‘Cosas que no hacen los mayores’, un cuento para reírnos juntos de las deseables imperfecciones mutuas

En los últimos días han llegado a mis manos varios cuentos de la editorial Nube Ocho. Dos de ellos han llamado especialmente mi atención y he querido traerlos a este blog.

Uno es Federico y sus familias. En él, el gato Federico es el hilo conductor para mostrarnos que la felicidad es posible en todo tipo de familias, para normalizar vivir solo con papá o papá, con dos papás o con los abuelos.

Y el cuento de Mili Hernández llega en mi formato favorito para los más peques, resistente, cuadrado y manejable.


Pero mi cuento preferido entre las novedades de esta editorial es otro, para niños a partir de unos tres años. Se llama Cosas que no hacen los mayores de Davide Culi y Benjamin Chad.

Madres, padres, abuelos y abuelas somos imperfectos, inconsecuentes, inconstantes y demasiadas veces malos ejemplos. Es imposible ser perfectos, tampoco es deseable. Lo que sí convendría es que fuéramos conscientes de todo ese cúmulo de realidades.

Este libro nos lo recuerda, nos pone en nuestro sitio de una manera muy divertida.

No deberíamos exigir a nuestros hijos en demasía ni caer en el postureo parental. Os aseguro que los niños son perfectamente conscientes de que a veces decimos palabrotas, nos enfurruñamos, hacemos travesuras, trampas, echamos las culpas a otros, nos portamos mal en definitiva.

Es un cuento delicioso para reírnos juntos, para relativizar.

También para tomar nota de que los niños nos observan, de que les enseñamos con nuestros actos más que que con nuestros discursos y que en aquello que sí es realmente importante deberíamos ponernos las pilas para ser buenos ejemplos.

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