Milli Vanilli, el «gran fraude» de la música de los ’80. ¿Qué fue de Rob Pilatus y Fab Morvan?

A finales de los años 80, dos amigos bailarines residentes en Alemania, Rob Pilatus y Fabrice Morvan, cayeron en gracia a uno de los grandes gurús de la música de los años ’70, Frank Farian, productor de Boney M.

Eran guapísimos, atléticos, absolutamente resultones, bailaban como dos ángeles y además tenían una voz portentosa… o eso parecía. Había nacido Milli Vanilli, que pasaron a la historia de la música, pero no por sus más de 7 millones de copias vendidas en poco más de dos años, ni por ser número 1 en las listas de éxitos de media Europa y Estados Unidos, ni por su Grammy al mejor artista revelación. Pasaron a la historia de la música por ser el mayor fraude jamás conocido hasta el momento.

Milli Vanilli

Pilatus había llegado a afirmar en la revista Time que Milli Vanilli tenía «más talento que Bob Dylan, Paul McCartney y Mick Jagger», pero un día el playback falló durante un concierto y entonces llegó el escándalo. Se descubrió que ellos solo eran bailarines, una cara comercial para la voces reales de Milli Vanilli, de hecho ellos casi no sabían hablar inglés. El impresionante éxito obtenido con Girl You Know It’s True, su tema más popular, se convirtió de la noche a la mañana en decepción, indignación, ira y reclamaciones.

¿Qué fue de Rob y Fab?

Rob Pilatus era hijo de una mujer alemana y un soldado norteamericano. Había sido adoptado por una pareja de alemanes y se hizo amigo de Fabrice Morvan, un modelo y bailarín francés de origen africano que se había mudado al país germano. Por entonces, el productor Frank Farian tenía un temazo entre manos: Girl You Know It’s True, de un grupo desconocido llamado Numarx, de Maryland, que sonaba en la discotecas de las bases americanas en Alemania.

Farian introdujo una producción más moderna pero el problema eran los cantantes, Brad Howell y Charles Shaw, que no tenían carisma ninguno. Y propuso a Fabrice Morvan y Rob Pilatus, que iban a ser los bailarines del grupo, que se sustituyeran a los verdaderos cantantes, playback mediante.

Tal y como Frank Farian esperaba, su apuesta fue un rotundo éxito. El primer disco de Milli Vanilli, All or Nothing, salió en 1988 y barrió con todo. Consiguieron ser disco de oro en Alemania, fue número 1 en Austria, España y Estados Unidos, y también conquistaron el mercado musical de Francia, Reino Unido y los países escandinavos, además de ser carne de todas las revistas adolescentes del planeta. Recibieron grandes reconocimientos: aparte del Grammy, se llevaron tres premios en los American Music Awards (AMA).

Siguieron otros grandes éxitos como Baby Don’t Forget My NumberGirl I’m Gonna Miss You Blame It on the Rain.

Pero todo en ellos era impostado, hasta el origen del nombre, del que llegaron a decir que significaba «energía positiva» en turco. Que si tú buscas ahora en Google Translate te dice que «Milli Vanilli» significa «vainilla nacional», pero lo mismo es que en Turquía eso es una expresión equivalente a «energía positiva», ve tú a saber.

fraud milli vanilli

Lo curioso es que todo pudo haber saltado antes, cuando Charles Shaw, uno de los verdaderos vocalistas, se hartó de la farsa, del éxito de los dos bailarines y de vivir en la sombra y se fue. Lo sustituyeron por John Davis, otro cantante a quien no le importaba permanecer oculto, y Shaw se lo contó todo a un periodista del Newsday en el 89, pero Farian le puso un fajo de billetes delante y Shaw se retractó de lo que había dicho.

Increíblemente, en su edición en Estados Unidos el libreto sí incluía el nombre de los cantantes de estudio, así que fue en Europa donde realmente nos la colaron. Pero, a pesar de todo, fue en Estados Unidos donde empezaron a notar cosas raras, como que Fab Morvan y Rob Pilatus hablaban fatal en inglés en las entrevistas pero tenían un acento perfecto en las canciones.

Pero fue a finales de 1989 cuando sobrevino el desastre: en un concierto en Bristol (Connecticut) el estribillo de Girl You Know It’s True comenzó a repetirse en bucle. La peor pesadilla de Morvan y Pilatus se había hecho realidad: el mundo había descubierto su gran mentira.

En noviembre de 1990 la situación era ya insostenible y finalmente el productor Frank Farian confesó públicamente en Nueva York la verdad sobre Milli Vanilli.

