A veces sobran las palabras… ¡Esa escavadora…! Si hablasen las rocas, ¿qué nos dirían?
La tierra tiembla ante las acometidas de las zarpas de acero de los especuladores… Y el mar, por el momento, no se atreve a dar el salto y devorarlos; me refiero a sus villas de lujo a pie de playa. Quizá algún día lo haga y engulla hoteles, mansiones, edificios de apartamentos… Pero a los promotores del negocio les dará igual, porque ellos seguirán contando, avariciosos, su dinero en el último piso de las torres de cristal de la City de Londres, París o Madrid, por ejemplo.
Los especuladores inmobiliarios son una plaga. La globalización tiene estas cosas; hoy estás aquí y mañana allí escarbando como posesos. Con los aviones y los ordenadores podemos planificar la destrucción del mundo en unos minutos y no pasa nada. Luego nos entretenemos en reconstruirlo (véase Irak).
Estos Bárbaros de la construcción acabaron primero con las costas españolas y ahora se han venido a Marruecos a seguir devorando y destruyendo lo que le queda de país de tierra virgen.
Ya he escrito en otro par de ocasiones sobre este tema, pero a nadie parece importarle. Así que habrá que seguir insistiendo. Las costas de Marruecos pronto serán pasto del cemento, la basura y el ruido. Ni acantilados, ni ruinas, ni reservas naturales, ni Historia… Nada se respeta ya. Lo que importa es enriquecerse como sea. Marruecos sufre hoy la mayor acometida del capitalismo más salvaje y especulador que pueda imaginarse. Y a nadie parece importarle demasiado… Porque… ¿Es qué no pueden hacerse esos mismos chalets aunque sea a cien metros de la costa? Aunque sólo fuera para respetar la belleza… Y ya no hablo del respeto a la naturaleza, al desarrollo sostenible, al mar, del planeta…
Ya lo verán… Todo esto saltará algún día por los aires.
¿se sabe de la huelga general que se llevó a cabo el día 21? ¿o no le iba bien a mohamed y se ha dejado para más adelante?
27 mayo 2008 | 17:19