Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘valores’

Crónica de una opositora: «Menos teoría y más práctica»

Por Rosa Ortiz

Querido teléfono de la Consejería:

Ya que tus jefes no contestan, te voy a soltar el rollo a ti. Lo siento, chaval, te ha tocado. Seguro que tú también llevas un buen mosqueo porque no paras de sonar y no te hacen ni caso. Así que vamos a compartir frustraciones (¿los teléfonos bebéis cerveza?). Seguro que habrás oído hablar muchas veces de la inclusión, la igualdad de oportunidades, que todos tenemos los mismos derechos y bla bla bla. Todo muy bonito y esperanzador ¿verdad? Es lo que queremos todos. Por ello, teléfono mío, los aspirantes a querer ejercer mediante esos valores nuestro deseado papel en la docencia, tenemos que llevar a cabo las oposiciones. ¿Qué son las oposiciones? Unas pruebas que exigen una preparación constante y larga incluyendo unas serie de exámenes que piden todo tu ser volcado en ellas… incluso tu estado de ánimo y principios. Todo influye y no siempre se consigue a la primera, obviamente. Y cada uno/a debe decirse así mismo/a si lo ha dado todo o no para alcanzar su meta.

Yo creo en esos valores, pido que mis derechos de igualdad de oportunidades e inclusión sean cumplidos y espero que sea así.

Rosa Ortiz.

Rosa Ortiz.

Pues bien, colega inalámbrico o fijo…,una cosa es no aprobarlas por razones solo tuyas. Pero otra cosa es, que esos valores que tanto remarcan los de arriba (y en los 25 temas + la normativa), no se cumplan y no te aporten los medios de adaptación (mobiliario) necesarios.

Eso ocurrió aunque yo los solicitara y encima los responsables de la oposición me dijeron que no sabían qué hacer conmigo justo cuando iba a examinarme (justo al entrar en el aula… no una hora antes). Iban muy perdidos (taburete encima de la silla…para que te hagas una idea). Resultado, un dolor físico y emocional que me impidió darlo todo en esa primera parte… y no pude continuar con el resto.

Entonces ¿para qué tanto papeleo pidiéndolas y que te contesten que las vas a tener? Seguro que te estás preguntando lo que muchos me han preguntado ya…»¿por qué no te quejaste en ese momento?» Porque es la segunda vez que me lo hacen y te entra una rabia y una sensación de discriminación y exclusión enorme. Y eso me bloqueó, junto con los nervios y la clase llena de gente esperando a examinarse. ¿Entiendes mi queja? Examinarse de Pedagogía Terapéutica, estar en la lista de discapacitados y que no te pongan los medios prometidos suena a mal chiste… una ironía cruel.

Y ese mismo día les redacté y entregué una reclamación por escrito… que se habrá reencarnado en una pelota o en un avión de papel, vista su nula respuesta.

No esperaba que me repitieran la prueba…pasaba de ilusionarme y admito que sólo deseaba pasar de todo para dejara de escocer. Pero esto no podía quedar así.

Por ello, esperaba que tus «amigos» me contestaran y me aseguraran que no va a pasar otra vez o que podía hacer o una mera disculpa…jajaja. Nada de nada.

Pero oye, de lo perdido se saca lo que se puede. Aunque todavía escuece el guantazo, ahora sé que no puedo esperar nada de ellos y que me tocará ser una mosca cojonera que se asegura, con antelación, que se van a cumplir sus derechos. Y que hay que buscarse todo el apoyo necesario…vamos un ejército en este caso.

Así que, menos Conejo Blanco (conformismo y dejar que te domine la Reina de Corazones) y más Gato de Cheshire (mandar a tomar por culo a la Reina de Corazones y seguir pisando fuerte)

Hasta la próxima, teléfono de Consejería.

Corrupción y elecciones II

Por Jaime Rodríguez Soto

El líder el PP, Mariano Rajoy, tras conocer los resultados del pasado 26-J (Javier Lizón/EFE).

El líder el PP, Mariano Rajoy, tras conocer los resultados del pasado 26-J (Javier Lizón/EFE).

Leo el artículo de Mercedes Gallizo sobre las últimas elecciones, en las que ella traza su propia opinión de que el ciudadano medio tiene sus valores morales y éticos y distingue entre lo que está bien y lo que está mal.

