La Humanidad ha tenido ideas imperdonables a lo largo de su vida, como la Inquisición, las hombreras o el libro de Marie Kondo que tantas culpas despierta. Pero en mi top 3, me vais a perdonar, está el iluminao que tuvo la idea de poner a Tim Allen a hacer películas navideñas. Por mucha ¿risa? que pudieran dar.
Pues la peli navideña por excelencia de este señor fue, sin duda ninguna, ¡Vaya Santa Claus!, estrenada allá por el ’94, y cuya estrella era -aparte del propio Allen- un joven Eric Lloyd, que por entonces tenía 8 años, aunque pudimos verlo crecer en las dos siguientes entregas de la película, la última de ellas estrenada en 2006.
Después de ser «el pequeño» Charlie por última vez, Eric tardó algunos años en volver a ponerse delante de una cámara, dejándose caer por algún pequeño papel como el que tuvo en About Abby (una teleserie) o, el último de ellos, una colaboración en un pequeño proyecto para televisión: Weedland, estrenada en 2018.
Ahora vive alejado de los focos y dedicado a la música, y os digo que no es fácil seguirle la pista y que me ha llevado un buen rato ir tirando de los hilos hasta dar con él, ya que aunque no niegue especialmente su faceta de «niño estrella», no es particularmente dado a asociarse con esa imagen para promocionarse.
Lloyd, que desde hace tiempo tiene su propio grupo de música (Radio Mason) y graban en los Lloyd Production Studios (de los que Eric es propietario tras acabar su carrera de producción audiovisual) en Glendale, en California.
Indudablemente el tiempo pasa y no podemos evitarlo, pero si mejorarlo, el problema es como utilizamos a esos niños que nos parecen graciosos, se acostumbran o creen vivir en un mundo diferente al real y luego muchos de ellos caen en las profundidades de la depresión o algo peor.
26 julio 2020 | 9:08 am