El último artículo de Félix Romeo (1968-2011) fue sobre Afganistán, las mujeres afganas y la libertad.

Este sábado, 21 de agosto, se estrena en homenaje a Félix la Biblioteca Sumergida de Lechago (Teruel). Una hormigonera hermética tuneada por José Azul y llena de libros de sus amigos y admiradores.

En esta crónica de Heraldo de Aragón está la foto de la hormigonera-biblioteca tal como será sumergida con 130 libros dentro.

Esta frase del artículo enlazado en la que Félix condensa el asunto de Afganistán:

«No se trata de dos mundos, uno de los cuales, democrático, trata de intervenir en el otro, dictatorial, para forzar su voluntad soberana, sino que se trata de entender el mundo como un único mundo: el de los seres humanos que gozan de los mismos derechos, de las mismas libertades y de las mismas garantías.»

En la semana de homenaje a Félix, su último artículo publicado confluye con la vuelta de los talibanes.

He publicado en Letras Libres el texto Félix andando sobre las aguas.

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Félix Romeo saliendo de la cárcel de Torrero, por Fernando Trueba (1995)

Félix estuvo en la cárcel por negarse a hacer la mili.

El Estado español no sabe cuántos directivos tiene chupando de sí en empresas públicas y organismos varios, aunque a veces lo intenta, sin demasiado interés.

La economía sumergida empieza por el propio estado, que no sepan tus manos derechas lo que enchufan las izquierdas, etc.

Quizá porque son todos familias y amigos de amigos, del partido, etc. Allegados de diversos gobs que han ido esquilmando la credibilidad y los recursos del país. El duopolio expandido psoepp se ha encamado en el chollo público y la info no circula.

En tiempos de aparente transparencia algunos o muchos de estos organismos fantasmales no facilitan datos.

Si hay que arrancarlos con tenazas es que la corrupción estructural (sic) es endémica (shock) y el estado prefiere no saber cuántos enchufados mantiene desde Recesvinto.

Las genealogías se han adaptado a la democracia ideal y han encontrado y creado cados para casi todos sus vástagos. El Senado no es suficiente. De cada directivo camuflado deben de colgar decenas o cientos de allegados, densas clientelas del caciquismo oligárquico classic. ¿Qué hacen? ¿Cuántos hay? ¿Cuánto cobran? ¿Cómo saberlo?

Estaría bien tener la lista actualizada en alguna parte, pero es imposible. Porque los que deberían hacer esa lista están ocupados colocando a sus respectivos clientes, amigos, etc.

Es similar a lo de las eléctricas, procesos oscuros, esoterismos impenetrables que se han ido afantasmando con las décadas.

Lo que ocurrirá es lo que ha ocurrido siempre: para medir esta ineficiencias nepotímicas se creará una oficina que, a su vez, será ocupada por oscuros organigramas de enchufados tan opacos o más que aquellos a los que tratan en teoría de controlar. Doble opacidad kafkiana impenetrable.

O quizá esa oficina ya existe, ¿cómo saberlo?

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Talibanes

«Julio de 2021 fue oficialmente el mes más caluroso que jamás hayan registrado los humanos.» The Verge

El gob podría promulgar mañana mismo un decreto ley con un artículo y dos líneas de texto que dijeran, por ejemplo:

Cualquier persona que haya desempeñado un cargo público de subsecretario de estado para arriba no podrá trabajar para las compañías energéticas (añádanse las que proceda) en toda su vida.

Desde hoy en delante.

Y con efectos retroactivos, desde el año 1977 (póngase la fecha que proceda).

Y con eso ya empezarían a bajar los precios de la luz.

Solo con lo que se ahorrarían este mes las empresas en sueldos de exministros, expresidentes, exsecretarios, ex de ex de ex ya podrían rebajar bastante el recibo. Rebaja que quizá se podrían incluir en el mismo decreto, o en otro ad hoc.

Puesto que no podrían cobrar de esas voraces compañías de servicios esenciales los políticos no tendrían la presión de gobernar para ellas y, tal vez en un momento de hastío existencial, optarían por gobernar para la ciudadanía en general.

Es posible que esta situación no la pudiera soportar un sistema tan corrupto que depende del método de los amigotes para sobrevivir.

Al menos esa medida conseguiría lavar, dentro de lo posible (que es poco, pero por algo se empieza) la penosa imagen de los políticos.

Pero claro, eso no lo peden hacer. Porque entonces, ¿de qué iban a vivir cuando se les acabe el jubileo, el chollo público, el Senado y los cientos de organismos parásitos que los cobijan a ellos y sus innumerables sucesores, herederos, allegados…?

De hecho, el gob podría sugerir que se decretillo imposible se tramitara como una auténtica ley orgánica, incluso que se incluyera en una reformilla express de la Constitución, como se hizo con la Deuda en el Crack anterior a instancias de los acreedores.

Eso retrataría al pp y a los otros grupos chupasangres.

Se podría extender la norma a todas las empresas susceptibles de relacionarse con lo público y presuntamente de extorsionar a la ciudadanía con la connvicencia de los sucesivos hipotéticos gobs. Se podría llamar Ley de las Puertas Giratorias.

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