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Entradas etiquetadas como ‘jornada’

La censura en el cine del franquismo

Por Jordi S. Berenguer

Sala de cine (Europa Press).

Sala de cine (Europa Press).

Durante el franquismo el cine que vimos había sido sometido a varias etapas de censura. La oficial del Estado suprimía secuencias y alteraba doblajes. Una vez aprobada la versión adulterada, al llegar a ciertos lugares el cura del pueblo también imponía su criterio y mandaba suprimir algunos planos que consideraba pecaminosos, por lo que según en qué villas Gilda no se quitaba ni el guante.

La mutilación cinematografica no acababa ahí porque, con la coartada de la censura, algunos empresarios de sala acortaban el metraje para ofrecer más sesiones. Y algunos operadores de cabina, especialmente en los cines de barrio con sesión doble, aligeraban aún más el celuloide -cuando no suprimían todo un rollo-, para que la jornada laboral no se prolongara hasta las tantas. Con ese recorrido tan poco respetuoso con la integridad de la obra cinematografica, comprender el argumento de algunas películas solo estaba reservado a los muy intuitivos.

Para el cine español la cuestión añadía aún más visos de surrealismo. El primer paso para rodar una película era someter el guión al censor, que solía devolverlo lleno de tachaduras y alguna que otra observación. Una vez terminada, la película era sometida a otra censura en la que se podría suprimir algún plano alegando cuestiones de forma. Lo curioso es que algunos censores también ejercian como críticos cinematográficos. Y se daba la paradoja de que en sus críticas no era raro leer algún reproche sobre supuestas incoherencias del guión… el mismo que el propio crítico había alterado como censor.

Con la democracia hemos ganado, entre otros, el derecho a disfrutar de la versión íntegra para participar de la grandeza del cine. Especialmente del nuestro… aunque los censores se hayan quedado sin trabajo. Así es la vida. Así era su cine.

¿Minijobs o paro?

Por Maximiliano Lasén Paz

Vuelve a la carga la CEOE con los «minijobs», con que es preferible este contrato al paro. Cobrar 400€ por media jornada como si no tuviésemos ya contratos por horas que nadie desea. A estos empresarios cuando se les da la mano… La reforma del mercado laboral ha dado todo el poder a la empresa, pero quieren el poder absoluto sobre el trabajador, no sólo que cobre menos y trabaje más como decía el presidente de la CEOE encarcelado. paro

Con 6 millones de parados, no se entiende la consigna empresarial de aumentar la jornada de trabajo como ha hecho el gobierno con el profesorado para echar al paro miles de interinos. Lo serio es el reparto de las horas de trabajo entre el mayor número de personas, en vez de aprovechar el exceso de ofertas de mano de obra para aumentar su explotación. Pero no sería el sistema capitalista, cuya objetivo es, precisamente, sacar el máximo beneficio del trabajador y, puesto que hay disponibles tantos, se extrema el aprovechamiento hasta su destrucción. De ahí los minijobs, masa de trabajadores pobres, sustitutos de parados y margen de beneficio, cuando la economía crezca, de las empresas incompetentes como hace Alemania.

En 1919 se consigue en España la jornada de 8 horas, tras huelgas y muertos que nos recuerda el 1º de mayo. ¿Volver a empezar? La Ley de Igualdad  reduce la jornada para favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. En Francia, se reduce la semana a 32 horas para que haya más empleo. Primum vivere, a pesar de la CEOE.

Papá, profe y alumno

Por Rafael Cobos Quesada (profesor IES Cervantes de Madrid)

Señor Wert:
Como padre de dos niños de 3 y 9 años que acuden a un colegio público he preferido que mis hijos acudan a la escuela en la jornada de huelga de padres. Aunque apoyo la protesta creo que esta acción no es la adecuada, y para mis hijos no haberles llevado hoy con sus compañeros y profes hubiera sido un castigo.

Como profesor en un Instituto de Educación Secundaria de Economía en Bachillerato (por cierto, en la reforma educativa decide eliminar la materia de Economía como materia de Ciencias Sociales e introducir Literatura, que no es una Ciencia Social) he dado mis clases a los alumnos que había en el aula. Yo no estaba convocado a la huelga y he realizado mi trabajo. Entiendo las razones de los alumnos huelguistas y les ofrezco recuperar las lecciones fuera del horario lectivo regular.

Como alumno de la Escuela Oficial de Idiomas me declaro en huelga para protestar por algunas de las medidas que recientemente se han tomado, como la subida en Madrid de las tasas en las EOI en más de un 100%. Buena jugada sin duda para hacer más competitivas las escuelas privadas de idiomas.

Señor Wert, se lo digo como profesor de Economía, la competitividad se aplica donde hay que aplicarla, no en educación.