Por Victorio Martínez
Las personas por naturaleza no somos iguales. Hasta ahí bien. Pero a partir de ahí, según el Gobierno de turno y las políticas que desarrolla, vienen los problemas y las desigualdades.
Qué casualidad que siempre perdemos los mismos: el 99% de la sociedad. ¿Cómo es posible que el 1% dominen al resto de la ciudadanía? Pienso que la culpa es nuestra, del 99%. No actuamos cuando nos quitan lo nuestro. Tampoco hacemos nada cuando recortan nuestros derechos que tanto esfuerzo y lágrimas nos han costado. Miramos el fútbol, ¡ojo!
Por eso las élites nos quitan lo nuestro y nos obligan a cumplir so pena de sanción o cárcel lo que ellos incumplen todos los días. Saben que no tienen razón pero su billetera se llena de nuestro dinero. Durante esta crisis provocada, que se inició en aquel verano de 2007. Desde entonces nosotros somos más pobres y ellos, los poderosos, más ricos. A partir de aquí aumentan las desigualdades entre los pueblos y en los pueblos entre los ciudadanos.
No se puede permitir que haya menores pasando hambre y mayores sufriendo necesidades. Es inhumano que se gaste en un retrato de un político más de 100.000 euros, en fanfarrias religiosas y otras inutilidades de alta alcurnia política y que haya niños que no tengan para comer o personas mayores que tengan que dejar de tomar medicamentos que necesitan para vivir. Esto son desigualdades. Que paguemos impuestos y ellos defrauden también son desigualdades.
Es urgente actuar para evitar y prevenir las necesidades en la parte más débil de la población: niños, mayores y personas con discapacidad. La escasez aumenta en la mayoría de la población por culpa de los recortes del Gobierno de Rajoy y por la falta de unas medidas de prevención. Seguimos siendo desiguales por naturaleza, con muchas desigualdades por inhumanidad política.