Siempre comento con los amigos que la historia reciente de nuestro país da para hacer un millón de series interesantes y solo falta el valor para contar relatos que vayan más allá de desayunos familiares o retratos de época edulcorados.
Así que solo puedo aplaudir la decisión de efectuar una serie de televisión sobre el narcotráfico gallego en los 80, una apasionante narración que refleja el entramado de corrupción en España y sus ramificaciones políticas y socioeconómicas.
El arranque de Fariña, que Bambú ha adaptado de la secuestradísima novela de Nacho Carretero y que Atresmedia ha estrenado a toda prisa para aprovechar el tirón mediático, es notable.
La ambientación de la época, con la crisis y la dura vida de los marineros gallegos; el contrabando de tabaco en un momento donde el cigarrillo era una prolongación de los labios, y la connivencia de las fuerzas del orden son un punto de partida efectivo para construir una historia de ambición personal: la de Sito Miñanco (Javier Rey), un conocido contrabandista y narcotraficante español.
El enfrentamiento con los clanes locales, la constatación de que la introducción de otras drogas como el hachís puede ser más rentable, la conexión colombiana pero, sobre todo, la glorificación de lo delictivo —el montaje musical mientras cargan las cajas de tabaco en las lanchas, la acumulación de fajos de billetes, las parrandas y la chulería de aparentar ser alguien—, recuerda sin ambages a Narcos que, a su vez, hizo suya la estructura de relato de Casino de Scorsese.
Pese o, quizás gracias, a las evidentes similitudes, la serie es dinámica, extremadamente entretenida y posee algunas interpretaciones sobresalientes como la de Manuel Lourenzo (Terito) o Antonio Durán Morris (Manuel Charlín).
La confrontación entre los viejos y los nuevos tiempos, el retrato de los caracteres —donde encontramos caras conocidas de la vida pública y criminal como Laureano Oubiña o el juez Garzón, encargado del Caso Nécora—, y una historia de ascensión al poder con ese toque carpe diem de nadar entre billetes configuran un excelente inicio para una serie que, por fin, puede abrir la veda a temas que este país necesita tratar.
Aunque parecía que el estreno se iba a demorar, el éxito de audiencia ha hecho posible que el próximo miércoles podamos seguir viendo la serie. Estamos de enhorabuena.
Mis Puntuaciones
Ya sabéis que he escrito un par de libros que esperan ansiosos que les echéis un ojo. Las series de mi vida, donde hablo de ficciones como The Wire, Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad y otras joyas que quizás queráis descubrir.
Visto el segundo episodio, solo puedo decir que mejora con creces al primero, ansioso estoy por que llegue el siguiente episodio. La serie lo borda todo desde la escenografía, el guión, los actores, hasta la banda sonora con grupos punk gallegos de los 80, todo es un acierto. Y lo mejor de todo es una serie española sin ni un solo «deje» típico. Si no afloja en los próximos 8 episodios ni la alargan innecesariamente, podemos estar ante una de las mejores si no la mejor serie producida en España.
12 marzo 2018 | 09:31
Hola Rock, completamente de acuerdo. El montaje musical es magnífico, le da un toque genial, trepidante. Y es otro día comentaba en Twitter que está muy bien escrita. Ni un diálogo que suene falso o acartonado. Como dices, si sigue así va a ser un magnífico estreno.
14 marzo 2018 | 13:13