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Entradas etiquetadas como ‘politicos’

Independencia, independencia… ¿Y la Constitución y el derecho vigente?

Por Arturo Lobo

Respecto a si las personas de Cataluña seguirían teniendo la nacionalidad española, tengo que decir las cosas que no se atreven los políticos a decir.
En última instancia serán los españoles los que decidan quién es español, porque la Constitución y las leyes que se asientan en el pueblo español, han sido creadas por él y él las puede cambiar al parecer de lo que los españoles digan.

El derecho vigente avala aparentemente que los catalanes seguirían siendo españoles, pero también ampara los derechos individuales de los catalanes que no quieren dejar de permanecer bajo el paraguas de España. Y es bastante obvio que estos ‘catalanes de segunda’ o ‘españoles residentes en Cataluña’ serán relegados, sino expulsados cómo lo fueron los judíos de España, incluso los reconvertidos. Al tiempo.

Foto de Artur Mas. (ATLAS)

Foto de Artur Mas. (ATLAS)

La Constitución española es la que es y esta refrendada por todos. Afirma que España es una y todos los españoles tienen derechos individuales, inalienables por la voluntad de unos pocos, a que así sea. Tienen derecho por no decir la obligación, que sí se dice parcialmente, a que sea una. Con sus ventajas e inconvenientes, pero cada español ha decidido que esos son sus derechos individuales. Y sólo al conjunto de todos ellos les corresponde modificarlo.

Bien, supongamos que finalmente Cataluña se independiza unilateralmente por pensar que es su derecho, que se puede ‘ir de casa’ cuando quiera. ¿Concederá el señor Mas la independencia a Gerona u Hospitalet, por ejemplo, si deciden en referéndum que así lo quieren y quieren volver a España? ¿Conservarán la nacionalidad catalana? Un hijo que se va de casa cuando las cosas están mal porque cree que le irá mejor en solitario. ¿No tienen los padres y la familia el derecho a decir: ¡Vete con Dios y no vuelvas a mi casa!? Y en todo esto digo Mas, que no más, porque en este caso sería menos. Que ganas de restar cuando puedes sumar.

Ningún político en la inauguración del nuevo puente de Cádiz

Por Joaquín Antonio Ruiz Hurtado

El próximo jueves 24 de septiembre se inaugurará el Puente de la Constitución de 1812 en Cádiz. Ya están todos los políticos y amigotes codeándose para salir en las fotos y llevarse el protagonismo y el mérito.

Puente de Cádiz

Construcción del nuevo puente de Cádiz. (EFE)

Para acabar con esa hipocresía quiero exponer lo siguiente: Que en esa inauguración no esté presente ningún político, ninguna representación política, que tan solo estén presentes los trabajadores de inferiores categorías que hicieron posible esa magnífica construcción, trabajadores que con sus manos, con su sudor y con el dinero de todos elevaron esa prodigiosa obra.

En todo caso y en representación de las Instituciones que vaya el último y más humilde trabajador. Que no vaya ningún político.

Pido perdón a quien eché en cara que no fuese a votar

Por José Ignacio Gonzalo Rodriguez

Después de toda mi vida votando y participando en la política de mi país, no he ido a votar en las pasadas municipales y no creo que lo vuelva a hacer ya en el resto de mi vida.

A la gente que he conocido que tampoco lo ha hecho en todos estos años por las razones que sean, la he llamado siempre la atención y la he querido dar clases de civismo y ética explicando que si no participan no tienen después derecho, por lo menos derecho moral, a quejarse de ninguna situación y que votar no solo es un derecho que tenemos los ciudadanos sino también un deber con nuestra sociedad.

Sin embargo ahora, a mis 55 años, me doy cuenta que nuestro sistema de elecciones es un juego corrupto y corrompido desde su médula cuyas reglas son manejadas y manipuladas por la clase política a su total antojo y conveniencia.

