¿Te has interesado por aquello que apasiona a tus hijos?

Puede ser un youtuber determinado, una serie, un tipo de libros, de videojuegos, de música o un deporte. Pueden ser muchas cosas las que roben el corazón a nuestros hijos, las que ocupen su tiempo y sus conversaciones.

¿Te has asomado a ellas? No me refiero a supervisar a ver si son apropiadas, a echar una ojeada para saber qué son, aunque también tenga sentido o sea incluso necesario. Hablo de genuinamente interesarte, de probar a leer ese libro, a escuchar esas canciones, sentarte junto a tu hijo a jugar o a ver ese deporte o película. Hablo de hacerlo sin prejuicios, dispuesto a dejarte sorprender.

Por supuesto puede ser que no te guste, que incluso descubras que te horroriza. Pero lo has intentado. Lo aborrecerás con conocimiento de causa. También puede ser que te sorprendas encontrando algo interesante, que merece la pena.

Suceda lo que suceda, lo más probable es que tu hijo agradezca que te intereses por aquello que a él o ella le interesa. Implica que te estás interesando por ellos. Es otra manera de decirles que les quieres.

Nos gusta compartir nuestras aficiones; nos gusta poder hablar de aquello que nos apasiona con los demás; nos gusta, sobre todo cuando somos niños y adolescentes, que las personas a las que queremos valoren lo que hacemos.

«Ojalá hubiera tenido una madre como tú». Hace poco me lo volvieron a decir. En los últimos tres años lo he escuchado media docena de veces por parte de chicos muy jóvenes, en la adolescencia. Lo he escuchado en redes sociales y en persona cuando han descubierto mi falta de acercamiento sin ideas preconcebidas y desde el respeto por aquello que les apasionaba, ya fueran mangas o rol (que a mí también me encantan), o k-pop (que he descubierto que no es lo mío).

En realidad no me querían como madre, claro que no querrían cambiarme por las suyas. Es un absurdo. Lo que de verdad me estaban diciendo es “ojalá mi madre mostrase interés por esto que tanto me gusta”, “ojalá mi madre entendiese lo que es esto que tanto me apasiona y a lo que dedicó tanto tiempo”, “ojalá mi madre no despreciara mis aficiones”, “ojalá pudiera hablar de todo esto con ella”. Sobra decir que es aplicable también a padres.

Expresan un deseo de acercamiento. Un deseo legítimo.

Este pasado fin de semana escuchaba a dos parejas de padres quejarse de cómo sus hijos adolescentes se han convertido casi en extraños de la noche a la mañana. Que se habían distanciado muchísimo, que no querían nada con ellos. Esa toma de distancia a esa edad es comprensible, es biológica, pero siempre podemos intentar tener puentes.

Los vínculos entre padres e hijos no son irrompibles, se pueden resquebrajar; que te interese (al menos de entrada) lo mismo que a ellos, puede que incluso encontrar aficiones en común, es una buena manera de fortalecerlos.

Sin forzar, sin mentir, sin paternalismo, sin objetivos ocultos, sin garantía de éxito.

¿Te interesarás por aquello que apasiona a tus hijos?

(GTRES)

1 comentario

  1. Dice ser Almara

    Mi hija todavía es muy pequeña, pero si que tendré en cuenta esto que comentas. Al final, interesarme por aquello que le apasiona, creo que va a ser una buena manera para conectar con ella, entenderla mejor, y así se sentirá que estoy todavía más cerca de ella.
    Gracias por los consejos.

    09 octubre 2019 | 10:27

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