‘Flores azules’, una especie de ‘Torres de Mallory’ en el que algunas niñas se quieren

Casi acaba el día de la visibilidad lésbica, un día que la actualidad ha semienterrado. Casi acaba, pero no quería dejar de escribir unas recomendaciones literarias al respecto, para contribuir desde del blog a que se vea.

Más en concreto, quería recomendar varios mangas. Algunos, como el que titula el post, son perfectamente aptos para adolescentes.

Adolescentes que tienen muy pocos referentes diversos en la oferta cultural y de entretenimiento que les llega. ¿Recordáis que ya hablamos de eso hace pocos meses? 

El título que os contaba que pueden leer adolescentes y que recoge varias relaciones entre chicas es Flores azules (Aoi Hana) de Takako Shimura. Una serie de ocho tomos (hay también una serie de animación) que ha sido editada en España por Milky Way y que se enmarca dentro del denominado yuri, un subgénero propio dedicado al amor entre mujeres; mucho menos surtido de títulos que su equivalente masculino (yaoi), todo hay que decirlo.

La historia sigue a varias adolescentes de dos institutos diferentes. Mientras la leía, me recordaba poderosamente a los vaivenes sentimentales y de amistad del clásico Torres de Mallory, con niñas de internado, que leí heredados de mis primas mayores.

La sensible Fumi y la impetuosa Akira son las protagonistas, amigas inseparables en una serie de libros dulces (tal vez demasiado para leerlos ya adulto, las portadas no engañan) en la que aparecen también otros personajes (también chicos, aunque son los menos) y en el que, por supuesto también hay relaciones heterosexuales.

Pero hay más. También puedo recomendar desde aquí Shonen note. Otra serie de ocho tomos que ha traído a España la editorial Tomodomo y creada por Yuhki Kamatani, una de mis autoras preferidas que además se enmarca dentro del colectivo LGTBi.

Shonen Note de hecho me parece una obra mucho más redonda que la anterior, por su expresión artística y también por la delicadeza de la historia, que trata del paso de la infancia a la adolescencia de la mano de dos niños, uno ruso y otro japonés, con voz de soprano y bajo la espada de Damocles del cambio de voz.

Una obra recomendable para adolescentes, pero también para cualquier adulto con un mínimo de sensibilidad. Me ganó con su protagonista, el sensible y conmovedoramente extraño Yutaka Aoi:

Ya avanzada la serie conoceremos en esta obra coral en todos los sentidos al hermano mayor de Yutaka, un ser libre que se empeña en ser inclasificable y a veces viste de mujer. Un personaje positivo y arrebatador. También a una de las integrantes del coro, lesbiana y enamorada de la subcapitana de la coral del instituto. Está tratado con una delicadeza y un realismo exquisitos. Si no titulo el post con esta obra es únicamente por el papel tan secundario que tiene.

De la misma autora se está publicando por la misma editorial Sombras sobre Shimanami. También muy coral, en el que aparecen distintas personas dentro del colectivo LGTBi unidas por una casa que es refugio, que es hogar para todas ellas. El hilo conductor es un chico de instituto gay y aún metidísimo en el armario, luchando por aceptarse y quererse a sí mismo. En este libro aparece mi relación favorita entre dos chicas de los mangas que he leído.

Ese primer tomo también sería apto para adolescentes, pero es el único editado en español y el único que he leído de una serie que aún está abierta en Japón.

Doy el salto a otro libro de reciente publicación pero que ya advierto que es complejo y una lectura claramente adulta: Mi experiencia lesbiana con la soledad, editado por Fandogamia. Es autobiográfico y descarnado. Su autora, Kabi Nagata, tiene que luchar contra la depresión y solo comienza a salir a flote cuando acepta su propia sexualidad, algo que hace contratando una escort lesbiana.

Flores Azules y Shonen Note son delicados y luminosos, Sombras sobre Shimanami es igualmente delicado e invita a la reflexión, este libro (de una calidad incuestionable) es crudo y no escatima miserias.

No quiero terminar sin mencionar Citrus, de Saburouta y editado por IVREA. Es una serie abierta que no he leído, pero que es uno de los máximos exponentes del yuri que se ha traído a España. Sinceramente, no sé a partir de qué edad puede ser recomendables.

Por último, no olvidéis que #LeerCómicsEsLeer y, por supuesto, leer mangas es leer.

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