Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

«30.000 desaparecidos en el franquismo»: ¿en una o en cuatro columnas?

Por la letra pequeña, deduzco que tanto El País como El Mundo conocieron ayer el informe de 30 folios que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica presentó ante el Juez Garzón así como las correspondientes noticias de agencia sobre este mismo asunto.

En base a idéntica información, El País lo titula hoy a cuatro columnas y El Mundo lo hace a una columna. Cada uno sirve legítimamente a los intereses de sus lectores y de sus accionistas.

Por las mismas legítimas razones, cada uno dió ayer un tratamiento gráfico y tipográfico distinto en su portada a la noticia de la muerte de Loyola de Palacio, dirigente del PP, ex ministra del Gobierno Aznar y ex vicepresidenta de la Comisión Europea.

Por eso, no es de extrañar que El Mundo destine hoy -por voluntad de sus familiares y amigos- media página a esquelas (casi veinte módulos) sobre el fallecimiento de Loyola de Palacio, una mujer, por otra parte, digna de admiración por su coraje personal y por su gran coherencia entre lo que pensaba y lo que hacía.

El Mundo:

El País:

El País, que ayer dedicó apenas una foto tamaño sello a Loyola de Palacio en su portada, hoy ha recibido el encargo de publicar solamente tres pequeñas esquelas sobre su fallecimiento, que suman en total cuatro módulos, frente a los diecinueve módulos que publica El Mundo. (¿Es relevante o no que todas las esquelas de El Mundo estén presididas por una cruz mientras que las de El País no la llevan?)

Lamento la muerte de Loyola y desde aquí envío mi más sentido pésame a sus familiares, y especialmente a su hermana Ana, ex ministra de Exteriores de Aznar, que fue quien me la presentó en su casa hace muchos años, cuando yo preparaba la fundación del diario El Sol

Hay que reconocerle muchos méritos a la ex ministra Loyola de Palacio por lo que hizo en vida, al servicio de sus ideales y de la democracia española, dentro de la derecha civilizada.

Pero también, las portadas de hoy recogen gráficamente otro gran mérito (desgraciadamente póstumo) de Loyola: el fruto de la última batalla que, como el Cid Campeador, ha ganado después de muerta.

Tras su muerte tan prematura, Loyola ha conseguido que Zapatero y Rajoy (que juntos representan a la inmensa mayoría de los españoles) se acerquen, se hablen y estrechen sus manos. Se trata del primer apretón de manos entre ambos líderes en los últimos nueve meses. Y eso sí que es noticia de primera. Por eso, así lo destacan ambos diarios:

Naturalmente, cada diario arrima el ascua a su sardina, a la hora de titular el debate de ayer sobre la Ley de la Memoria Histórica. Son como la noche y el día.

El Mundo:

Ningún otro grupo apoya…

El País:

…salva el primer escollo

El País incluye en su interior un artículo interesante de Juan Goytisolo , contrario a legislar sobre la memoria histórica, que copio y pego a continuación:

Miradas prismáticas a la Guerra Civil

JUAN GOYTISOLO

15/12/2006

Del mismo modo que toda gran creación novelesca no puede ser examinada desde un prisma único, ya sea de orden ideológico, religioso o nacional, ni por su «corrección» moral, social, sexual o artística, sin ser descuartizada por el crítico cirujano en la mesa de operaciones de su morgue o cátedra, un acontecimiento de trascendencia universal como lo fue la Guerra Civil española, objeto de centenares, quizá millares, de tratados, manuales, testimonios, memorias, no admite interpretaciones unívocas ni planteamientos definitivos e intocables. Sólo debates como el que tengo el honor de clausurar permiten abarcar la infinitud de matices y contradicciones, éxitos y fracasos que configuran las circunstancias que la provocaron y determinaron el curso de los acontecimientos: la derrota de quienes luchaban por una causa justa, víctima no sólo del auge de los totalitarismos, sino traicionada también por los gobiernos que hubieran debido defenderla.

