La necesidad de aceptar que no sabes la causa del autismo de tu hijo

Hace tiempo encontré un hilo en Twitter que os recomiendo leer entero:

En un momento determinado dice: «Los seres humanos somos muy eficientes aceptando la pérdida. Pero para ello debemos racionalizarla. De lo contrario, sólo queda el sinsentido, lo arbitrario, el caos. No somos tan buenos encarando semejante abismo. Necesitamos entender. Siempre».

Cuestionarse el motivo y no saberlo, no ser nunca capaz de entender del todo, de tener respuestas. Eso es a lo que nos enfrentamos la gran mayoría de los padres de niños con autismo.

¿Por qué a mi hijo? ¿Qué es lo que ha hecho que tenga autismo?

No hay respuesta.

No podemos evitar hacernos más preguntas, que en algunos casos no nos atrevemos a decir en alto, que quedan en nuestro interior: ¿Será algo que hice en el embarazo? ¿Será que yo también tengo rasgos autistas? ¿Me atreveré a tener más hijos?

Los especialistas nos cuentan que hay detonantes genéticos, aún desconocidos, combinados probablemente con causas ambientales. Un cóctel complejo y aún ignorado que la ciencia se está esforzando en desentrañar y con la que cooperamos participando en estudios genéticos y encuestas. Porque el primer paso para poder avanzar es precisamente ese.

También nos dicen que no fueron las vacunas. Y tienen razón. Las vacunas salvan vidas, no las quiebran.

Recomiendan con razón que no escuchemos los cantos de sirena que nos encontraremos de gente sin escrúpulos que asegura que tras el autismo hay intoxicación de metales pesados, que se cura con quelaciones o con dietas restrictivas. Mienten. Lo hacen para lucrarse incluso a costa de la salud de nuestros hijos. Y esos timadores tienen éxito con frecuencia precisamente por ese desconocimiento de las causas, por esa necesidad de entender el origen, de racionalizar, unido a la desesperación de querer curar a nuestros niños. Algo imposible.

Ellos son así, el autismo forma parte intrínseca de ellos, se puede y se debe trabajar mediante las terapias adecuadas para ayudarles a alcanzar su máximo potencial, de autonomía y de felicidad. Y al mismo tiempo debemos aceptarlos como son, amarlos incondicionalmente sin enredarnos en falsas expectativas o sueños imposibles.

Un proceso de aceptación largo y cambiante en el que juega un papel importante aceptar precisamente que no sabremos el porqué.

El ser humano necesita entender, sí, pero a veces necesita aún más avanzar mirando hacia delante.

4 comentarios

  1. Dice ser Gonzalo Calvo Pérez

    La causa del autismo ha sido señalada en el pasado como la carencia afectiva, la «frialdad», de la madre hacia el hijo, en edades tempranas. Es el conocido como «síndrome de la madre nevera». La actual primacía feminista, así como la dictadura de lo políticamente correcto, explican que esto sea censurado.

    10 mayo 2019 | 14:17

  2. Dice ser Jose Merino Neff

    «El ser humano necesita entender, sí, pero a veces necesita aún más avanzar mirando hacia delante»

    La ilusión es nuestro principal estimulo para mirar hacia delante…

    10 mayo 2019 | 19:46

  3. Dice ser Araceli

    Buenos días.
    Tengo dos hijos con autismo, y nunca he necesitado saber la causa ni me he lamentando por tener esta situación…. Creo que hay que ser prácticos, asumir nuestra realidad y pensar :¿Qué puedo hacer?. Creo en la necesidad de concentrar nuestra energía en solventar los retos de cada día, y no en cosas que no van a solucionar nada.

    11 mayo 2019 | 09:12

  4. Dice ser Carmen

    Yo tengo k.reconocer k.sobretodo al principio me obsesione con saber las causas, tambien me he culpado miles de veces y e buscado muchas causas k se pudieron.dar en.el.embarazo, y hoy despues de 3 años del diagnostico pienso k no creo k.llegue a saber el porque, aunke si k me gustaria la verdad,

    08 julio 2019 | 22:15

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