Bien, sobre todo esto que dice, antes de estas últimas elecciones, e incluso después de las del 20D, me habría callado. Pero señora Gallizo, después de estas últimas elecciones no me puedo quedar callado.

Si algo han dejado claro los resultados electorales es que al españolito medio se la trae al pairo la corrupción, y sí, afirmo que muchos si pudieran también robarían.

La victoria en las urnas del Partido Popular, aún subiendo en votos respecto al 20D así lo atestiguan, ya no me valen los criterios templados, las opiniones tibias; después de lo que hemos visto en estos últimos cuatro años de gobierno pepero, con recortes sociales, regresión política y social y corrupción generalizada, y que más de siete millones de españolitos los sigan votando, la dejan sin argumentos, señora Gallizo.

¡Renunciad al postureo!

Por Santiago Morante

Estamos asistiendo, a principios del siglo XXI, al surgimiento de una sociedad preocupada por altos valores morales: ecologismo, solidaridad y respeto al diferente, pero sólo el tiempo que lleva hacerse una foto con el póster de un refugiado en los huesos; luego se nos pasa la solidaridad y nos vamos a por una hamburguesa.
Las causas solidarias importan lo justo como para representar la pantomima de turno. La gente se tira un cubo de agua helada en la cabeza y así cura la esclerosis. Se hacen una foto con un cartel que diga «Bring our girls back» y así presionan muy duramente a Boko Haram para que libere a las niñas a las que secuestró. Corren en carreras en contra del cáncer, para después echarse un cigarrito por lo bien que lo han hecho.
La australiana Amanda Bisk en Instagram (Amanda Bisk/Lofficiel).

La australiana Amanda Bisk en Instagram (Amanda Bisk/Lofficiel).

Las cosas solamente importan de cara a la galería. La de la red social, concretamente. Si no aparece en las redes sociales, no ha pasado, y viceversa. Hay que conseguir que pasen cosas para poder hacerles una foto. Es como si la sociedad quisiera demostrar algo, pero aún no he deducido qué.

Eres aquello en lo que puedes demostrar con fotos que participaste. Estás muy concienciado con el cuidado del medio ambiente si el Día de la Tierra bajaste el brillo del ordenador para que gastase menos. Luego pusiste un mensaje en tu perfil «Ayudando a la tierra. Cuidemos de ella». Ya está, ya eres ecologista.
No digo que la gente no tenga principios, faltaría más, pero al menos que renuncien a fingir que las cosas les importan más de lo que en realidad les importan. Que renuncien, en definitiva, al llamado «postureo».
Se busca iconizarlo todo, estar donde está pasando lo importante, poder decir que se estaba presente en tal o cual acto que acabó siendo recordado, hacerse la foto en el lugar en el que pasó, para luego colgarlo en la red. Los periodistas cubren manifestaciones buscando una foto que pueda convertirse en símbolo. Se busca la foto que pueda ser portada del periódico pero que también sirva como referente de la manifestación. Si se cubre una noticia sobre refugiados, se busca la imagen del niño llorando que sirva de icono.
Podemos ver muchas caras de la sociedad pop. Por ejemplo, tenemos la cultura de las celebrities, aupadas al olimpo de la sociedad por Hollywood, la industria musical y las revistas de moda. Personas que por hacer su trabajo y ganar mucho dinero por ello se convierten en referentes de vestimenta, de peinado, de modales e incluso de valores morales. Esperamos un comportamiento modélico de estas personas solamente porque son millonarias.
El máximo exponente del mundo de las celebrities lo tenemos en las «It girl». Esta selecta comunidad está compuesta principalmente por mujeres jóvenes sin trabajo definido que se han convertido en iconos de estilo por ser famosas. Ya ni siquiera hace falta tener méritos para ser un referente.
Incluso las personas formadas han sucumbido a esta moda. Así tenemos a los iconos tecnológicos y científicos. Si te pregunto quién dirigía Motorola en los años 80, lo más probable es que no lo sepas, a pesar de que inventaron el primer teléfono móvil del mundo. Sin embargo, si te pregunto quién dirigía Apple cuando sacaron el primer IPhone, seguro que lo sabes. Los Steve Jobs, Mark Zuckerberg y compañía han convertido en iconos lo que antes no pasaba de persona de relevancia en el sector. Idolatramos a estas personas, convirtiéndolas en techno-celebrities. Se hacen camisetas con sus caras, se llevan pegatinas de sus empresas en los portátiles, se les piden fotos y autógrafos, y se idolatran sus productos. Cada frase de un icono puede convertirse en una cita histórica.
Existen marcas que han conseguido crear “productos icono”, aquellos que se compran por motivos emocionales, más que racionales. Los llamados hipsters no son más que escaparates de productos icono. Han iconizado una determinada marca de café, un determinado móvil, unas determinadas marcas de ropa, una serie de compañías en definitiva.
Existen incluso lo que podríamos denominar hipsters científicos, aunque la sociedad los llame geeks. Siguen exactamente los mismos patrones que el resto de la sociedad pop, pero desplazados al espectro científico. Han destacado unos científicos por encima de otros, convirtiéndolos en figuras de referencia, casi en símbolos que identifican a gente que piensa como ellos. Los  científicos más destacados dan charlas multitudinarias retransmitidas en directo por internet, donde aplican una gruesa capa de espectáculo sobre la ciencia y la convierten en cultura pop, grandiosa por fuera, pero con poco contenido por dentro.
No me malinterpretéis, no estoy en contra de la divulgación científica, todo lo contrario, soy un gran partidario. Creo que la ciencia debería formar parte de la cultura de las personas, que debería ocupar espacios en la televisión y que debería formarse a todas las personas en unos conocimientos básicos sobre cómo funciona el mundo. Lo que creo que se ha ido de las manos es la iconización de los científicos. Valoramos más a aquellos con grandes dotes comunicativas. Eso es marketing. Hemos iconizado la ciencia.
Los medios de comunicación han favorecido la germinación de la sociedad pop, rindiéndose a memes, a virales o a cualquier contenido multimedia con muchas visitas en cualquier portal de internet. Si un niño acaricia a un perrito y lo ve mucha gente en YouTube, los informativos abren con la noticia. Lo demás puede esperar.
Todas las sociedades han tenido sus iconos, su jerga y sus modas. Pero la sociedad actual genera más elementos icónicos de los que se pueden absorber, seguir o incluso entender. Puede que sea cuestión de adaptación, que la sociedad madure y acabe filtrando la información. O puede que los iconos acaben dictando las pautas sociales y todos tengamos que tirarnos un cubo de agua para no quedarnos atrás.