Vivimos ahora en una etapa marcada por la recuperación de la memoria histórica de los vencidos al cabo de casi treinta años de gobierno constitucional: este lapso puede resultar sorprendente a primera vista, pero en realidad no lo es. Los condicionamientos impuestos por el tránsito de la dictadura a la democracia no lo explican todo. Después de una catástrofe como la que se abatió sobre España entre 1936 y 1939 y su prolongación opresiva por la dictadura franquista, era tal vez necesario recapacitar, restañar las heridas, cerrar definitivamente el ciclo de guerras civiles y cuartelazos de espadones que marca la historia española desde la invasión napoleónica a la muerte de quien reposa hoy en e1 Valle de los Caídos.

Recuerdo haber leído hace casi medio siglo un sugerente artículo de Arthur Koestler sobre la cura de silencio tocante a Vichy y la colaboración con los nazis seguida durante la inmediata posguerra francesa y la que puso entre paréntesis la culpabilidad del pueblo alemán en tiempos del canciller Adenauer: ambas fueron necesarias, decía, para decantar la brutalidad de los hechos y aquilatarlos en el filtro de la conciencia. Quizá sea ello una regla histórica, como pude comprobar estos últimos años con los habitantes de Sarajevo. Terminado el asedio, tras un breve afán de testimoniar acerca de lo ocurrido, prefieren hoy, si no olvidarlo, ponerlo entre paréntesis, aguardando el momento en que el peso de este silencio les obligue a romperlo, como acaeció en Francia y Alemania con la emergencia de generaciones nuevas.

Recuperar la memoria dolorosa de la barbarie de la guerra y de la represión franquista es una necesidad vital para quienes fueron sus víctimas y los descendientes de éstas, pero no puede convertirse en materia de ley. He citado varias veces el distingo de Todorov entre quienes se erigen en guardianes de aquella como un bien precioso y someten el presente al pasado, y quienes utilizan el pasado de cara al presente y aprovechan las injusticias y atrocidades sufridas para evitar su repetición. Legislar sobre la memoria me parece a la vez innecesario y peligroso. Sólo un patán ignorante o un fanático pueden negar hoy la realidad del Holocausto y quien así lo hace carga con la ignominia de su mentira, nescencia y obcecación. Incluso este horror único en la historia de la «especie humana» de la que hablaba Robert Antelme no necesita el amparo del legislador. El extremo indecible del exterminio programado a escala industrial está ahí, en su ámbito físico y en el de nuestras conciencias, para testimoniar mientras corran los siglos. Pues, sentado este precedente, la ley contra el negacionismo del controvertido genocidio armenio abre las puertas, como advirtió Timothy Garton Ash en un excelente artículo publicado en EL PAÍS, a una legislación infinita sobre las matanzas en Argelia. Camboya, Bosnia, Ruanda, Durfur, etcétera, y, quién sabe, si a las perpetradas en América contra los pueblos indígenas en nombre de nuestra sacrosanta civilización.

Intervenciones como las que hemos escuchado son el mejor antídoto contra el recurso a la ley para establecer una verdad histórica. Si en tiempos antiguos la historia era el reino del mito y de las falsificaciones recurrentes, ligadas siempre a sentimientos patrióticos e intereses materiales, la historia de hoy acepta su condición de verdad relativa, su índole provisional y sujeta a rectificaciones y mejoras en función del nivel de nuestros conocimientos y de los hechos y datos que los sustentan. No hay verdades macizas e impolutas como las que esgrimían antaño los portavoces de uno y otro bando. Las ambigüedades de muchos intelectuales señaladas por Jordi Gracia muestran la infinidad de matices y situaciones de una realidad no sujeta al prisma único de una ideología. Cierto que muchos franquistas arrepentidos se esforzaron en ocultar su pasado. Muy pocos tuvieron la valentía moral de sacarlo a luz o se adelantaron a su posible descubrimiento. Quienes hemos escrito textos autobiográficos lo sabemos mejor que nadie. Si nos resignamos a ser sinceros es porque somos mentirosos desesperados.

