Las t.A.T.u., acrónimo del ruso eta devochka liubit tu devochku, que quiere decir «esta chica ama a esa chica» (y también que «acrónimo» no significa lo mismo en Rusia que aquí), fueron uno de los productos comerciales más potentes desde Milli Vanilli (sí, aquel dúo pop en el que todo eran secretos y mentiras).
Iván Shapovalov tenía 34 años, era psicólogo infantil y orquestó, desde su experiencia como publicista y productor musical, el mayor timo que la industria musical había parido en mucho tiempo: Lena y Yulia fueron las dos elegidas entre el más de medio millar que se presentó al casting para formar t.A.T.u.
Shapovalov tuvo su inspiración en una película sueca de bajo presupuesto sobre el despertar del amor adolescente entre dos colegialas, Fucking Amal, para construir su fantasía escénica: dos adolescentes de quince años (y de verdad tenían quince años) serían sus protagonistas y, sobre el escenario, cantarían y demostrarían, muy explícitamente, su amor rebelde y prohibido, delante de Rusia y del mundo.
All the Things She Said (contenida en su segundo álbum de estudio, 200 km/h In the Wrong Lane, de 2002), no era solo una letra reveladora: el paquete incluía una escenografía cuidada al milímetro (especialmente en los directos), en la que Lena y Yulia se besaban y tocaban bajo las meticulosas órdenes de Shapovalov, y se convirtió en un quebradero de cabeza para los adultos que la calificaron de «pop pedófilo» y «apología de la homosexualidad», y en una liberación para los millones de adolescentes en todo el mundo que se sintieron representados/as y validados en su sexualidad.
Pero todo era mentira. Lena y Yulia no eran lesbianas y, como contaron más tarde, solo una de ellas había besado en una ocasión a un chico, antes de mostrar un imaginado amor lésbico entre ellas en los escenarios y televisiones del mundo.
Aunque sacaron álbumes con relativa regularidad hasta finales de la década de los 2000, casi desde el principio la relación entre ambas, que no olvidemos que era estrictamente profesional, se fue endureciendo y, después de 2003, su fama fue cayendo en picado. Acababan de lanzar Not Gonna Get Us (otra vez en su papel de colegialas haciendo «cosas que no gustan a los mayores») y fueron elegidas para Eurovisión con el tema Ne’Ver Ne Bojsia.
Su actuación en Eurovisión fue (y es) recordada como una de las más esperpénticas representadas en el festival, no tanto en cuanto a calidad musical (que algunos calificaron de más que cuestionable) como por la actitud que enfrentaron, que para entonces ya había pasado, por instrucción de Shapovalov, de «adolescente rebelde y evasiva» a «Fuck you, soy una diva del rock». Desafinaron, no tuvieron buena colocación escénica y llevaron impreso el número 1 en sus camisetas, dando por sentado que iban a ganar.
Al final, quedaron en tercer lugar. Después de aquello aún lanzaron un par de álbumes y tres recopilatorios, el último de ellos en 2012: una edición décimo aniversario de 200km/h in the Wrong Lane, el álbum que contenía All The Things She Said y Not Gonna Get Us.
Hoy en día Lena y Yulia, que no tienen relación personal desde hace más de 15 años, llevan vidas completamente paralelas.
Lena Katina (la pelirroja) continuó con su carrera musical en solitario. De hecho tiene un buen número de seguidores en algunos países de Latinoamérica y en 2016 publicó un álbum en español: Esta soy yo.
Yulia Volkova (la morena) ha pasado por varios baches importantes, aunque destacan dos: uno de salud, cuando en 2012 sufrió un cáncer de tiroides que la dejó casi sin voz y dañó seriamente sus cuerdas vocales, y otro de popularidad, cuando en septiembre de 2014 declaró en una entrevista que condenaba la homosexualidad y que no aceptaría un hijo gay:
Sí, lo condenaría, porque creo que un hombre de verdad debe ser un hombre de verdad. Dios creó al hombre para la procreación, es la naturaleza. El hombre para mí es el apoyo, la fuerza de … No aceptaré a un hijo gay.
A Yulia se le puede seguir la pista fácilmente en su cuenta de instagram, donde comparte con sus más de trescientos mil seguidores fotos personales muy casuales y desenfadadas.
Pero bueno, qué se ha hecho esa mujer en la cara. JAMÁS la hubiera reconocido.
Por cierto, muy bueno eso de «fotos personales muy casuales y desenfadadas.» XD
07 octubre 2021 | 2:03 pm
Llevan 15 años sin tener contacto, pero en el 2010 sacaron disco, se separaron y luego volvieron a juntarse entre 2012 y 2014 xD.
Informarse un poco cuando escribes un artículo es aconsejable.
07 octubre 2021 | 3:53 pm
Y haciendo las cosas tan mal merecen un artículo.
Excelente. Algo bueno tendrán.
07 octubre 2021 | 4:13 pm
Unas adelantadas a su tiempo.
Uniendo a su juventud en referentes sexuales aperturistas.
https://www.youtube.com/watch?v=MAWOLrKN5qs
07 octubre 2021 | 4:21 pm
Querida, Jessica. Te recomiendo que corrijas el error. Se llaman Milli Vanilli, no Milli Banilli. Un saludo.
07 octubre 2021 | 5:00 pm
He entrado por el titular, y tengo que decirte:
no bonita no, el mayor timo fue el protagonizado con Mili & Vanilli, a lo mejor no habías nacido.
pero aquello fue demasiado comparado con las tatus.
07 octubre 2021 | 9:14 pm
Pasta esperpéntico, este artículo
07 octubre 2021 | 11:28 pm
Se cumplió lo que decía la canción. NO SOY BOLLERAAAA
07 octubre 2021 | 11:54 pm
Artículo que adolece de prejuicios sin fundamento. Se demuestra aquí de forma palmaria que cualquiera puede juntar unas letras en la «prensa» de hoy.
Tatu tuvo una innegable calidad musical que no merece ser comparada con subproductos como Milli Vanilli. En fin, tal vez ocurre ésto porque son rusas…no sé. O es la simple estulticia de la articulista.
10 octubre 2021 | 7:55 pm