No deja de ser curioso que haya personas para las que casarse sea un objetivo, una ilusión, un paso que no se plantean ni por asomo evadir; para otras algo indiferente, que ni apetece ni molesta, y es fácil que se dejen llevar por su pareja o las circunstancias; en cambio para muchos es algo a evitar como sea, que como mucho abordarán si interesa en términos administrativos o económicos pero, aún así, a regañadientes.
Una variedad lógica, normal y respetable. Que cada persona es un mundo es lugar común y totalmente cierto.
Entre los últimos, los que aborrecen del matrimonio aunque con frecuencia acaben casándose por conveniencia, he escuchado con frecuencia el argumento del no quererse atar, de dejar la puerta abierta a desvincularse el uno del otro con más facilidad, de repeler de los usos y costumbres establecidas para vincularse a la pareja.
Perfecto. Nada que objetar. Pero confieso que cuando me lo han comentado parejas con hijos siempre me ha sorprendido. ¡Pero sí ya habéis firmado el mayor compromiso que puede alcanzar una pareja!
Los hijos, que no el matrimonio, son el vínculo difícil de romper. Tener hijos en común, te hayas casado o no, será lo que te ate al otro de por vida, aunque el amor y la convivencia se hayan dado a la fuga.
En nuestro país, hoy día, los papeles igual que se hacen se rompen. Por mucha boda que hubiera, si no hay hijos puedes partir peras y no volverte a ver.
Los niños en común permanecen y, salvo en pocas y normalmente dolorosas excepciones, la pareja rota tendrá que seguir en contacto regular, obligados a entenderse por el bien del menor.
Tengo amigos que se divorciaron sin haber tenido hijos y, oye, como si no existieran el uno para el otro. También tengo amigos que nunca se casaron pero fueron padres y ahí siguen, teniendo que hablarse y hacer planes conjuntos.
No siempre se entienden con todo el éxito deseable, no siempre el menor es lo primero, todo hay que decirlo.
¿No queréis compromisos de por vida? ¿No os veis capaces de manejar una relación frecuente y no tóxica con un ex? Casaos si queréis, pero no tengáis hijos entonces.