No nos vamos a poner dramáticos hoy, y no vamos a decir que Hollywood trató mal a Silverstone, ni que su vida haya sido una pesadilla ni nada similar.
Simplemente, en los ’90 se la explotó en papeles de adolescente resultona. No en vano se convirtió en icono con papeles como el de Eva en Buscando a Eva o, por supuesto, el de Cher en Fuera de onda, la curiosa adaptación de Emma de Jane Austen que transcurre en un instituto pijo de Beverly Hills.
Lindando ya el año 2000, con sus 25 años recién pasados y no colando ya con una adolescencia sobreexplotada, los papeles empezaron a escasear. Uno de sus últimos grandes títulos en la cartelera de los cines fue Batman y Robin, ¿recordáis? Esa en la que había un reparto como nunca y fue un fiasco como nunca, también.
Teníamos a Clooney como Batman, a Chris O’Donnell como Robin, Schwarzenegger era Freeze y Uma Thurman era Hiedra Venenosa. Y ahí estaba también Silverstone, para encarnar a Batgirl.