Dicho sea de paso, pido perdón a toda esa gente a la que quise dar clases de ‘nada’. El ‘todo vale’ se impone a la lógica y la moral.

Varios ciudadanos cogen papeletas de una cabina en un colegio electoral del centro de Barcelona para las elecciones del 24-M. (EFE)

Varios ciudadanos cogen papeletas de una cabina en un colegio electoral del centro de Barcelona para las elecciones del 24-M. (EFE)

En campaña electoral se puede vender o jurar cualquier idea, sea lo que sea y si ganan las elecciones, pueden cambiarla, ignorarla o incluso hacer todo lo contrario. Realmente en la práctica, lo que estamos eligiendo es quién va a ser el próximo dictador durante los cuatro siguientes años.

Además, un dictador para mí no tiene color; es decir, lo mismo da que sea de izquierdas, de centro o de derechas, rojo, blanco o azul, ellos no tienen color, solo tienen amigos y amigos, sean del lado que sean porque… hoy mando yo y lo hago por ti y mañana mandaras tú y lo harás por mí, yo te tapo hoy y mañana me tapas tú.

Así,  pues, creo sinceramente que si se participa en la votación es una manera de decirles que acepto el juego y sus reglas; si echo una papeleta en blanco o un voto nulo sigo aceptando lo que acabo de deducir aunque matizando que no me gustan los políticos o partidos que hay en este momento pero aceptando el juego, eso sí.

Por el contrario, si no se participa, nueva opción que he tomado, es una manera de decir que no juego, que no me gustan ellos y tampoco las reglas y que hay que cambiar radicalmente tanto a ellos como las reglas. Creo que esto es lo que deberíamos hacer el 100% de los ciudadanos.

También aprovecho para decir a estos políticos que España no es un pastel de poder y corrupción que hay que repartir ni tampoco su cortijo particular y que ellos no son los amos de nada sino simples administradores al servicio de los ciudadanos y por tanto ellos se deben a nosotros y no al contrario.

«Si votar es un acto de responsabilidad, conviene extremar las precauciones»

Por José María García

Las elecciones en España se celebran cada cuatro años, pero sus consecuencias se prolongan en el tiempo durante muchísimos años más. El político español tiene especial afición a las obras faraónicas, inútiles, de dudoso gusto o con un peaje que los ciudadanos tienen que sufrir durante décadas.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. (EP)

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. (EP)

La moda de la privatización de servicios públicos («gestión indirecta» lo llaman algunos) por la que se entrega la gestión de servicios básicos a empresas privadas en aras de una mayor «eficiencia», es la principal vía para hipotecar la capacidad de decisión de los gobiernos durante varias legislaturas. Pero no solo empeora la calidad del servicio y las condiciones laborales, también incluyen unas cláusulas tan sumamente abusivas que hacen prácticamente imposible deshacer el contrato en caso de que cambie de signo el Gobierno.

El catálogo de horrores es numeroso y abarca desde aeropuertos y autopistas de peaje, pasando por servicios de agua privatizados o el almacén subterráneo de gas Castor y lo que está más de moda ahora: la privatización de hospitales.

En Castilla la Mancha, Cospedal acaba de adjudicar la gestión del nuevo hospital de Toledo a una empresa privada durante los próximos 30 años, a seis meses de las elecciones. Suena a dejarlo todo «atado, y bien atado» y más teniendo en cuenta los antecedentes del PP en Toledo: el contrato de basura de la ciudad de Toledo se adjudicó a Sufi (una empresa que aparecen en los papeles de Bárcenas) cuatro días antes de la elecciones de 2007…

Si votar es siempre un acto de responsabilidad, con estos antecedentes conviene extremar las precauciones.

«Antes de las elecciones volveremos a oír muchas promesas»

Por Manuel Nogueras Tamargo

Un hombre deposita su voto en las pasadas elecciones autonómicas y municipales en Madrid. (GTRES)

Un hombre deposita su voto en las pasadas elecciones autonómicas y municipales en Madrid. (GTRES)

Hay una cosa que los ciudadanos sabemos. Estamos a muy poco tiempo de unas elecciones para nuestra comunidad y nuestro Ayuntamiento.