La causa de la República movilizó las conciencias de los intelectuales y escritores, especialmente en Francia, Inglaterra y Norteamérica (aunque el compromiso de plumas conocidas de estos dos últimos países no haya sido cubierto aquí con la extensión que merece). Este amor a la causa española se remonta como sabemos a comienzos del siglo XIX. Wordsworth, Coleridge y los llamados «apóstoles» de Cambridge pusieron su talento y entusiasmo al servicio de los constitucionalistas de Riego o murieron, como Roberto Boyd, en el malhadado desembarco de Torrijos en Málaga. La polarización política de los años veinte y treinta del pasado siglo amplió el fenómeno de la fascinación por la España romántica a una defensa del pueblo español frente 1a brutalidad del golpe militar contra la República. Para ceñirnos al caso de Francia, mayormente estudiado aquí, la gama de motivaciones de quienes se alistaron para sostener al Gobierno legal o acudieron a socorrerle en sus escritos y en la prensa abarca todos los colores del arco iris. De Malraux a Simone Weil, las razones y experiencias son tan distintas como la personalidad de sus autores. Recientemente leí las pruebas de un interesante relato de la hispanista Elena de la Souchère, de próxima aparición en Galaxia Gutenberg. La entonces jovencísima voluntaria en el frente de Madrid pasó a Barcelona, en donde su misión, encomendada por Aguirre e Irujo, amigos personales de su padre, consistía en ayudar a camuflarse y escapar a los sacerdotes vascos de los comecuras anarquistas. ¡Faceta nueva y original de esta mirada prismática, de mil facetas, a la que se refiere el título de este escrito! Las referencias a Nizan, Cassou, Mauriac, Sartre, Bataille, Leiris, Breton, Elie Faure o Camus ponen de manifiesto la diversidad de tintas y enfoques de su compromiso. Su generosidad intelectual anda casi siempre reñida con las nociones de estrategia y cálculo. Algunos episodios, hechos y citas que desconocía me han conmovido. Lástima que este amor a la justicia haya disminuido de forma inquietante en nuestros días con respecto a otras causas tan justas y dignas de ser defendidas como las de los palestinos, chechenos y otros pueblos sometidos a las leyes inicuas de la violencia y ocupación.

Quisiera añadir, para cerrar esta breve charla, que la única conclusión a la que cabe llegar después de este excelente simposio sobre la Guerra Civil es, precisamente, la de la imposibilidad de llegar a conclusión alguna, fuera del hecho de que navegamos a corriente o a contracorriente en el río de Heráclito.Recuperar la memoria dolorosa de la barbarie es una necesidad, pero no puede convertirse en materia de ley

FIN

Si disponen de tiempo libre este fin de semana, no se pierdan este otro artículo sobre Chile y Pinochet que publica hoy Prudencio García en El País:

Vergüenza para la justicia de Chile

PRUDENCIO GARCÍA 15/12/2006

La impunidad del general Pinochet queda establecida para siempre en términos históricos. El fallecimiento del imputado en una causa penal produce su sobreseimiento automático y definitivo (artículo 93 del Código Penal de Chile). La urna que contiene sus cenizas es, por tanto, plenamente merecedora de llevar la siguiente inscripción: «Augusto Pinochet Ugarte: impune por defunción».

Al no haberse producido ni una sola condena en ninguna de sus numerosas causas penales, sus partidarios presentes y futuros se ocuparán de explotar al máximo esta joya que les regala la patética justicia de su país. Este tipo de dirigentes -pese a sus crímenes- siempre consiguen fervorosos partidarios en todas las áreas sociales, no sólo en los ámbitos militares, financieros, oligárquicos y de amplios sectores de las clases medias, sino también en los ámbitos académicos. No faltarán, sino que sobrarán, profesores, historiadores y tratadistas que dejarán, negro sobre blanco, que el general Pinochet fue un estadista intachable, ya que «jamás pudo ser condenado por la justicia, a pesar de las insidiosas calumnias de sus enemigos».

