Es innegable. Una de las razones principales por la que no podemos dejar de ver Outlander es la explosiva química sexual entre Claire y Jamie. Son fuego y transmiten fuego.
Ella con sus camisones / ropajes de época que se deslizan sobre su hombro desnudo. Él mostrando sus enormes pectorales y la espalda de dios escocés llena de cicatrices.
Outlander, como buena serie de Starz, sabe que el sexo vende y no tiene reparos en explotarlo.
Sobre sexo se asentó la primera temporada: el enamoramiento y atracción física entre Jamie y Claire fue lo más notorio (esa limpieza de heridas), junto con otra atracción, en este caso sórdida y perversa, la de Jack Randall por Jamie, sobre la que construyeron las heridas emocionales de nuestro pelirrojo preferido.
Aparte de la impresionante sexualidad y belleza de sus protagonistas que, además, se profesan un amor de cuento de hadas, Outlander ha sabido construir un entretenido relato de aventuras y viajes en el tiempo, que funciona a la perfección como vacíacocos.
Outlander no es una serie magistral ni falta que le hace. Es una ficción ligera, con notas de acción, aventuras y sexo, que sirve para desconectar tras una dura jornada de trabajo o cuando tenemos ganas de olvidarnos del mundo.
En su día vi la primera y mitad de la segunda temporada, y la abandoné por resultarme insípida la trama francesa.
Sin embargo, este verano falleció mi madre y retomarla me ha ayudado a sobrellevar la tristeza y a relajarme cuando era imposible ver nada que me removiera emocionalmente.
Los vacíacocos, como muchas veces he explicado, son tan importantes como los dramas de calibre, porque no siempre nuestro humor ni las vicisitudes de la vida nos permiten asumir más sufrimiento.
El próximo 4 de noviembre se estrena la cuarta temporada, que se basará en el cuarto libro, ‘Tambores de otoño’, de Diana Gabaldón.
La puesta en marcha de una nueva vida en la colonia de Carolina del Norte, la presencia amenazante del gobernador Tryon o la revolución cervecera de América constituirán parte del argumento.
También habrá una trama donde la violencia sexual haga acto de presencia, basada en una escena muy polémica del libro.
Asimismo, según han comentado los productores, se profundizará en el personaje de Claire y en el valor de construir una nueva existencia.
Y, por supuesto, seguirá sin pasar el tiempo por ellos excepto por unas (pocas) canas en el pelo de la cirujana inglesa.
¿Tenéis ganas de #outlandear?
Yo a tope.
La historia no tiene ni pies ni cabeza. Al principio empecé a verla porque todo el mundo hablaba de ella, pero llegó un momento en el que no podía quitármela de la cabeza.Esperé con mucha impaciencia la segunda temporada. Menuda decepción!!! Ni siquiera hay escenas de sexo! Sin eso, la trama es de lo más absurda, sosa y aburrida. Aún así reconozco que vi la segunda y tercera temporadas enteras. Así que ahora ya me da igual la cuarta, quinta o decimonovena… me quedo con la primera que el resto me sobran.
Por cierto, yo también utilizo Netflix (HBO, Amazon Prime…)como medicamento «vacíacocos» como tú dices. Va muy bien cuando quieres que tu cabeza deje de dar vueltas.
26 octubre 2018 | 09:55
Esta serie es un quiero y no puedo. Empezó siendo innovadora y ha terminado siendo una más, aburrida y pesada. De trama muy lenta.
26 octubre 2018 | 12:27
Él tiene espaldas de Dios ESCOCÉS!!!!!!!!!!!!!! que me duelen los ojos!!
Y sí ha perdido un poco el toque la serie, ojalá vuelva algo de gracia en esta que se estrena en breves
26 octubre 2018 | 13:35
Los primeros pasos de la serie sobresaliente
26 octubre 2018 | 21:32
A la autora del artículo….. lee esto, por favor….
https://elblogdelasseriesamericanas.blogspot.com/2018/10/vamos-decirlo-otra-vez-outlander-es.html?showComment=1540649628994&m=1#c2423571315686051115
27 octubre 2018 | 16:16
Que exagerados, cuantos polvos hay en la tercera temporada? cuatro? Demasiado poco para decir que la serie se basa en el sexo que también esta presente en muchas otras producciones como Juego de Tronos o Vikingos.
27 octubre 2018 | 16:17