¿Cómo tener a veinticinco niños de ocho años haciendo cálculos mentales felizmente durante hora y media?

¿Como tener a veinticinco niños de ocho años haciendo cálculos mentales felizmente durante hora y media? No es preciso acudir a Finlandia para dar con propuestas innovadoras que logran esos objetivos. En el Colegio Público Miguel Hernández, ubicado en la periferia del sur de Madrid, toda la tarde del martes de una de las clases de tercero de Primaria está dedicada a trabajar en grupos interactivos.

Los niños van rotando en pequeños grupos por mesas en las que hay padres voluntarios, supervisados e instruidos por los docentes, que juegan a multiplicar, sumar y restar con barajas españolas o a medir con papel higiénico. Los materiales innovadores no pueden ser más humildes.

En una de esas mesas, riendo junto a los niños, está Iñaki, aunque su hijo ni siquiera va a esa clase. Defiende que es es una experiencia muy enriquecedora para todos, adultos e infantería, y siempre anima a las familias a que participen, si es que les resulta posible conciliarlo, que ese es otro tema. La mayoría son madres y si estas actividades se mueven a la mañana cuesta muchísimo encontrar suficientes progenitores.

Los padres no se mueven de la mesa que les ha sido adjudicada. Son los niños los que van rotando por los tres juegos posibles, uno que invita a sumar y restar para lograr sumar veinte por parejas, una guerra de multiplicaciones y otro de medidas.

Los materiales no pueden ser más sencillos: barajas de cartas, papel higiénico, reglas y fichas de parchís.

La tutora se llama María y me cuenta antes de que arranque la jornada de grupos interactivos que procura que se trate de juegos colaborativos. No quiere decir con eso que los niños no se enfrenten a otros, sino que se enfrentan siempre haciendo equipo.

Ella se centra en las matemáticas, pero me explica que en otras clases trabajann otras competencias. No hay materia que no se pueda incluir en los grupos interactivos.

Al final de la jornada dedican unos minutos a que los niños comenten cómo se ha desarrollado los juegos, qué es lo que más les ha gustado, lo que menos y a hacer propuestas de mejora, que son del tipo “que xxx no se enfade si pierde” o “tenemos que escucharnos más”.

Fui testigo de todo ello como parte de la elaboración de un reportaje publicado el pasado 20 de febrero que os invito a leer, un reportaje que no iba de los grupos interactivos, sino de la presencia de los padres en los colegios, de la colaboración entre familias y maestros.

Pero no quería dejar pasar la oportunidad de traer aquí esa experiencia que viví en primera persona. El entusiasmo de los niños era evidente mientras sumaban, restaban y multiplicaban; que todo se desarrollaba como la suavidad de un engranaje suizo también.

Alfredo Fernández, director del centro, me explicaba así estos grupos interactivos: «hay un referente adulto, que puede ser una madre, una abuela o un tío, dirigiendo, orientando y acompañando el trabajo de grupo. Y se está haciendo un trabajo curricular, que es la parte más novedosa, lo que más puede chocar. Todo coordinado y supervisado por el tutor. Con una participación total de las familias, a las que hacemos un formación previa. (…) No es mano de obra gratuita, es implicar a las familias en los procesos del cole, se da un salto cualitativo. Las familias participan de todo el proceso, programación, ejecución y evaluación y en el desarrollo de la clase. (…) No creo que sea especialmente difícil en Secundaria, conozco centros así trabajando también los grupos interactivos, pero te complica más trabajar con otros que trabajar solos».

Si queréis más información sobre este modo de trabajar en clase, hay mucha información en Internet. En Comunidades Educativas los describen así: “Los grupos interactivos es la forma de organización del aula que da los mejores resultados en la actualidad en cuanto a la mejora del aprendizaje y la convivencia. A través de los grupos interactivos, se multiplican y diversifican las interacciones, a la vez que aumenta el tiempo de trabajo efectivo. Se caracterizan por ser una organización inclusora del alumnado en la que se cuenta con la ayuda de más personas adultas además del profesor o profesora responsable del aula. De este modo, se logra evitar la segregación y competitividad que se genera al sacar al alumnado etiquetado como “difícil” o “lento” del aula para aplicarle adaptaciones curriculares y que ha dado lugar a un aumento del fracaso escolar (especialmente del alumnado segregado) y de conflictos. Por el contrario, en los grupos interactivos se logra desarrollar, en una misma dinámica, la aceleración del aprendizaje para todo el alumnado en todas las materias, los valores, las emociones y sentimientos como la amistad“.

Como me dijo César Bona en una entrevista, “en España sobran los profesores innovadores, lo que necesitan es que les apoyemos”. Pueden ser docentes que se embarcan en proyectos bien pensados y rebajados, en grupos interactivos, en gamificar el aula, en meter en ella juegos de mesa o de rol… y ese apoyo que necesitan tiene que venir de la dirección del centro, de sus colegas, de la administración y también de las familias.

Tenemos que echar una mano si podemos, entender sus esfuerzos y también sus errores, porque todos nos podemos equivocar. Procurar, en definitiva, no contribuir a que a los buenos acaben quemados.

Sin nosotras se para el mundo. También sin los maestros.

Fotos: Elena Buenavista.

3 comentarios

  1. Dice ser elsrts

    Pues considero que está mal utilizar a padres , deberian ser maestros con titulacion universitaria …. Vaya forma de ahorrarse dinero publico ¡¡¡¡

    Deberian ser Maestros con estudios universitarios pues para esto han estudiado en la Universidad pedagogia , matematicas, cosa que los padres no.

    Que sí que le pondran buena voluntad pero esto no es…. No señores han de poner gente preparada si no no saldremos del pozo…

    Y lo de papel de WC pues … queda fatal…. que pongan ABACOS, que cuenten lentejas, pero no eso…. Vaya ideas más raras….

    Mientras quien pueda se pagara un maestro privado y aprendera mas…. Son ganas de hacer perder el tiempo, Un maestro con estudios es lo mejor…. Un maestro que les pase su saber ….

    05 marzo 2019 | 16:30

  2. Dice ser Motgana

    La colaboración de las familias con los colegios me parece fundamental. Esto parece una gran iniciativa y una forma divertida de aprender para todos.
    * Para elstrs: os debéis creer que el dinero crece en los árboles

    06 marzo 2019 | 08:13

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