Recordemos, entre otras atrocidades, que en algunos de los antros de tortura pinochetistas, según revelan los testimonios prestados ante las dos comisiones oficiales de investigación (Rettig y Valech), se utilizaron feroces perros amaestrados para atacar y violar a las mujeres interrogadas como supuestas subversivas. Recordemos que, según acredita el informe oficial de la comisión presidida por monseñor Valech, 28.000 personas fueron torturadas y salvajemente humilladas, entre ellas varias decenas de ciudadanos españoles. Recordemos que, ante el tribunal británico que sentenció la entrega a España en extradición del ex dictador (después frustrada por la decisión política), el fiscal proclamó en la vista oral que «aquellos casos allí presentados eran los más atroces jamás vistos ante un tribunal inglés».

Recordemos también que el padre de la actual presidenta de Chile, entonces general de la Fuerza Aérea, fue torturado por sus propios subordinados y murió a consecuencia de los destrozos físicos sufridos. Recordemos que incluso la hoy presidenta Bachelet y su madre también fueron conducidos a las siniestras instalaciones de Villa Grimaldi, donde fueron en su momento torturadas y humilladas.

Recordemos igualmente que aquel individuo supuestamente enfermo -devuelto a su país por razones humanitarias, invocando su deteriorada salud-, nada más llegar al aeropuerto de Santiago abandonó la silla de ruedas (Y Pinochet «se levantuvo y andó», decíamos en estas mismas páginas comentando el chusco episodio), gesto que culminaba aquella tomadura de pelo de dimensiones transnacionales, consumada ante los ojos y la carcajada general de la opinión pública mundial.

Recordemos frases tan indignas como éstas: «Esas violaciones de derechos humanos que se me imputan fueron obra de mis subordinados, actuando fuera de mi conocimiento y de mi control». Infame argumento en boca de quien, en la cúspide de su poder y de su soberbia, decía aquello de que «en Chile no se mueve una hoja sin que yo lo sepa». Y aquel iracundo «la DINA soy yo», rotunda frase con la que, ante las reticencias de algún general, apoyó las actuaciones de la criminal organización en el extranjero, incluidos los asesinatos de su antecesor el general Carlos Prats y su esposa (Buenos Aires, 1974), el del dirigente democristiano Bernardo Leighton y la suya (Roma, 1975), y el del ex ministro de Allende, Orlando Letelier, con su secretaria (Washington, 1976).

«Sabíamos que mandó matar, pero creíamos en su honradez», decían algunos de sus antiguos seguidores. Inocente o interesada creencia, que se desvaneció ante las evidencias del caso Riggs, cuando todo el mundo supo que no sólo mandó matar sino que también mandó robar astutamente, mediante diversas manipulaciones financieras, ordenando a sus hábiles administradores evadir capitales, defraudar impuestos, falsificar documentos, cobrar cuantiosas comisiones ilegales, y poner sus millones de dólares a buen recaudo, en la misma banca utilizada por otros ilustres estadistas y mafiosos de similar catadura moral.

La justicia chilena cargará para siempre con la inmensa vergüenza de haber sido incapaz de juzgar a un desalmado criminal, habiendo dispuesto, para hacerlo, de seis años y nueve meses, desde el regreso de Inglaterra del ex dictador. Tiempo sobrado para desaforarle y procesarle -como se hizo repetidamente- por muy diversos casos de secuestros, torturas, asesinatos y robos millonarios de guante blanco. Pero también tiempo sobrado para juzgarle y condenarle.

Hubiera bastado una única condena por uno solo de sus crímenes -sin necesidad de pisar la cárcel-, para que Pinochet hubiera adquirido la condición oficial de delincuente, dato de considerable importancia para la posteridad. Pero, al no haber recibido condena alguna, se ha salvado incluso el funeral militar. Penoso espectáculo, el de unos honores militares para quien ordenó una represión que incluyó matar, secuestrar, torturar a miles de sus conciudadanos civiles, llenar clandestinamente numerosas fosas comunes y arrojar cadáveres al mar, según consta en miles de folios judiciales. Honores castrenses para un jefe indigno que arrojó sobre sus subordinados, que le obedecían ciegamente, la responsabilidad de las decisiones criminales que él mismo tomó y cuya ejecución siempre controló.

