KRIS KUKSI, «Churchtank Type 7C», 2009, Courtesy: KRIS KUKSI & Thames & Hudson
Aaron Rosen, autor de un libro recién editado, Art & Religion in the 21st Century (Arte y religión en el siglo XXI), subraya el cretinismo del debate sobre el arte blasfemo:
El buen arte nos debe desafiar: perforar nuestras devociones, religiosas o de otro tipo. Pero simplemente conseguir titulares ofensivos (y buenas ventas) es un truco barato, indigno de un buen artista. La mayor parte de quienes hablan de arte blasfemo no son artistas (…) y nunca han pisado una galería.
El ensayo, publicado por Thames & Hudson [256 páginas, 32 libras esterlinas] presenta obras como el tanque-iglesia rococó, postindustrial y pertinente del estadouniodense Kris Kuksi.
El libro se sustenta en la idea de cuando te vinculas al arte o te expones a sus efectos entras, de manera inevitable, en un terreno religioso. Es fácil advertirlo en obras de la Antiguedad —el Partenón, los Budas de Bamiyán o la Mezquita Azul…—.
¿Pero que pasa en el siglo XXI y por qué algunas obras son calificadas como blasfemas por los intolerantes, los cortos de miras o los salafistas de conciencia?, se pregunta Rosen.
Siguen unos cuantos ejemplos de obras impías y ofensivas incluídas en el libro.
MOUNIR FATMI – «Connexion (Noveau Testament)», 2004–07 – Courtesy Mounir Fatmi: FNAC, France, Thames & Hudson
El artista marroquí Mounir Fatmi (cuyo lema es «no necesito raíces, necesito memoria») cablea el Nuevo Testamento con el Corán en esta obra de 2004 que puede ser entendida como un nodo o un artefacto explosivo.
La cuestión religiosa es siempre un asunto de conexiones. Mi obra juega con una paradoja: el peligro no está en leer el Corán, sino en conectarlo con otros libros ¿Existe un riesgo de explosión si haces esas conexiones? Hay una transmisión entre los libros: tienes la impresión de que la energía pasa de uno a otro.
RON MUECK – «Youth», 2009 – Courtesy the artist, Anthony d’Offay, London and Hauser & Wirth and Thames & Hudson – Photo: Alex Delfanne © Ron Mueck
El australiano Ron Mueck, un constructor de esculturas hiperrealistas con los que podrías mantener una reunión más empática que con un smartphone, muestra en la pieza Juventud a un Jesucristo de nuestros días.
Para Rosen el nuevo Mesías debe convencerse de su mortalidad y, como el Jesús bíblico, comprueba que mana sangre de la herida en el costado. Esta vez el corte está causado por una navaja en un desencuentro de pandilleros.
ADI NES – Untitled, 1999 – Courtesy Jack Shainman Gallery, NY, Sommer and Thames & Hudson Contemporary Art, Tel-Aviv
La última cena que el fotógrafo israelí Adi Nes recrea la de Cristo y los apóstoles, pero en un acuartelamiento de la siempre en pie de guerra maquinaria militar sionista, que ha sacralizado el sacrificio como una ley no se discute, opina el autor de Arte y religión en el siglo XXI.
Cualquier soldado de los que aparecen en la escena puede ser llamado a interpretar el rol de Jesús, ofreciendo su vida para proteger a sus camaradas. ¿Cuántas últimas cenas celebrarán los jóvenes de Israel antes de ir a la guerra?, parece preguntar Nes. ¿Qué ideologías, religiosas o seculares, justifican el sacrificio?
ANDRES SERRANO – «Piss Christ», 1987 – Courtesy the artist, Nathalie Obadia Gallery and Thames & Hudson
Al cubano-estadounidense Andrés Serrano le llovieron las críticas por su foto de Jesucristo sumergido en orina. Cuando Obama se mostró escandalizado, el artista se convirtió en millonario. Mezclar secreciones sucias con personajes sagrados sigue siendo, anota Rosen, la peor de las ofensas para casi todos los credos.
Tras ser vandalizada varias veces la foto, Serrano explicó:
Lo que me ofende es que me consideren anticristiano fanático. Le están ladrando al enemigo equivocado.
NAZIF TOPÇUOGLU – «Is it for Real?», 2006 – Courtesy Green Art Gallery, Dubai, and Thames & Hudson © Nazif Topçuoglu
El fotógrafo turco Nazif Topçuoglu muestra a Cristo como una mujer joven rodeado de discípulas en Is It For Real? (¿Es real?), que emula el óleo de Caravaggio Incredulità di San Tommaso (La incerdulidad de San Tomás).