En defensa de Rafa Nadal tras las acusaciones de dopaje

Por Javier Prieto Pérez

Rafa Nadal.

Rafa Nadal celebrando una victoria. (EFE)

Las acusaciones de dopaje contra Rafa Nadal vertidas por Roselyn Bachelot, exministra francesa de Sanidad y Deportes, resultan inaceptables e indignantes. La ex política afirmó en un programa de televisión en su país que los siete meses de inactividad deportiva de Nadal en 2012 se debieron a un positivo detectado en un control, y negó que ese parón de debiera a una nueva lesión en la maltrecha rodilla izquierda de Rafa.

Según la estrambótica ‘tesis Bachelot’, cuando un tenista se ausenta durante un largo periodo de la competición ATP, habitualmente no se debe a problemas físicos, sino a casos de dopaje detectados. Todas estas infundadas inculpaciones huérfanas de prueba contienen una extraordinaria gravedad. Extienden la mancha de la duda sobre uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y tratan de erosionar su gran activo: su imagen.

Porque la figura de Rafa trasciende los títulos y récords obtenidos -14 Grand Slam, 27 Masters 1000, un Oro Olímpico- en su carrera profesional, pues representa los valores supremos del deporte. Así, su capacidad de sacrificio y de superación ante las innumerables lesiones que ha padecido, su voluntad de trabajo, su humildad –en las victorias y en las derrotas- y su espíritu de lucha en las condiciones –físicas, deportivas y familiares- más adversas, lo convierten en un modelo seguido por muchos jóvenes en todo el planeta. A estas virtudes, se suman su juego limpio y su solidaridad, protagonista de múltiples iniciativas benéficas.

Por todo ello, no deja de indignar y sorprender la incontinencia verbal e imprudencia de un ex alto cargo de la administración del país vecino. Espero que las acciones legales emprendidas contra la Sra. Bachelot acarreen el castigo que merecen. ¡Vamos Rafa!

Sobre la subida del salario mínimo

Por F. J. Aparicio Carrera

En el último Consejo de Ministros del año 2015, se han aprobado las subidas del salario mínimo interprofesional un 1% anual, 6,60 euros/mes, o lo que es lo mismo, 22 céntimos de euro al día y el incremento de las pensiones en un 0,25% anual. A la vista de estas «tremendas» subidas, está claro que hemos salido de la crisis y no ha habido grandes pérdidas de poder adquisitivo.

