Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

El Mundobórico y El País “creen” en el mismo verbo

Si no lo veo, no lo creo.

Hacía tiempo que no me enfrentada a dos portadas que lucieran en su titular principal el mismo verbo. ¡Y qué verbo! El Mundo y El País unidos por el verbo “creer” a cuatro columnas… O sea, lo contrario de “razonar”.

Pero el sujeto (¡ay!) ya es distinto. El Mundo atribuye esa fe o creencia a “Moncloa”, mientras El País prefiere atribuir esa acción de creer (aceptar como válido lo que no se ve) a “una mayoría de ciudadanos”.

Junto a “creer”, ambos coinciden también al utilizar en su primer titular la palabra ETA aunque ligada a verbos muy distintos: “dialogar” y “atentar”.

El Mundo:

Moncloa cree liquidado el “proceso de paz” y que ETA volverá a atentar

El País:

Una mayoría de ciudadanos cree que el Gobierno debe dialogar con ETA

De la Real Academia Española:

Creer

(Del lat. credĕre).

1. tr.

Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado

Según la primera acepción de la RAE, el verbo «creer» no parece muy apropiado para un titular informativo (no de opinión) de primera página, a menos que se refiera al Papa infalible o a los dogmas de fe de las diversas religiones. Claro que hoy es domingo y apenas hay noticias. A falta de noticias y de reportajes de nevera, buenas son las encuestas o los rumores.

El Mundo publica hoy este breve comentario editorial sobre el «doble rasero» que conviene leer y archivar ya que en todas partes cuecen habas. El País publica un largo editorial sobre la desmesura de Rajoy al pedir el boicot a los medios de comunicación del grupo Prisa.

La verdad es que entre los tertulianos de radio y televisión y los editorialistas y articulistas de prensa ya se ha dicho de todo sobre este insensato boicot del PP contra la libertad de expresión y el derecho de información de los lectores de El País, de los oyentes de la SER o de los espectadores de la Cuatro, entre otros medios de Prisa.

Estoy casi seguro de que el propio Rajoy sabe que es una insensatez lo que ha hecho, pero también pienso que no ha sido fruto de un calentón o de un cabreo pasajero. A mi juicio, esa reacción desaforada forma parte de toda una estrategia de la crispación y del río revuelto que el PP considera muy útil a sus intereses electorales. Especialmente, teniendo en cuenta la bisoñez o ingenuidad mostrada por el PSOE cuando entra a todos los trapos del PP (que lleva la inciativa politica y marca la agenda del Gobierno) y le sigue la corriente hasta el despeñadero si fuera preciso.

La derecha tiene grabado el recuerdo de la derrota del 93 y del calvario que nos hizo pasar a todos los españoles (con la colaboración, eso sí, de un Gobierno socialista agotado y sin resuello) hasta las elecciones de marzo de 1996. Nuestra memoria selectiva tiende a olvidar lo malo a refrescar lo bueno. Por eso digo que aquellos años del 93 al 96 -tal como los recuerdo- sí fueron de crispación y alto riesgo de romper las intituciones democráticas.

Comparado con aquello, lo de ahora es una crispación de aficionados. No olvidemos que Rajoy es un discípulo ungido por el propio Aznar. Lo de Aznar fue un infierno para cualquier demócrata que se precie.

Basta con mirar las hemerotecas de los años 1993-1996 (los que precedieron a la primera victoria pacífica de la derecha desde que perdió democráticamente el poder en las eleciones del 16 de febrero de 1936) para darnos cuenta de los riesgos de inestabilidad, confrontación civil e involución que precedieron a la victoria de Aznar y a la derrota de Felipe González.

Menos mal que ganó Aznar (aunque me costara mi empleo) porque en cuanto el crispador entró en La Moncloa se acabó la crispación. El PSOE sólo tuvo ya fuerzas para lamerse sus heridas. Rajoy sigue las enseñanzas de su maestro crispador pero no le llega ni a la suela de sus zapatos. Reconozco que no soy objetivo con este personaje, pero aviso que Aznar es mucho Aznar cuando ataca con sus tripas. Lo dicho: menos mal que ganó en 1996 y menos mal que perdió en el 2004.

Rajoy quiere repetir la experiencia. Pero le falta maldad.

4 comentarios

  1. Dice ser Esteban Rosador

    una diferencia en cuanto al,uso del verbo creer en las portadas. En el caso de El País, se trata de una encuesta hecha a ciudadanos españoles que expresan su opinión sobre un posible diálogo con ETA para acabar con la violencia terrorista. En este caso, el verbo creer se puede sustituir por opinar, querer, desear, etc.. En el caso de El Mundo, el verbo expresa realmente una supuesta creencia de Zapatero y su gobierno sobre el proceso de paz. Claro que me gustaría a mí saber cuáles son las fuentes de Pedro J. para titular así en portada (reconozco que no he leídopor primera vez).P.D.: genial Forges.

    26 marzo 2007 | 12:25

  2. Dice ser Esteban Rosador

    Corrijo el paréntesis de mi comentario anterior (reconozco que hoy no he leído El Mundo, cosa que no me ocurre por primera vez)

    26 marzo 2007 | 12:26

  3. Dice ser Ricardo

    ¿Será la excusa para cuando pierda las elecciones?Los politicos locales del PP no le estan haciendo caso, convocan a la SER a sus actos.No serán tan desagradecidos que no vayan cuando les inviten las emisoras locales.Tienen mucho que perder.

    26 marzo 2007 | 13:53

  4. Dice ser E. Martín

    Una diferencia entre la situación del 93-96 y ahora es que aquellos era los años del GAL, la cultura del pelotazo y la corrupción campante. Otra es que fueron el propio PSOE y su gente los primeros en sacar elñ argumento de «si ganan los otros estalla una guerra civil». ¿Nadie se acuerda ya de Gila diciendo que si ganaba las elecciones el PP se exiliaba de España?Sinceramente creo que lo que está haciendo el PP ahora mismo no tiene precedente. Vamos camino de acabar como en los USA, donde se usa como argumento serio que el rival demócrata de la Hillary Clinton se llama Obama, que suena casi como Osama.

    26 marzo 2007 | 17:30

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