Ya resucitado, Jesús se presenta ante sus discípulos, que se niegan a creer y son invitados a tocar las heridas del martir. Esta vez todas las implicadas son mujeres y la cicatriz parece de una operación cardíaca.
MONA HATOUM – «Grater Divide», 2002 – Courtesy White Cube and Thames & Hudson. Photo Iain Dickens © Mona Hatoum
La artista libanesa (creció en Beirut en una familia palestina) y establecida en el Reino Unido Mona Hatoum explica la instalación La mayor línea divisoria:
Mi familia sufrió tremendas pérdidas y siguió adelante con un sentimiento continuo de descolocación (…) Vivir en Londres creó otro tipo de descoloque que intento expresar en mi arte como una disfunción.
El enorme biombo-rallador es una metáfora mecánica de la división de Oriente Medio y de la violencia cotidiana.
MAURIZIO CATTELAN, – ‘La Nona Ora (The Ninth Hour)’, 1999 – Photo Zeno Zotti – Courtesy Maurizio Cattelan’s Archive and Thames & Hudson
Cuando esta escultura de tamaño real y gran realismo del Papa Juan Pablo II fue expuesta por primera vez —precisamente en la ultracatólica Polonia, patria del líder católico—, el público no sabía cómo interpretar la obra del provocador artista italiano Maurizio Cattelan. La comisaria de la exposición fue obligada a dimitir. Después de hacerlo declaró:
El Papa está solo en el suelo, sin sentido, quizá muerto. Es un ser humano y se trata de una escultura igualitaria. En los evangelios Jesús pregunta en la hora nona: ‘Señor, Señor, ¿por qué me has abandonado?’
MARTIN FIRRELL UK – ‘The Question Mark Inside’, 2008 – Courtesy Martin Firrell and Thames & Hudson. Photo Tommy Ga-Ken Wan
La proyección de Martin Firrell sobre la cúpula exterior de la Catedral de San Pablo de Londres de la palabra ‘piedad’ escrita en árabe. La declaración de intenciones del artista decía:
La religión organizada me lo pone difícil. Dios es un concepto.
Jose Ángel González
Blasfemia? No. Provocadoras? Quizás. Arte? Definitivamente no. Una porquería pinchada en un palo hecha por unos presuntuosos que se piensan que son el padre o madre de una nueva forma de arte? Si definitivamente.
29 octubre 2015 | 13:52
Otra Santa Cena:
https://www.youtube.com/watch?v=Tk4uiWqjTic
29 octubre 2015 | 15:20
vaya una mierda. a cualquier cosa se le llama arte. una mierda de perro con un moco pegado se diría que es más arte que cualquiera de esas basuras. da asco
29 octubre 2015 | 16:36
Si una obra no te dice nada a ti, no quiere decir que a los demás tampoco.
Que algo no te guste no lo convierte en mierda, ¿Te gusta que a los que no les convence lo mismo que a ti lo llamen mierda, sólo por que no es de su gusto?
Es una de las grandezas del arte, sabe hacer que los frustrados de turno maldigan mientras los demás observamos lo curiosa que es la vida.
29 octubre 2015 | 19:01
Y el concepto de «arte» también es extenso y con matices. No todo es arte en general, sino «un expresionismo artístico»; en este caso, una expresión artística, (puesto que es plástica) del tiempo que nos toca vivir.
Arte moderno? sí, podría decirse. o «expresionismo moderno» para quién lo prefiera.
Ahí, ya luego se puede discutir quién es realmente buen artista o no.
Desde el siglo XX a principios del XXI, en la historia de mundo, han ocurrido muchas cosas y dan mucho material para expresar ideas, conceptos, criterios y realidades.
El arte casi siempre está sujeto a épocas y hechos que condicionan de todas las formas al ser humano en su momento y trata de expresarlo, desde la creatividad y criterio del artista. En realidad todo está ahí, el artista tiene todas las herramientas para hacerlo.
Si la obra que realiza, remueve al espectador algo en su interior, no será trabajo en vano.
30 octubre 2015 | 12:46
Esto sin duda es arte, lástima que las mentecitas cúbicas no sepan apreciar, o siquiera, definir qué es arte y qué no lo es.
04 noviembre 2015 | 20:01