Un montón de monedas de euro (GTRES).

Un montón de monedas de euro (GTRES).

Hace falta mucho «cuajo» y desfachatez cuando en la misma reunión ministerial se bajaban las retenciones por I.R.P.F., de media un 3%, favoreciendo principalmente a los que más cobran, haciendo que la desigualdad y la brecha entre los más pudientes y los más necesitados sea cada vez más acusada.

Eso sí, no todas son malas opiniones. El magnánimo presidente de la C.E.O.E., estima que las subidas del S.M.I. son correctas; aunque lo extraño es que alguien que ha compartido mesas de negociación con Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández, entre otros, pensase de diferente manera.

———————————-

Por Rafael Bueno

La casta política ha fijado el salario mínimo para el próximo año en 655 euros. ¡De vergüenza! Y lo peor es que hay muchos ciudadanos trabajando a destajo hoy día, por debajo de ese mínimo.

¿Dónde están los sindicatos? Con esa miseria de salarios tienen que vivir los trabajadores y pagar encima los gastos de lujo de los vividores de la casta política. ¿Podrían vivir los políticos con ese dinero? Pues deberían hacerlo, porque la política debería ser un acto de servicio vocacional. Pero no, esta casta política está muy alejada de esos valores y, con sus actos, ha elevado a los altares al que fuera Caudillo de España por lo gracioso que es Dios.

Ya lo dice el refrán: por detrás vendrá quien bueno te hará.

 

 

¿Para cuándo una televisión con la que disfrutar en familia?

Por Gracia González Pérez

Sobre el artículo del bloggero Israel Álvarez Esfuerzos que agradecer, del 28 de septiembre, pongo en duda que las dos series españolas que nombra sean nuevas en espíritu. Tal vez sean novedosas en el entorno en el que están ubicadas, como es el caso de Mar de plástico, realizada en los invernaderos de Almería, pero discrepo de su frescura e innovación, ya que reflejan una vez más la violencia que caracteriza últimamente a las series de TV, esa violencia con tintes semi-investigadores que oculta realmente de lo que se ha nutrido en muchas ocasiones el cine sin que se viera una gota de sangre.

El retrato de familia viendo la caja tonta no está obsoleto, de hecho es lo que buscamos los que tenemos hijos, buscamos una televisión adecuada a todos los miembros de la familia, una televisión que se pueda ver cenando sin que se te remuevan las entrañas ni tengas que mirar hacia otro lado. Abogo por esa televisión en todas sus dimensiones, la que me ha hecho reír y llorar, con la que he disfrutado y he estado deseando ver cuando he llegado a casa, la que junto con mis hijos cuento los días para que empiece el nuevo capítulo.

(ARCHIVO)

(ARCHIVO)

Creo que esta sociedad tiene una agresividad extrema, se está viendo en los colegios; en la calle, en bares, en las colas del super, en las colas de los bancos… Si no mermamos esa violencia como algo común en el ser humano, a través de la pequeña pantalla, estaremos contribuyendo a la pérdida de valores y a la falta de moralidad en todo aquello que nos rodea.

Fútbol, histeria colectiva y crisis de valores

Por José Olivares

Aficionados de España en los aledaños del Bernabéu. (EFE)

Aficionados de España en los aledaños del Bernabéu. (EFE)

Vaya por delante mi respeto a los cientos de miles de aficionados al fútbol, pero las últimas expresiones de júbilo ante cosas tan nimias como son las presentaciones de jugadores confirman la debilidad que muestra la sociedad ante la parafernalia mediática que rodea a esta actividad; y es tal la manipulación que los problemas reales pasan a un segundo orden.

Aunque lo peor de esa ceguera está en la facilidad que tenemos en asumir como normales las cifras de los fichajes y de los sueldos de los jugadores, y eso a pesar de que muchos de los que jalean los actos viven con poco más de 400 euros al mes.

Que hay crisis de valores, no hay duda, pero no es menos cierto que el poder, con mayúsculas, lleva tiempo manejando los designios de la sociedad utilizando elaborados sistemas psicosociales que anulan nuestra capacidad racional de crítica o discrepancia, llegando con facilidad a la histeria colectiva en cualquier acto sin importancia.