Se convirtieron en el primer grupo en la historia de los Grammy al que le retiraron el galardón, un hecho inédito.

Todos empezaron a echar balones fuera: la discográfica, Arista Records, afirmó que ellos no sabían nada del fraude pero luego se demostró que estaba al corriente incluso antes de firmar el contrato.

También Rob Pilatus culpó al productor y aseguró que ellos querían cantar con sus verdaderas voces pero al menos pidió disculpas a sus fans por el engaño. Comenzaron a llover las demandas que les exigían el reembolso de sus compras. Farian, el productor, reconvirtió en tiempo récord el que iba a ser el segundo álbum de Milli Vanilli, Keep on Running, en un nuevo disco llamado (con toda la intención del mundo) The moment of Truth (el momento de la verdad) y firmado por The Real Milli Vanilli, en el que se incluía la imagen de los verdaderos cantantes, John Davis y Charles Shaw. Fue un rotundo fracaso, igual que el intento de Rob y Fab de lanzar un grupo con sus voces reales llamado Rob & Fab, con el que no llegaron a vender 2.000 copias.

Fab Morvan rehizo su vida como DJ pero Rob Pilatus no asimiló su decadencia. Ya había intentado suicidarse en 1991, se había refugiado en la droga y a mediados de los 90 protagonizó varios incidentes de vandalismo, asalto e intento de robo que le llevaron a la cárcel durante varios meses. Morvan intentó ayudarle, incluso le pagó un tratamiento en una clínica de rehabilitación.

En 1998 Frank Farian tenía planes para ellos: quería relanzar Milli Vanilli con un nuevo álbum, Back and in Attack, en el que cantarían de verdad. Pero sus planes se truncaron de forma dramática.

El 2 de abril de 1998, Rob Pilatus fue hallado muerto en un hotel de Fráncfort por una mezcla fatal de pastillas y alcohol. Tenía 32 años.

Resultado de imagen de Rob Pilatus

Nunca logró encontrar su lugar. En una entrevista confesaba que fue muy difícil para él ser negro en Alemania, sin ningún referente a su alrededor con el que identificarse. Sus compañeros de clase le llamaban ‘Kunta Kinte‘.

Si ya eres mayor, no importa, pero cuando eres joven necesitas algo con lo que identificarse y yo no lo tuve. Soy negro y soy alemán, pero no he tenido forma de aprender lo que significa ser negro —relató—. Cuando eres joven, no quieres sentirte diferente. Si eres diferente, te sientes solo.

En 2000, Fab Morvan participó en un documental de la BBC sobre la historia de los dúos musicales llamado It Takes Two: The Story of the Pop Duo.

En 2007, Universal Pictures anunció que estaba preparando una película basada en el éxito y la caída de Milli Vanilli y que contaría con la producción de los magnates Kathleen Kennedy y Frank Marshall. Fab Morvan iba a participar como asesor pero finalmente el proyecto se quedó en el limbo.

Durante los años 2000, tanto la BBC como Universal Pictures manejaron diferentes proyectos para contar la historia del grupo, ambos contando con Fab Morvan, aunque no llegaron demasiado lejos.

En 2011, Morvan lanzó un single en iTunes llamado Anytime y en 2016 se reunió con uno de los cantantes originales, John Davis, y juntos volvieron a los escenarios como The Milli Vanilli Experience, con su repertorio nostálgico de antaño.

 

El año pasado (2023), se estrenó el documental Milli Vanilli: el mayor escándalo en el mundo de la música, que está disponible en Prime Video y en el que se pueden oír los testimonios de muchas de las personas que estuvieron implicadas directamente en el escándalo, amén de reflexiones de lo más interesantes. ¿Fue realmente una estafa? ¿Tendríamos el mismo escándalo si sucediera hoy en día? ¿Acaso era Farian un visionario?

A Fabrice Morvan, si os interesa, podéis seguirle la pista fácilmente: a través de sus redes sociales mantiene a sus más de cien mil seguidores al día de sus novedades y curiosidades. En una de sus últimas publicaciones, compartía un tutorial para bailar el «Marathon Man», uno de los pasos más icónicos de Milli Vanilli. No olvidemos que, al final, este hombre es bailarín.

1 comentario · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser víctor

    Pues no sé yo que es peor, si el caso de estos, que a fin de cuentas eran la fachada de voces reales, o el caso de mucho actuales, que berrean como una pelea de borrachos, pero luego les ponen el autotune y venden millones.

    24 febrero 2024 | 9:55 am

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