Por añadidura, el general, como si se tratara de su última y más sarcástica burla, ha ido a morir en una fecha emblemática: el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, conmemoración de su Declaración Universal. Enhorabuena, general.

FIN

Por último, me ha llamado la atención -y me ha provocado una sonrisa- la segunda noticia de la portada de El Mundo , que va sobre una entrevista que finalmente han conseguido hacer al candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián.

Con cierta vanidad profesional que, por injustificada, resulta pueril, El Mundo destaca este presuntuoso sumario:

Primera entrevista con el candidato socialista al Ayuntamiento de la capital

Para que esta información sea cierta, deduzco que El Mundo está anunciando una serie de entrevistas con Miguel Sebastián y que ésta es «la primera» de dicha serie. Habrá, quizás, una «segunda» o una «tercera». Ya veremos.

De lo contrario, no entiendo por qué presume de que es «la primera«.

Hace un par de semanas, oí una larga entrevista que Carlas Francino le hizo a Sebastián en la Cadena SER.

Si no cuenta la radio, y se refiere a que es «la primera entrevista» impresa en un diario de información general, vuelve a caer Pedro Jota Ramírez en una presunción pueril o en un gran desconocimiento de lo que publica la prensa española. O, al menos, de lo que publica el diario de información general lider de España que, como certifica el EGM es 20 minutos. Y lo es desde hace más de un año, cuando destronamos a El País. (En 20 minutos le damos una vuelta a El País y dos vueltas a El Mundo , pues a este último le sacamos una ventaja de más de un millón de lectores diarios).

Puede ser que Pedro Jota no madrugue lo suficiente como para conseguir a tiempo un ejemplar impreso de 20 minutos, o que no preste atención a nuestra edición digital 20minutos.es. Si es así, lo siento por él. No sabe lo que se pierde.

Para corregir su pequeño error de «Primera entrevista…» (digno de un principiante), copio y pego aquí (mediante enlace) la entrevista que le hizo nuestro Juan Carlos Escudier en 20 minutos y en 20minutos.es el pasado lunes.

Ya lo dice el refrán:

«Dime de qué presumes y te diré de lo que careces»

¡Feliz fin de semana prenavideño!

(Actualizado a las 01:05 H.)

Acabo de leer este mensaje de nuestro contertulio Imagina en mi correo y paso a cumplir con el deeo del autor que es pegarlo en el blog. Dice así:

«Siento molestarle en su correo-e, pero no hay manera de colgar mi comentario en su blog.

Si no le importa copiarlo y ponerlo, se lo agradecería.

Saludos cordiales

imagina

______________

La conclusión que me queda, después de haber visto enterrar a Franco, que murió de viejo y ahora a este remedo sanguinario, que también muere de viejo (como ha dicho alguien, lo que alarga la vida putear a los demás), es que ni la justicia divina ni la humana tienen nada de justas y nunca podremos esperar nada bueno ni de los jueces ni de los gobernantes, ellos tienen otras prioridades en la vida.

Por ejemplo, el proyecto de memoria histórica que creo que se ha aprobado, no prevé anular los juicios tramposos, delictivos y carnavalescos (si no hubieran tenido unos resultados tan dramáticos), que tanto la justicia militar como la civil, perpetraron después de la victoria del golpe de estado, consumados por fantoches vestidos de jueces y de militares, al dictado de unos mandatarios y de unos intereses espurios, contra demócratas, defensores del estado de derecho legalmente constituido y que aún hoy, y con un gobierno llamado socialista en el poder, se les niega el reconocimiento y su derecho a un digno recuerdo.

Saludos

imagina

—–

También yo he intentado copiar y pegar varias veces este comentario de imagina en el blog y no he tenido éxito. Por eso lo pego a continuación del post. (Eso sí se hacerlo).

