El otro día, cuando empecé a ver el primer episodio de la última temporada de The Big Bang Theory, sentí una pena inesperada. Tras once años en antena, llenando nuestra pantalla de risas e innumerables referencias a la cultura pop, la serie iba a decir adiós.
Cuando una ficción lleva tantos años con nosotros es inevitable cogerle cariño sus personajes que, al igual que nos ha pasado nosotros, han evolucionado y crecido.
Una década da para mucho. Nacimientos y funerales. Bodas y separaciones. Nos vamos haciendo mayores pero, a pesar de todo, seguimos siendo en esencia los mismos. Y, si sois como yo y los personajes de Big Bang, pese a las nuevas responsabilidades podemos decir que seguimos siendo unos frikis.
Cuarentones, sí, pero frikis.
Echo la vista atrás y veo lo que nos hizo conectar con la serie: esa falta de relaciones amorosas que se suplía con artilugios tecnológicos, jugando el ajedrez en 3D de Star Trek, con partidas de Halo, guerras de pintura, empuñando el sable luz de Star Wars, peleándose por conseguir el Anillo Único, comprando la máquina del tiempo de H.G. Wells en E-Bay, conectando la cadena musical vía Internet a través de servidores de medio mundo para hacer rebotar un rayo láser en la luna…
Los juegos de rol, las series de ciencia ficción y fantasía, los disfraces, las redes sociales, los sistemas operativos, los cómics, juguetes y merchadising de películas consiguieron aproximar los personajes al friki-nerd-espectador que, a fuerza de verlos en su salón, los convirtió en parte de la pandilla y cenó con ellos comida china.
Big Bang ha sabido reflejar como pocas series el espíritu del adolescente o joven introvertido que se esconde tras la pantalla del ordenador, que tiene miedo de demostrar su valía por miedo a que le atormenten en clase, al solitario que busca un amor, al inseguro que se siente mejor tras un avatar de Twitter, al que pasa más tiempo con videojuegos que relacionándose con los demás.
Las tres primeras temporadas son geniales. Con un tempo perfecto de comedia y frases hilarantes donde destacaban los patéticos intentos de ligue de Wolowitz, y los esfuerzos del enclenque Leonard por enamorar a la (inalcanzable) vecina rubia.
Luego llegaron las relaciones de pareja que, aunque debilitaron la esencia de la serie, trajeron consigo grandes personajes como Amy, cuya relación con Sheldon –que desembocó en una boda oficiada por, ni más ni menos, por Luke Skywalker-, nos dejó grandes momentos desde la ya mítica escena del encuentro en la cafetería.
Soy consciente de que Big Bang ha perdido parte de su magia, de que ha tenido numerosos episodios flojos, pero, por encima de todo, creo que la capacidad de haberse convertido en una de las comedias más longevas y exitosas de la televisión, pese a sus defectos, tiene un valor monumental y un titánico trabajo detrás.
Pocas, muy pocas series, han cosechado la celebridad y el cariño del público que posee Big Bang. Por todo lo que me ha hecho disfrutar, por los numerosos momentos de mi vida que asocio con la serie (nos encanta a mi marido y a mí y la seguimos viendo juntos) la voy a echar muchísimo de menos.
Suscribo palabra por palabra todo lo que has dicho. Ya no es lo que era, pero les echaremos de menos.
07 octubre 2018 | 10:15
Ya era hora… qué serie más mala.
07 octubre 2018 | 10:20
habrá que encariñarse con otra serie
07 octubre 2018 | 10:53
Serie muy sobrevalorada. Tuvo algunos momentos, pero ni al principio era tan buena.
07 octubre 2018 | 11:30
Yo no soy de ver la tele y mucho menos series.. Pero la verdad que Bing Bang Theory me enganchó desde una tarde que fui a visitar a una amiga y estaba la tele puesta. Los personajes me encantan han complementado super bien creo que Bing Bang a hecho un trabajo maravilloso y con ellos se llevan muchas tardes llenas de risas, pero creo que cuando vea el último capítulo lloraré.. En fin, felicidades a todo el equipo ♥️
07 octubre 2018 | 14:11
Por encima de comentarios de «entendidos» que hacen exámenes de conciencia, esta serie me gusta, me divierte, me ha hecho pasar muy buenos ratos sentado frente al televisor.
No me preocupa si los episodios son profundos o si tienen la calidad que algunos añoran o… simplemente me parece deliciosa y veo los episodios repetidos una y otra vez en NEOX y no me cansan. Me acompañan en días tristes, en tardes de sol, en noches de relax…
Gracias «BIG BANG».
08 octubre 2018 | 09:56
una serie entrañable realmente con guiños a tantas situaciones de peliculas, series, comics y cultura pop. Nunca me gusto el tratamiento del eprsonaje de raj…cuando pensaba que ya iba a evolucionar zas, de nuevo una caida que me fastidiaba,,,sin emabrgo no puedo quejarme de ningun episodio, muchos de ellos realmente conmovedores. Una serie evocadora, amigable, graciosa se dejara extrañar
09 octubre 2018 | 22:01