Los padres no deberíamos dejar que maravillas como ‘Cantando bajo la lluvia’ desaparezcan para nuestros hijos

Antes, en muchos, casos, veíamos esas obras de arte porque no había otra. Solo había un par de canales. Si querrías tele, te tragabas lo que había. Y lo que había, hay que dar gracias por ello, eran con frecuencia maravillas como La diligencia, Rebeca, El largo y cálido verano, Cantando bajo la lluvia, Capitanes intrépidos, La reina de África, La ventana indiscreta, Vacaciones en aroma, Mogambo, La fiera de mi niña, La gata sobre el tejado de zinc, Lo que el viento se llevó, Ben-hur, Historias de Filadelfia, ¡Qué bello es vivir! o Desayuno con diamantes.

Seguro que los que me leéis teniendo más de 40 años habéis visto muchas, si no todas. Podría seguir largo rato acumulando títulos. Son películas que me marcaron, historias que recuerdo con cariño y que he visto de nuevo siempre que he tenido la oportunidad. Solo con mencionarlas me apetece visionarlas de nuevo.

Una de ellas es Cantando bajo la lluvia, sin duda entre mis diez títulos favoritos de todos los tiempos. Tierna, inteligente y divertida. Una lección además sobre la historia del cine envuelta en la historia del cine misma. Han pasado por ella casi 70 años sin que haya perdido un ápice de frescura. La vi con mi hija cuando tenía unos siete años y la disfruto, seguro que la volveremos a ver en un futuro.

Un regalo para todo el mundo de Stanley Donen, que se rodeó de un talento excepcional, empezando por un Gene Kelly perfecto y terminando por el que apretaba la serie bombillas. Donen, que ha muerto dejando un legado artístico de un valor extraordinario, porque también fueron suyas joyas como Siete novias para siete hermanos o Charada.

Sería una enorme lástima que películas así quedaran en el olvido de la mayoría de la mano de un exceso de oferta audiovisual que empaña la historia cinéfila. Todo debería ser compatible. Lo nuevo y lo mejor de lo de antaño.

Creo que es nuestra responsabilidad como padres presentarles esas películas. Cuando veamos que procede, las que procedan. No hay que forzar, no hay que pretender que todo guste, pero al menos debemos ofrecer aquello que sabemos que merece la pena, que emociona, hace reflexionar y disfrutar. Y que forma parte ya de la cultura universal.

Que accedan a esa cultura gracias a nosotros, también es educar.

2 comentarios

  1. Dice ser ANTINDIA

    Yo de pequeña vi una pelicula de Buñuel, El Angel exterminador, y me encantó…. Puro surrealismo salian ovejas y tal me encantó. Y el tema era precioso y raro perfecto para un niño que lo entiende muy bien.

    Y veíamos peliculas clasicas muy bonitas, de hecho toda mi cultura cinéfila viene de los 5 años hasta los 15 años.

    Me acuerdo que hacian cineforum por la tele, sabado noche… ponian peliculas superbuenas. Veíamos todos los clasicos ….

    Vaya cultura que tenemos los de 50 años,

    La tele era respetuosa y ahora se ha perdido la verguenza, ves gente mayor ( respecto a un niño ) diciendo palabrotas, insultando, La tele ahora es asquerosa salvo la 2, y algunas privada tipo National Geografich, o reportajes intelectuales o de viaje, o de cocina, o que hablan de temas respetuosos.

    Es una verguenza que no se vean peliculas clasicas , que es lo que da cultura y son buenas.

    23 febrero 2019 | 21:17

  2. Dice ser Lola

    Stanley Donen fue un genio dirigiendo películas. Y por supuesto que hay que enseñar a nuestros hijos, nietos ya en mi caso, que hay cosas muy interesantes más allá de las videoconsolas o los móviles.
    Mis películas musicales preferidas son Cantando bajo la lluvia y Siete Novias para siete hermanos. Y Charada, es una comedia que no me canso de ver. Descanse en paz S.D.

    23 febrero 2019 | 21:55

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