Durante este tiempo vamos a oír muchas promesas, rebajas, ayudas, etc… Nos vamos a olvidar de todo lo que nos han quitado con nuestro esfuerzo.

Aquello que ya es irrecuperable. Lo peor de todo, es que me da la sensación de que van a salir los mismos.

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Creo en los que día a día hacen el cambio

Por Alejandro López Parejo

2014 es ya Historia, pero como afirmaba el escritor mexicano Carlos Fuentes «el pasado está escrito en la memoria y el futuro está presente en el deseo». Y el deseo hizo que irrumpieran con fuerza nuevas formaciones políticas, ideas frescas y declaraciones insólitas hasta el momento en un panorama político hasta entonces desolador. Sobre la memoria del pasado poco queda por decir, aquellos que entonces fueron «molt honorables» se postulan hoy como «molt sobornables», al tiempo que la sociedad civil arguye la necesidad de un cambio no sólo de rostros, sino también de ideas.

Y hay quien decía que el 15M no sirvió de nada. Llegaron los que no querían, los indeseados, los “frikis” a fin de cuentas. «¡Viva la democracia!», proclamaban quienes al tiempo alentaron el miedo a lo nuevo en una muestra, otra más, de incoherencia democrática y sociológica como sólo ellos nos tienen acostumbrados. Pero el hartazgo era (y es) sublime. Cambiaron caras para seguir diciendo lo mismo y haciendo lo propio. Felipe VI demostró nada más llegar que no estaba dispuesto a ceder ante quienes le reclamaban un referéndum que a todas luces habría reforzado su autoridad y respaldo. Pero en la España democrática los referéndums son sinónimo de inconstitucionalidad; preguntar a la ciudadanía constituye delito para quienes durante décadas ampararon cajas, regalos y cuentas en B.

Una urna en un colegio electoral J. L. Cereijido / EFE

Una urna en un colegio electoral. J. L. Cereijido / EFE

Frente al shock inducido por los continuos casos de corrupción cabría preguntarse por qué ahora. Torres-Dulce dimitió al mismo tiempo que en el Supremo se firmaba un escrito exigiendo mayor independencia con la Justicia por parte del Gobierno; todo mientras Ruz apura como puede sus últimas semanas al frente de la trama Bárcenas, de la que pronto será relevado. Del 2014 algunos hemos confirmado nuestras sospechas de que la transparencia de la que hablaban, la regeneración que prometían y los cambios que proclamaban no eran más que palabras vacías. No entienden nada.

Pero yo hoy creo. Creo en quienes día a día hacen el cambio, en quienes frente a las palabras vacías, responden con épicos actos de valentía, acciones que transforman y cohesionan una sociedad empachada de la retórica y avaricia de (no lo olvidemos) unos pocos muy notables. Sólo cuando la ciudadanía toma conciencia de su poder, las instituciones caen en la cuenta de su debilidad. Es entonces, y únicamente entonces, cuando el cambio deja de ser un deseo futurible y pasa a convertirse en un hecho formidable. Feliz 2015.

No valgo para político

Por José María García Diago

Combo de imágenes de cuatro políticos españoles (ARCHIVO)

Imagen de cuatro políticos españoles (ARCHIVO)

¿Sabéis por qué no soy político? ¡Por pereza!

¡Qué cansancio eso de tener que comulgar con ruedas de molino!; de aplaudir cuando se enciende la luz roja; de repetir lo que te han contado; del «y tú más»; de las verbenas, misas y procesiones; de los congresos provinciales, regionales y hasta federales; de tener que arrimarse a «buen árbol» para que te cobije buena sombra; de llenar plazas de toros y pabellones deportivos; de callar aunque no otorgue…

Bueno, y porque me falta talento y me sobra vergüenza torera…

 

Oídos sordos a los científicos

Por Marta Vilalta Riera

Una empleada de un aeropuerto controla a los pasajeros en busca de enfermos de ébola. (GTRES)

Los políticos quieren ganar elecciones; los científicos no.

