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El big data del alma

Veranillo covídeo 2: viviendo opíparamente del futuro

Veranillo covídeo todo a crédito, ahora el fútbol.

El moñaco ideal estiválico tiene dos o más caras, bivalvo o bifaz (rebis), cual Jano bifronte, para atender a las diversas fluctuaciones de los mercados y las vidas dispersas, escindiéndose, etceterizando.

Comen polos de fresa y limón, van azules por el parque (Gurruchaga, paleozoico hispano)

Dinosaurios inéditos en Galve (Teruel), Dinópolis:

la visita a Dinópolis tiene el alicientísimo de poder ver el aeropuerto infinito de Teruel, donde los aviones no alcanzan la vista,

dinosaurios y aviones, Teruel, Motorland.

Veranillo covídeo player(o) con helados recién descubiertos tóxicos décadas disfrutando de la muertte

El microplástico que nos une: es lo que nos hace humanos.

Si por algún método esotérico nos quitaran todo el plástico del cuerpo no sabríamos qué hacer

El precio del agua del grifo tiende a infinito, ha salido estudio, horror, aprovechando que la luz se lleva todos los merecidos palos y la fama, el agua aprieta ¡y ahoga!

A veces

casi mejor ahogarse enseguida

que ver el recibo

revoloteando como faisanes de la petit mort

 

Helados tóxicos, recibos incalculables, mascarillas permanentadas y teñidas

El veranillo covídeo del año 2 del pandemonium, el célebre ultramundi llegado quizá de Wuhan

que ahorra se vuelve a infectar un poco. Nuevas variantes van y vienen a gran velocidad el mundo ha recuperado aquella avidez de volar ir a sitios cuanto más lejanos mejor mientras el CC exige quedarse en casa a la fresca sin mover un músculo estocásticamente (estoicidad del azar) y los trillonarios saltan al espacio semicurado.

Veranillo covídeo /2

Bcn se ha quedado sin Messi y viceversa entre la veloz indiferencia genérica que asiste a la reventa a futuro (40 años) de un trozo de la liga de fútbol esp, mera rutina opípara, igual que todo lo demás el fútbol ha de vivir del futuro…

 

 

 

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