Parece que Netflix tenga una maldición con las series que más promociona. Ya sucedió con la fallida Altered Carbon y ha vuelto a pasar con Maniac, la miniserie dirigida por Cary Fukunaga y protagonizada por Emma Stone que ha copado marquesinas y anuncios de transporte público.
No seré yo quien critique que una serie intente ser original pero, al mismo tiempo, debe tener una historia central con garra, y hacer que nos interesen los conflictos de los protagonistas. Y Maniac no la tiene.
Su estructura es la de un puzzle deslavazado, una concatenación de historias que remedan las ensoñaciones mentales.
Estas historias podrían haber sido una fabulosa oportunidad para ahondar en los dilemas de los protagonistas mediante un formato que se apartase de lo convencional. Pero, salvo contadas excepciones, resultan lentas, sin gracia y demasiado surrealistas, lastrando el conjunto final.
Sin embargo, Maniac no carece de atractivos que, en un primer momento, atrapan nuestra atención. La estética años 80-futurística, donde la publicidad lo domina todo, está muy lograda (aunque ya lo hemos visto anteriormente). No puedes apartar la vista de los botones parpadeantes, los monos, las instalaciones con aire ruso.
Y es un placer ver algunas escenas y secuencias fugaces excelentes, como la que narra el viaje de Annie Landsberg y su hermana o la hilarante relación sexual virtual protagonizada por Justin Octopussy Theroux, uno de mis momentos favoritos.
Destellos brillantes que hacen que duela más la sensación de no tener ganas de ver el siguiente episodio ni interesarse por la deriva de los protagonistas.
Podría decirse que Maniac es notable en sus detalles —estéticos, interpretativos—, pero el resultado global es demasiado alucinado, carece de ritmo y, según se desarrollan los episodios, lo único que tenemos en mente es el deseo de que acabe.
Sin duda, una de las decepciones del año.
Hay series (MEJORES) que no han estrenado a pesar de tenerlas traducidas y emiten esta bazofia, yo conseguí ver casi seis episodios, los cinco últimos a duras penas, no sé como se les ocurre rodar series así, esto tenía que bajar el caché de los actores, Maniac es una serie que NUNCA recomendaria NUNCA.
17 octubre 2018 | 09:59
No pude terminar de ver el primer capítulo. Es mala, sin más.
17 octubre 2018 | 10:58
Pues a mi me ha encantado, es como ver una película de 5 horas. No hay continuación, no es una serie, es una miniserie. Empieza y termina. Para eso no hay que darle mucha mas profundidad a los personajes, solo crear una situación surrealista que te mantenga entretenido durante algunas horas, y lo cumple con creces.
Algunos capítulos pasarán a la historia por su surrealismo al mas puro estilo Twin Peaks, no se hace cansina en ningún momento, ya que cada capitulo es una situación diferente y los personajes no saben nada del mundo que les rodea o donde encajarán durante los próximos 30 minutos.
No se que esperabais, a mi me ha parecido sublime.
17 octubre 2018 | 19:47
Pues la verdad es que a mi también me ha encantado. Y mencionas Altered Carbon como otro fracaso… a mi también me pareció genial. Es lo que pasa con todo lo que sea mínimamente artístico, que entra dentro de lo subjetivo… Yo vi Maniac en dos tardes (y porque tenía que trabajar). La serie está centrada en 3 personajes, simplemente, y es en los que profundiza.
17 octubre 2018 | 22:55
Y mencionas Altered Carbon como otro fracaso… a mi también me pareció genial.
18 octubre 2018 | 04:38
Creo que he visto 3 capítulos y la he dejado. No me engancha. Una migo me ha comentado que va por la segunda temporada y todavía no sabe por qué la ve. Pues con este comentario me acabó de convencer. Con la de series geniales que hay no voy a perder tiempo con una que no me entero qué me está contando.
Altered Carbon me gustó, pero entiendo que resultara un fracaso. A veces se dispersa un poco pero sigue una linea. Maniac ni eso.
26 octubre 2018 | 10:15