Por Anna de Mas Pérez
Barcelona resiste con otra huelga de metro el día de Todos los Santos, agravada por la suspensión indefinida de servicio de bus y quizás por una posible huelga de taxis. A pesar de que ofrezcan un servicio mínimo del 33% de metro durante todo el día, los ciudadanos del área metropolitana, yo incluida, sufrirán las consecuencias a la hora de ir a trabajar o a la universidad. No es la primera y tampoco será la última. Llevamos meses con una huelga encubierta donde los usuarios son las principales víctimas. La movilidad en Barcelona empeora a gran velocidad y más si le sumamos el aumento de precio del Bicing. Realmente, sí que viviremos una pesadilla de Halloween.