más aclamadas por la crítica que ha dado la televisión en la última década.
‘Los Soprano’ (The Sopranos) / Emmys en 2004 y 2007
En 2004, más o menos a mitad de su andadura —la serie se estrenó en 1999 y terminó en 2007—, las visitas al psicólogo de Tony Soprano, la ultraviolencia y un humor negrísimo, por no hablar de su magistral banda sonora, dieron su fruto lograron el preciado premio a mejor drama. Volvió a repetir en 2007 y se convirtió en una de las series más aclamadas de la historia de la televisión.
‘Perdidos’ (Lost) / Emmy en 2005
2005 fue el año de la locura lostiana. La fiebre que envolvía la isla más famosa del mundo, con sus supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines Sydney – Los Ángeles y el misterio del humo negro hizo que Lost recogiese el merecido premio a mejor drama. Para muchos, este año fue el inicio de la revolución seriéfila.
24 / Emmy en 2006
Adrenalina, un novedoso formato de 24 horas por episodio y un protagonista carismático, Kiefer Sutherland en el papel del agente Jack Bauer de la Unidad Contra Terrorista, consiguió que esta serie, de gran éxito entre la audiencia, obtuviese la alada estatuilla. Los fans de las series dramáticas de acción no pudieron más que congratularse con la decisión.
Mad Men / Emmys en 2008, 2009, 2010, 2011
Los locos publicistas, capitaneados por Matthew Weiner, reinaron del 2008 al 2011 de manera consecutiva, logro solo igualado por ‘El ala oeste de la Casa Blanca‘. Un ritmo desconcertante para los estándares de la época, una historia donde la estética y la sutilidad narrativa se conjugaron de forma portentosa y unas interpretaciones memorables hicieron que Mad Men se convirtiese en una de las joyas de la edad dorada de la televisión.
Homeland / Emmy en 2012
En 2012 no se hablaba de otra cosa que no fuera el misterio del marine Brodi. ¿Terrorista o patriota? La agente de la CIA Carrie Mathison tendría que descubrirlo. Como obstáculo, una tórrida historia de amor entre ellos. Por supuesto, Homeland nos atrapó y se llevó el gato al agua. No lo volvió a conseguir aunque sus últimas temporadas hayan sido fantásticas.
Breaking Bad / Emmys en 2013, 2014
La apasionante historia del descenso a los infiernos de Walter White ganó dos años consecutivos el Emmy a mejor drama, incluyendo el de su despedida. El galardón remató una de las obras cumbre de la televisión: tan carismática visualmente como emocionante. Un icono pop y un fenómeno global.
‘Juego de Tronos’ (Game of Thrones) / Emmys en 2015, 2016, 2018
Ya nos hemos olvidado, pero aquí estoy para recordaros que, al principio, nadie daba nada por ella. ¿Una serie de fantasía? ‘Juego de tronos’ no solo ha obtenido tres años el galardón más prestigioso de la televisión, sino que ha eliminado un estigma muy esnob: el de que la fantasía no puede ser gran televisión (y gran literatura de paso). Además, sabemos que logrará el cuarto. Si no es en 2019 (por el estreno tardío) será en 2020. Pero los dragones se subirán al podio de las más premiadas junto con ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ y Mad Men.
‘El cuento de la criada’ (The Handmaid’s Tale) / Emmy en 2017
Personalmente creo que, si no hubiera sido porque ‘Juego de tronos’ no se presentó ese año debido al estreno en verano, ‘El cuento de la criada’ no habría obtenido el galardón. Y no porque no tuviese mérito. Además, la serie inspirada en la novela de Margaret Atwood fue un puñetazo feminista que impulsó, todavía más si cabe, el imprescindible movimiento feminista.