De hecho, no he visto publicado ningún comentario desde que coloqué el último post. No se cuál es el problema técnico si lo hay.

Tampoco me atrevo a preguntar hasta mañana a los técnicos de 20 minutos en un viernes por la noche, sobretodo porque estarán gozando de un sueño profundo, después de la juerga que tuvimos anoche hasta las tantas de la madrugada. Aún no he recuperado mi voz de bajo, después de la exibición que hicimos los miembros del coro 20 minutos.

Ayer jueves celebramos la cena de Navidad en 20 minutos Madrid y lo hicimos, por cierto, en un centrico hotel, cerca de nuestra redacción central, instalado en el edificio que fue sede del cuartel general del Santo Oficio de la Inquisición hasta que desapareció muy entrado ya el siglo XIX.

Nuestro amor a la libertad de expresión (y nuestro canto) seguramente espantó anoche a todos los fantasmas de los torturadores de la Inquisición que vagaran por allí.

Cuando mañana se despierten los técnicos, les preguntaré qué es lo que pasa para que lo arreglen. Lo siento.

JAMS

—-

12 comentarios

  1. Dice ser pericles

    No deja de ser curioso que el gobierno socialista se vea comprometido con una Ley de Memoria Histórica que no convence a nadie, cuando la iniciativa para la elaboración de dicha Ley no fue propia, sino a petición de sus aliados parlamentarios ERC e IU. En su intento por evitar un nuevo evitar un nuevo frente con el PP, el PSOE intentó que esta Ley fuera consensuada por todas las partes, y lo que ha conseguido es que el PP les acuse de dividir a la sociedad trayendo a primera línea asuntos que en su parecer ya están caducados, mientras que sus aliados parlamentarios se sienten desairados por un proyecto de ley que les parece insuficiente y que no soluciona los asuntos que en su opinión quedaron pendientes. Personalmente creo que no hubiera hecho falta una Ley para la Memoria Histórica, sino iniciativas legislativas que hubieran ido completando todo lo que ya se ha hecho desde los comienzos de la transición. Pero en defensa del gobierno, que se ha quedado sólo con el presente proyecto, diré que tampoco fue iniciativa suya.http://www.elpais.com/articulo/opinion/Memoria/elpepuopi/20061217http://www.elpais.com/articulo/opinion/Guerra/civil/larvada/elpep

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser pericles

    El mundo abetzale está dividido. Sus expectativas no se están viendo cumplidas. Esto demuestra que la tan cacareada “rendición del Estado ante ETA” no es más que una falacia. El gobierno se ha mantenido firme en la defensa del Estado de derecho. Si ETA vuelve a los asesinatos se encontrará más dividida que nunca, porque muchos de su “entorno” que están deseando dejar la “lucha armada”, entre ellos muchos de los activistas condenados y en prisión, se encontrarán absolutamente decepcionados. Y la responsabilidad de las nuevas muertes será ÚNICA y EXCLUSIVAMENTE de aquellos de ETA que vuelvan a la violencia y de quienes los apoyan. El Estado de derecho se ha mantenido firme, pese a la labor de zapa de algunos agoreros han estado realizando durante todo este tiempo. La unión de los demócratas debería haber sido imprescindible. Pero unos deseando tener más protagonismo y otros para no perderlo han dado una bochornosa imagen de división por razones políticas que no ha ayudado nada.http://www.elpais.com/articulo/espana/proceso/paz/divide/Batasuna

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser soledad

    ¿30.000?…No voy a comentar esta noticia porque me sube la tensión, se me dispara el azúcar, me produce taquicardias y me entra muy mala h…