Aprender a ser más tolerantes como propósito para 2014

Por Yoselyn Marcano

Puerta del Sol. (EFE)

Puerta del Sol. (EFE)

Usualmente nos proponemos muchísimas cosas para comenzar el nuevo año con buen pie, como adelgazar, conseguir el éxito, pasar más tiempo con la familia, un nuevo coche, etc. Utilizando todos estos propósitos como medios para alcanzar lo que solemos llamar felicidad, sin darnos cuenta que estos no son los medios adecuados. Por ello propongo como propósito de año nuevo, «comenzar a buscar la humanidad que hemos perdido entre el consumismo, la falta de valores y la violencia”; reconozco que es un camino largo y difícil de recorrer, pero con constancia todo es posible.

Como primer paso deberíamos aprender a ser más tolerantes, entender que todos utilizamos lentes diferentes para ver la vida e interiorizar que no debemos ofendernos por nimiedades o desacuerdos, sino relajarnos y asumir que cada uno tiene su propia verdad.

Como leí en uno de mis libros favoritos, “la civilización no es más que un fino barniz sobre el estado animal de la naturaleza humana”, no dejemos que este se desgaste y salga lo peor de nosotros. Les invito a traer a nuestra humanidad de regreso que eso es lo que nos hace diferentes.

¿Para cuándo programas que estimulen la capacidad crítica y reflexiva del espectador?

Por Agustín Arroyo Carro

Primero fue Gran Hermano, luego Operación Triunfo, Mira quién baila, Supernani, Tú sí que vales, ahora MasterChef; incluso se especula con un MásterChef infantil. En fín, una locura, en la deshuesada y horadada realidad de la televisión en España. Está muy bien que, a través de programas de masas y entretenimiento en “prime time” se busque a personas jóvenes y no tanto con atributos de genialidad o valía aún no descubiertos y debidamente valorados.

¿Para cuándo algún programa que reflexione en profundidad con especialistas de distintas tendencias políticas e ideologías, y no ‘todólogos’ y gente de la calle, sobre los verdaderos problemas que atañen al 98% de los ciudadanos? TelevisorPor ejemplo las verdaderas causas del paro estructural que nos golpea, la pérdida de valores y logros o derechos que habíamos adquirido después de décadas de lucha, los retos inaplazables de la sociedad global, la degradación medioambiental que se maquilla en aras de un hiperproductivismo enajenado, ciego y ramplón, los efectos del sectario fanatismo religioso que enfrenta a gentes de la misma religión o de distintas confesiones, el regreso o permanencia de la explotación de millones de trabajadores en condiciones penosas y sin derechos sindicales reconocidos, las penalidades sordas y sangrantes de millones de inmigrantes y refugiados transterrados.

¿Para cuándo programas que estimulen la capacidad crítica y reflexiva del espectador medio y de nuestros adolescentes y jóvenes? Programas que estimulen el saber científico y/o humanístico en equipo, de forma colaborativa. Un poquito de nivel cognitivo y de buen gusto está reñido con la sola y pura estrategia de diversión pasiva y de rebaño pesebrero autosatisfecho.

¿Cómo conseguir un cambio a mejor?

Por Mª Paz Roy Prats

Optimismo¿Cómo definiríais la sociedad actual? Supongo que la mayoría de vosotros empezareis a criticar todo aquello que os parece mal, otros muchos dejareis a las nuevas generaciones como las culpables de una sociedad mediocre y los restantes, una minoría, la mostrareis desde una perspectiva optimista.

Con esto podemos ver que la mayoría de nosotros vivimos culpando a los demás de algo tan común como una sociedad. Culpar a los demás es el mayor error que podemos cometer, bien lo dice el dicho: “Si quieres que los demás cambien, empieza por cambiar tú”. Una verdad muy cierta. Todos podemos construir una sociedad mejor, si cada uno aporta su grano de arena.

Por más que parezca que nada puede cambiar, que todo va a peor, ¡es mentira! Hay muchísima gente increíble ahí fuera que lucha, en definitiva, por un mundo mejor. Es verdad, estamos rodeados de antivalores. Esto debe motivarnos a no tirar la toalla, a seguir adelante con optimismo. Si todos nos esforzáramos por ser mejores, otro gallo cantaría. El ejemplo es la mejor forma de llegar a los demás, de demostrar que podemos construir, entre todos, un mundo mejor.