A puntito estábamos de despedirnos de 1999 (y, con él, de todo un milenio) y el mundo conoció la película (primera de varias) que comenzaría una nueva era para la comedia americana: American Pie. La historia de cuatro amigos adolescentes que hacen un pacto para perder su virginidad antes de que termine su último curso de instituto.
Y es cierto que eran cuatro los protagonistas (a la sazón: Jim, Paul «culofino», Chris el guaperas y Kevin el cabecilla), pero no es menos cierto que el elenco se completaba con unos secundarios absolutamente memorables, que pasaban por el padre de Jim, el «Shermanator», Nadia, Michelle —una maravillosa Alyson Hannigan— y, por supuesto, Jennifer Coolidge como la madre de Stifler y, claro, el propio Sitfler: Seann William Scott.
En esta película, por cierto, se acuñó el término MILF para referirse a las mujeres como la madre de Stifler (Jennifer Coolidge), aunque creo que con el tiempo el término ha degenerado un poco y ya no se usa para exactamente lo mismo… Pero eso es otro rollo.
Hace ya más de veinte años de aquella primera película que lanzó al estrellato a Scott. Es cierto que había debutado hacía unos pocos años, pero prácticamente solo había trabajado en televisión y en papeles secundarios. El de Stifler fue el papel que le permitió despuntar, y tras él obtuvo más proyectos (la mayoría comedias) en los que se le daba una buena visibilidad. Tal vez no lo recordéis, pero formó parte del reparto de la primera entrega de Destino final, y cintas como Road Trip , colega, ¿dónde está mi coche?, Aquellas juergas universitarias o Dos chalados y muchas curvas, con Johnny Knoxville y Jessica Simpson, hicieron de él un must en cualquier comedia-americana-adolescente.
Por cierto, como dato simpático os cuento que es la voz de Crash, una de las dos zarigüeyas de Ice Age.
Lo que tiene encasillarte como referente adolescente, imagino, es que uno no es joven eternamente, y acabas por no encajar en el rol impuesto, y después de 2013 su visibilidad cayó notablemente. Protagonizó las películas de Goon, sobre un jugador de hockey, sin demasiado éxito, y en 2018 protagonizó Bloodline, un thriller muy digno que, sin embargo, apenas tuvo hype.
Entre 2018 y 2019 protagonizó, junto a Damon Wayans, la serie de Arma letal, sustituyendo a Clayne Crawford, y después de tres años de parón volvió a la televisión en una serie de la FOX, Welcome to Flatch, donde ya lo vimos peinando canas.
Este año ha estrenado el que, de momento, es su último trabajo, y es que comparte cartel con Lulu Wilson en una de terro: The Wrath of Becky.
Grand Death Lotto, su próximo proyecto con John Cena, aún está en posproducción sin fecha de estreno.