    16 diciembre 2006 | 01:37

  4. Dice ser Perico, el de los Palotes

    Pues yo voy a comentar la entrevista al señor Miguel Sebastián (candidato a la alcaldia de Madrid por el Psoe).El señor Miguel Sebastián la empezó bien, aunque sin dar ni anticipar ninguna solución: “Los ciudadanos tienen cada vez menos servicios, pagando cada vez más impuestos y teniendo cada vez más deuda. Eso es lo increíble de la gestión de este Ayuntamiento.”A continuación se atragantó: “El problema es cuando para ti todo tu sentido de la ciudad son las obras. Es lo que ha pasado en los últimos años años, y por eso es importante que Gallardón se vaya ya.”Siguió con el de la memoria histórica (comprometiéndose en un tema económico muy importante): “La ciudad debe tener un buen gestor, lógicamente. Pero ya ha habido antecedentes en la historia donde ciudades endeudadas han conseguido controlarlo en un horizonte razonable, sin renunciar a los servicios sociales y sin subir los impuestos. Se puede hacer y ya tendremos ocasión en la campaña de explicar cómo se puede.”Prosiguió con una declaración de intenciones bastante ppoppulista: “La M-30 había convertido en una división y era un problema que había que abordar. La cuestión es si la forma en la que se ha abordado responde a un modelo de ciudad o simplemente trata de ocultar los problemas que tiene la ciudad para que los ciudadanos no lo vean, aunque muchos lo van a ver porque están en el túnel. Había diferentes propuestas de distintos urbanistas de mucho prestigio. Yo los hubiera sentado, habría hecho una tormenta de ideas con ellos y, antes de someter a los ciudadanos de Madrid al calvario de los últimos años, hubiera sometido el proyecto final a su consideración”.Seguidamente aportó demagogia: “las cosas impuestas desde arriba están condenadas a fracasar”.Y para finalizar se contradijo (con la manifestación anterior), justificó como pudo y se largó por la tangente: “El sistema de remuneración de la clase política es el que es y no se puede cambiar. Tenemos un alcalde bastante bien pagado, con un sueldo muy superior al del presidente del Gobierno”.A mí por esta entrevista me parece un candidato muy pobre para una ciudad como Madrid. Muy limitado.

    16 diciembre 2006 | 01:55

  5. Dice ser Joseph Ringo

    Los crímenes contra la humanidad no prescriben.A los criminales de guerra se les persigue en todo el mundo hasta que son juzgados y encarcelados, excepto en España, que les dedicamos avenidas, parques y mausoleos.

    16 diciembre 2006 | 11:31

  6. Dice ser imagina

    Concluye JUAN GOYTISOLO su escrito con: “Recuperar la memoria dolorosa de la barbarie es una necesidad, pero no puede convertirse en materia de ley”No seré yo quién discuta al Sr. Goytisolo sus conclusiones, tan bien elaboradas y documentadas, entre otras cosas porque no sé si lo que yo necesito es una ley o que se recupere la memoria histórica, pero para mí que viví gran parte de mi vida con la dictadura y he tenido que esperar decenas de años para “saber” las injusticias aberrantes que se llevaron a cabo en el nombre de la justicia, necesito que se reconozca desde los estamentos del estado, a las víctimas con nombres, apellidos y circunstancias y a los “verdugos”, con nombres apellidos y circunstancias, llevaran estos togas u uniformes militares.De que sirve recordar si no se puede devolver a las víctimas su dignidad y poder señalar a los “verdugos” con todo el desprecio del que se hicieron acreedores por su iniquidad, aunque muy pocos puedan vivirlo en persona.Saludos

    16 diciembre 2006 | 13:01

  7. Dice ser elvizca

    Yo creo que hasta que no seamos capaces de aclarar con autoridad y justicia nuestra memoria historica y se reestablezca con objetividad la dignidad y la indignidad de unos y otros, no podremos superar esa enfermedad española de la hipocresia, la doble moral y el miedo al poderoso que nos contagia a todos, que nos tiene anclados en el pasado y no nos dota de los niveles eticos y democraticos comunes para acceder, por fin, a una sociedad civil moderna.Y si no se consigue ahora con un gobierno de izquierda moderada habremos perdido una ocasión posiblemente irrepetible y seguiremos arrastrando el castrante sindrome de nuestros fantasmas familiares.