Estos no engañan ni ocultan la verdad para comprar votos; éstos cuando dicen algo lo dicen por una buena razón. Entonces, ¿por qué no se les hace ningún tipo de caso?

Si la comunidad científica opina que aunque se traslade a España el sacerdote contagiado de ébola no se podrá hacer más y solo se pondrá en peligro a todo un país, ¿por qué lo traen aquí arriesgando la seguridad de millones de personas?

Y lo mismo con los diferentes protocolos que se han saltado o la poca preocupación que muestran muchos políticos por el cambio climático, por ejemplo.

Éstos deberían empezar a creer más en los científicos y a hacerles más caso. Debería ser el Estado quien invirtiera más en ciencia y no las empresas privadas. Así podríamos habernos ahorrado más de una desgracia.

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No sobran funcionarios, sobran cargos públicos

Por Anastasia García Lorenzo

Sr. presidente de la Comisión de Presupuestos del Círculo de Empresarios:

Empleados públicos en su puesto de trabajo. (EFE)

Empleados públicos en su puesto de trabajo. (EFE)

Soy funcionaria del Estado. En 1986 saqué, estudiando durante años, unas oposiciones de Auxiliar para estar preparada en el servicio a la ciudadanía. Además, como tengo un nivel de estudios mayor del exigido, lo aporto a diario de forma altruista.

Mi sueldo base es inferior al salario mínimo interprofesional (algo que casi nadie conoce y que jamás entenderé cómo es posible que en prensa no se diga nada al respecto).

Mis pagas extras, cuando me las dan, no suponen el doble de lo que cobro (1.257 € limpios de polvo y paja porque tengo ampliación de jornada), sino el doble de mi sueldo (que es 567 €) más complementos).

Por ello, cuando hable usted de gasto público no demuestre su ignorancia al decir que sobran funcionarios, lo que sobran son cargos públicos, que son esos politicastros poco preparados que han accedido por amiguismo y que impunemente (como se está viendo) saquean a el país.

 

Las noticias superan a las series de ficción

Por Carlos García Muñóz

La realidad supera a la ficción. Cada día un nuevo caso, o varios, de corrupción, ya sabéis, siempre hay alguien que roba de mas.

Altos cargos directivos y políticos, que pese a contar con sueldos dobles, triples, viviendas, “Jaguars”; nunca tienen suficiente.

La noche anterior, después de ver un capítulo de mi serie favorita de ficción americana, sobre políticos corruptos y jueces a sueldo de los mismos, fui a cenar a casa de mi abuela.

Imagen ficcionada, que muestra a dos personas intercambiándose un maletín, simulando una práctica corrupta. (GTRES)

Imagen ficcionada, que muestra a dos personas intercambiándose un maletín, simulando una práctica corrupta. (GTRES)

Mientras le ayudaba a poner la mesa, de reojo, miraba la televisión y me sorprendí a mi mismo creyendo que lo que estaban echando era un capítulo de esa serie que tanto me gusta.

Desgraciadamente no era así, emitían el telediario y los protagonistas no eran actores, o sí, a su manera lo habían sido toda su vida, de manera que lo tenían que ser.

¿Cómo si no habían sido capaces de engañar a tanta gente? Me pregunté en voz alta como era posible que, aún teniendo dinero para cuarenta vidas, no dejaran nunca de robar.

Entonces la voz de mi abuela se escuchó desde la cocina sabia y cansada: “Quieren más, esta gente nunca tendrá suficiente, cuanto más dinero tienen más quieren”. Una contestación sencilla, simple, pero real. Apagué la televisión, demasiada realidad.