Si los ’80 se incendiaran y sólo pudierais salvar tres cosas, ¿qué os llevaríais? Yo creo que lo tengo claro: las Arcade, el Amstrad (con La abadía del crimen, por supuesto) y esta maravilla. Los Goonies. Cambiaría mi última cena por verla otra vez. A no ser que para cenar hubiera chocolate. CHOOOO-COOOO-LAAAA-TEEEE.
Al lío: Los Goonies es un peliculón ochentero que tiene los fans más fieles de toda la industria del cine. De esto no tengo pruebas, pero tampoco dudas. Ni los de Harry Potter, fíjate lo que te digo.
La fórmula, resumiendo mucho, es la que Netflix usa tanto en sus series molonas (Stranger Things, Por 13 razones): niños en bici haciendo cosas. Bueno, va, que me paso de simplista (¿pero sí o no?): en la película, que es de estas que exaltan el valor de la amistad (y que tus hermanos te quieren aunque te maten a collejas), un grupo de chicos y chicas sigue el mapa de un explorador, Chester Copperpot, para hallar el tesoro del bribón pirata Willy el Tuerto, que contaba la leyenda que había desaparecido con un inconmensurable tesoro:
Estrenándose sólo tres años después de E.T. (que había batido récord de recaudación en su fecha) la firma de Spielberg era una apuesta segura, y no defraudó: los Goonies recaudaron en USA y Canadá el triple del presupuesto de la película. Todos queríamos ser un goonie. Y el que diga que no, es que no entendió la peli. Y ya está.
Por eso hoy os traigo, sin más dilación, 10 de mis curiosidades preferidas sobre una de mis favoritas de todos los tiempos.
1. ¿Por qué los «goonies»?
Pues es que yo ya sé que esta es muy obvia, pero tiene que ser necesariamente la primera, por si alguien se ha despistado y no se ha dado cuenta: ¿por qué estos muchachos se llaman los goonies? Pues porque el barrio de Astoria en el que viven, el que intentan salvar, se llama los Muelles de Goon. Goon → goonie.
2. Holy shit!!
Mira, esto sí que podían haberlo dicho en italiano: porca miseria. Pero no: lo dijeron en inglés, dos jóvenes actores y en dos momentos diferentes de la filmación.
Uno de ellos fue Josh Brolin (Brand). Richard Donner, el director, quiso tener mucho cuidado de que los niños no vieran las cosas con anticipación para poder captar sus caras de sorpresa. La primera vez que vieron el barco pirata, Brolin gritó «Holy shit!!» (que literalmente significa «santa mierda» pero que se suele traducir como un «hostia puta»). Tuvieron que volver a filmar la escena.
El otro fue Ke Huy Quan (Data), cuando están avanzando por la cueva y las rocas del techo se les caen encima. Eso sí, su madre le había hecho prometer que no diría tacos en el set, así que Quan gritó «Holy» y luego deletreó «shit»: Holy S-H-I-T!
3. Rosita hablaba en español
Todos recordamos la escena (y todavía nos reímos con ella) en que Bocazas le traduce a Rosita al italiano las instrucciones que le va dando la señora Walsh y lo convierte todo en… Bueno, en eso en que lo convirtió Bocazas. Tal vez os hayáis preguntado alguna vez si, en la versión italiana de la película, Rosita hablaba español. Y sí, pero no solo eso: es que, en la versión original, ROSALITA hablaba en español.
Y no fue el único pequeño lío con el italiano, el de Rosita. También tenemos ahí a los hermanos redundantes, a.k.a. los hermanos Fratelli. Porque «hermano» en italiano se dice fratello, y el plural de fratello es fratelli, de manera que, literalmente, los hermanos Fratelli son los hermanos Hermanos.
