Dinio llegó a España en el año 2000 de la mano de la ENORME Marujita Díaz. Desde el momento cero se habló de montajes, de exclusivas, de que ella quería volver a estar en la palestra y de que él sacaría partido de tan afamado noviazgo. Aunque también se habló (y mucho) de que el amor no tiene edad. Que es un tema que, para no pasar nunca de moda, parece que no terminamos de ponernos de acuerdo. Quizá por eso esté siempre de moda.
En 2002, su relación se dio oficialmente por terminada y, allá por 2003, al tiempo que participaba en aquella cosa extraña que tuvo por nombre Hotel Glam, el cubano se lanzó a la música (que también estaba muy de moda que cualquiera con cuerdas vocales sacara un disco) y quedó claro de qué pasta estamos (o estábamos, no sé) hechos los españoles, porque Hasiendo el amor fue disco de oro.
Poco después, en 2004, se casó por primera vez con la modelo Elodie Mansion, con quien estuvo casado hasta 2006 y tuvo un hijo.
Pero algo sucedió con su mecha (que España en general se cansó de algunos estereotipos de famoseo, entre otras cosas) para que se apagara, y a finales de la primera década del nuevo siglo Dinio se reinventó y se metió en el cine porno, industria en la que se mantuvo, aproximadamente, entre 2008 y 2011, con títulos como Perras españolas o Mujeres españolas se comen hasta las bolas. Pura poesía.
El mismo año de su última película X, se casó con la que fuera Miss Orense, Irene López, aunque el matrimonio duró solo dos años. Dinio dijo después, en una entrevista a principios de 2015, que «el mundo del porno es una pesadilla», y se mostró decidido a empezar una vida totalmente nueva junto a quien por entonces era su pareja, Hanna, una profesora melillense con quien anunció su futuro matrimonio en la inauguración de su nuevo local nocturno, La noche me confunde, en el madrileño barrio de Aluche.
Ese mismo año (2015) Marujita falleció, y a muchos sorprendieron las constantes palabras de cariño que Dinio, ya antes de fallecer ella, dedicaba a la cantante y actriz.
Son noticias muy tristes pero es ley de vida. Estoy muy triste por tu fallecimiento y no quiero creerlo… D.E.P. gracias marujita (sic), escribió él en su cuenta de twitter.
A pesar de que parecía que todo en su vida comenzaba a construirse de forma sólida, la relación entre Dinio y Hanna acabó por romperse y el local, después de haber sido cerrado y reabierto, acabó por cerrar sus puertas de forma definitiva.
Con su negocio nocturno ya oficialmente clausurado, a Dinio se le puede seguir la pista en redes sociales, donde muestra orgulloso su vida con su pareja, Milena Leyva, con quien se casó en 2017.