    16 diciembre 2006 | 13:20

  8. Dice ser pericles

    Con cual de estas dos opiniones sobre el aumento desproporcionado del precio de la vivienda, que a continuación voy a colgar, está cada uno más de acuerdo? Una recomendación, es mejor leer cada texto primero sin saber quien es su autor, antes de llegar a cualquier conclusión o posicionamiento. Más que nada para evitar peligrosas vendas sectarias.http://www.elpais.com/articulo/opinion/clave/transparencia/elpepuhttp://www.elpais.com/articulo/opinion/grave/desregulacion/elpepu…Se esperan opiniones.Saludos.

    17 diciembre 2006 | 21:10

  9. Dice ser imagina

    Pericles, la verdad es que la opinión de ORIOL NEL•LO, me parece más racional que la de MARIANO ZABÍA LASALA, y no hay problema de sectarismo porque no conocía a ninguno de los dos.La fiebre de la compra de vivienda propia, por personas humildes y el crecimiento de los precios de forma desarbolada, con unos beneficios teóricos enormes si se vendiera dicho piso, me recuerda la fiebre que centró la inversión en compañías de filatelia o unos años atrás, la que motivó a muchísimos pequeños ahorradores a comprar acciones de Terra (a Villalonga no le pilló el bajón).Para mí que el crecimiento exagerado de los precios de las viviendas son un “bluff” económico, que como todos ellos terminan con la explosión de la burbuja y pringando hasta las ingles a los más humildes. Y si no termina de esta forma, el resultado es el mismo, el crecimiento inflacionista de la deuda del ciudadano, conduce a la pobreza y a la miseria para el sector de la población con menos armas para afrontar este estado de cosas.Y como parece que debemos aceptar que el liberalismo neo/con (antes capitalismo) es quién manda, no seamos hipócritas y apliquemos a rajatabla las teorías de Gil y Gil, que a todos los mendigos sin techo, les daba un billete de tren con destino a escoger y los facturaba de Marbella. Ampliemos esta norma a todos los pobres que no llegan a final de mes, a los miserables que no pueden pagarse colegios privados o no pueden comprarse un coche y no digamos comprarse un piso.No alarguemos la agonía.Saludos

    17 diciembre 2006 | 22:59

  10. Dice ser pericles

    Imagina, yo también estoy más de acuerdo con Oriol que con Zabía. Es más, cuando comencé a leer el artículo de este último, sin saber quien lo había escrito, pensé que estaba leyendo un cuento de hadas. Nada de lo que dice se parece en lo más mínimo a la política sobre el suelo que se está llevando a cabo en Madrid. Y omite, a mi parecer de forma intencionada, que una de las causas de la gran especulación actual sobre el suelo urbanizable está precisamente en la Ley del Suelo aprobada por su partido en el año 1998, según la cual todo suelo es urbanizable y al mayor precio posible, sin que haga falta ningún estudio urbanístico previo. Una absoluta aberración. Y a ello es a lo que se están dedicando en la Comunidad de Madrid. A enladrillarla a lo loco.Esta era la razón por la que pedía que se leyesen los comentarios sin conocer quienes eran sus autores.Saludos.

    18 diciembre 2006 | 12:05

  11. Dice ser JAMS

    Hola a todos:Mi desaparición cibernética durante este fin de semana no ha sido causada por la resaca. Estoy recuperado de la cena de Navidad de 20 minutos, pero mi portatil no lo está. No pude conectarme ni pegar los PDF de los diarios. Me lo van a arreglar.Felices comidas y cenas de empresa.JAMS

    18 diciembre 2006 | 14:04

  12. Dice ser Perico, el de los Palotes

    No necesita excusarse. Todos (creo) entendemos que un pequeño descanso se lo tiene más que merecido… (se lo gana continua y merecidamente con el sudor de su frente).Sus trabajados, extensos y documentados artículos (no comentarios) confirman esa opinión.No decaiga.Un saludo.

    19 diciembre 2006 | 01:06

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