Hay algo perturbador en conocer la noticia de que una estrella del cine o la televisión comete un delito en la vida real que acaba por mandarla a la cárcel. Es especialmente turbio cuando esa estrella en cuestión es querida por representar papeles entrañables y, con ello, ganarse el más familiar afecto del público. Pero si algo nos enseña el tabloide es que nadie puede declararse libre de actual mal o, incluso, actuar con maldad, y cada cierto tiempo acabamos por conocer la noticia de que una figura, supuestamente incorruptible, pues… Estaba corrupta.
Estos son algunos de los casos que más llegaron a remover al público al darse a conocer.
Bill Cosby
Evidentemente, el de Bill Cosby ha sido uno de los más sonados, por cercano e inesperado. El que fue uno de los padres modelos de las sitcoms ochenteras/noventeras se enfrentó, en abril de 2018, a la acusación de haber agredido sexualmente a al menos sesenta mujeres. En septiembre de ese mismo año lo condenaron a diez años de cárcel después de declararlo culpable del abuso sexual a Andrea Costand en 2004. Cosby, aunque no fue el primer acusado, fue el primer condenado por un delito sexual a raíz del movimiento #MeToo.
Michael Jace
El caso del actor Michael Jace, que empezaba a despuntar gracias a su participación en películas como Boogie Nights o series como LAPD, fue especialmente dramático: a Jace lo condenaron por asesinar a su mujer, April, después de que ella pidiera el divorcio. En mayo de 2014, el actor, que ya contaba con antecedentes por violencia de género contra su anterior pareja, y convencido de que «su mujer lo dejaba por otro», disparó contra su mujer, primero en la espalda y luego en las piernas, delante de sus propios hijos, que tenían en ese momento 8 y 5 años.
En junio de 2016, lo condenaron a cumplir 40 años.
Tim Allen
Muy poca gente lo sabe o lo recuerda, porque queda lejano en el tiempo, pero Tim Allen, la estrella de Un manitas en casa y Vaya Santa Claus, fue arrestado en 1978 en un aeropuerto de Kalamazoo (Michigan) por llevar consigo más de medio kilo de cocaína, nada más y nada menos. Se declaró culpable de narcotráfico. Consiguió rebajar su sentencia al dar los nombres de otros traficantes y, finalmente, cumplió dos años y cuatro meses.
En una entrevista posterior dijo sobre su estancia en prisión que «Fue un momento decisivo. Me colocó en una posición de enorme humildad, pude hacer las paces con mi familia y amistades y enfocar mi vida en establecer objetivos y luchar por ellos».
Jeffrey Jones
El actor que fue eterno (y malvado) secundario en multitud de producciones de los años ’80 y ’90, como Howard o Beetlejuice, se las vio con la justicia en noviembre de 20002 cuando lo arrestaron por cargos de poseer pornografía infantil después de que un adolescente lo denunciara por contratarlo para posar para fotografías sexualmente explícitas.
Aunque no ingresó en prisión, fue condenado a registrarse cada año como delincuente sexual, pero en 2010 se saltó el registro y, por ello, lo sentenciaron a tres años de libertad condicional y 250 horas de servicio comunitario limpiando carreteras.