¿Mascotas en clase? Un aula no es lugar para hámsters, insectos o pájaros

Se llama Bolita, es una hámster rusa de más de dos años (provecta edad) y es la mascota de la clase. Toda su vida ha transcurrido en un aula, con su consecuente griterío esporádico, y pasando por diversas casas de niños en vacaciones y en los fines de semana. Periplos voluntarios, a nadie se obliga, pero siempre hay candidatos.

En otras clases hay bichos palos o agapornis. No es el único colegio en el que esto sucede. Seres vivos en una esquina, aumentando la ratio pero dando poca guerra.

¿Os parece buena idea?

Puede venderse como una manera de trabajar la responsabilidad en los niños, cierto, pero yo no estoy nada de acuerdo y así lo planteé en la reunión del primer trimestre.

¿De verdad no se puede aprender esa responsabilidad de otra manera?
A mí me parece más importante transmitir a nuestros hijos el respeto por la vida, por el otro.

Lo primero que hay que plantearse antes de dar la bienvenida a un animal a nuestro hogar (o colegio o empresa) es su bienestar. ¿Estará en las condiciones óptimas? ¿Podemos hacernos cargo de él para siempre y en todo momento? Si no es así, mejor no tenerlo. Vivir en una clase y dando tumbos por distintas casas no es pensar en lo mejor para el pobre bicho.

Yo lo tengo claro: mascotas vivas en los colegios, mejor que no. También porque lo que se puede acabar enseñando a los niños es que nuestro capricho, nuestros deseos, están por encima de cualquier consideración hacia el animal. Un mensaje muy peligroso, más en una España repleta de abandonos.

Para entender la responsabilidad que supone un animal, para acercar los animales domésticos a las aulas, nada mejor que invitar a algún voluntario de un centro de protección animal a dar una charla en el colegio sobre la realidad existente en este país, con perreras y protectoras llenas, decenas de miles de gatos en la calle con una esperanza de vida irrisoria y muchas más pequeñas mascotas abocadas a vidas cortas llenas de sufrimiento por la falta de conocimientos.

Tener un animal de compañía no es obligatorio. Resistirse a los impulsos poco reflexionados sí debería serlo.

5 comentarios

  1. Dice ser Laura

    Muy bien por tu parte plantear este debate en el colegio. Espero que tanto la dirección como el resto de padres sepan ver la realidad y apoyen tu punto de vista.
    Un saludo.

    16 octubre 2019 | 09:27

  2. Dice ser flink

    Que pongan plantas, tambien son faciles de cuidar y se enseña orden, alimentacion, y cuidados…. Antes en los colegios teniamos plantas, no las cuidabamos nosotros…. Miren en el colegio han de tener lapices de colores, folios, pizarra, borrador y un profesor.

    Dejarse de animales, ordenadores (sólo en la clase especifica de este)

    Los alumnos de los craks de informatica de Silicon , estos hijos de informaticos les enseñan a la antigua, es decir… sin ordenadores, mobiles y tal.

    Hacen deporte, dibujan a mano, escriben a mano.

    Deberian hacer caligrafia, manualidades, construcciones a mano, construir con cajas de cartón, papiroflexias,

    O hacer muñequitos con sus propias manos… cortar con tijeras, pintar con rotuladores, lapices, ceras y todo manual.

    Aprender instrumentos musicales….

    Y los animales dejarlos pobrecitos y que pongan plantas que se aprende mucho de la vida.

    16 octubre 2019 | 14:30

  3. Dice ser unomas

    soy de la egb y teníamos hamsters en clase y vivían como reyes.
    criaban, nos los regalaban y todos felices aprendiendo a cuidar animales.
    hacíamos grupos semanales para cuidarlos y alimentarlos.
    no veo el problema.

    16 octubre 2019 | 14:48

  4. Dice ser juancho

    Un zoo tampoco es lugar

    16 octubre 2019 | 20:49

  5. Dice ser M. Victoria

    Totalmente de acuerdo. Para repartirse los fines de semana el peluche o cualquier otro objeto, no un ser vivo. Un ser vivo no es un juguete.

    18 octubre 2019 | 14:13

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