4. Huevo de Pascua
Lucas es conocido por ir dejando huevos de pascua en sus películas haciendo referencia a sus otras películas (como, por ejemplo, un C3PO y R2-D2 grabados en piedra en Indiana Jones). Spielberg es más de los otros huevos de pascua: los que hablan de sí mismo. Y dejó uno gordísimo en Los Goonies. Cuando los hermanos Fratelli pillan a Gordi y lo obligan a «confesar», el pobre chico confiesa todas las maldades que ha hecho en su corta vida, incluida una muy escatológica que incluía un cine y una cascada de vómito desde «el gallinero». Pues sí: esas maldades de infancia fueron maldades de un niño Spielberg.
5. Los Coreys se conocieron en el casting

Haim, a la izquierda, con Corey Feldman en ‘Una chica de ensueño’
Se conoció como «los Coreys» al dúo artístico que formaron dos jóvenes Corey Feldman (Bocazas en Los Goonies) y Corey Haim (fallecido en 2010), que trabajaron juntos por primera vez en 1987, en Jóvenes ocultos, y que luego continuaron con otros títulos que los convirtieron en iconos, como Papá Cadillac. Pues los dos Coreys (como, por cierto, se llamó su reality ya en los 2000) se conocieron en el casting de Los Goonies, cuando ambos aspiraban al papel de Bocazas.
6. La famosa escena del pulpo
Sé que estabais deseando esto. Al final de la película, ante las preguntas de la prensa, Data dice que «el pulpo fue lo peor», y todos nos quedamos con cara de «what the fuck, ¿de qué pulpo habla?». Pero no, no nos perdimos nada: la escena del pulpo fue una de las eliminadas. En la secuencia veíamos a Bocazas y Stef andando por el agua, ya en la caverna del barco, cuando algo empezaba a acariciar las piernas de Stef y resultó que —sorpresa— era un pulpo GIGANTE, que los atrapó a los dos. Finalmente, Data salva la situación metiéndole al pulpo en el pico un walkman encendido. El pulpo se va desesperado. Se ve que no le iba la música.
Por qué fue eliminada esa escena es una cuestión de la que no hay una versión oficial: algunos dicen que porque el animatronic del pulpo estaba muy mal hecho, otros (tal vez lo que hicieron el muñeco) dicen que «daba demasiado miedo» para una película familiar. Como sea, no pudimos disfrutar de ese pulpo bailatrón maravilloso.
7. Otras escenas eliminadas
La del pulpo no fue la única que se eliminó (aunque sí fue la única que se nombró en la película), sino que hubo otras dos que se quedaron fuera del corte final y una tercera que, aunque estaba guionizada, no llegó a rodarse:
En la primera, después de encontrar el mapa y antes de llegar al bar de los Fratelli, el grupo tiene un encontronazo con un grupo de matones en una tienda de comestibles y Brand (Josh Brolin), el hermano mayor de Mikey, aparece para defenderlos. En esta escena se rompió el mapa (que aparece más tarde roto, ya en el bar).
La segunda fue una verdadera faena tener que cortarla, porque se trataba de una escena en la que las sanguijuelas cubrían a los chicos. Trasladar y mantener en buen estado a las sanguijuelas fue un trabajo importante, ya que necesitaban un tanque especial con agua a una determinada temperatura. Pero, finalmente, fue también eliminada.
La que nunca llegó a rodarse implicaba a dos gorilas: Bonzo el Grande y Señora. En la persecución policial, el coche de policía se estrellaba accidentalmente contra la jaula y quedaban liberados.
8. Goonies ‘R’ Good Enough
Spielberg tenía planeado estrenar la película con acompañamiento de dos canciones. La primera era Eight Arms to Hold You, pero al ser eliminada la escena del pulpo esta canción perdía el sentido, por lo que se quedó también fuera. La segunda fue un videoclip de siete minutazos de Cindi Lauper: Goonies ‘R’ Good Enough. Yo os dejo aquí el vídeo del pulpo, porque… En fin, habla solo. Por favor, vedlo hasta el final. Luego que por qué lo borraron xD
9. La fiesta de fin de rodaje
Toda peli tiene una fiesta de fin de rodaje. Creo que es por convenio. Los goonies tuvo dos: la primera fue en la misma playa donde se rodó la última escena, ya que esta peli, a diferencia de la mayoría, sí fue filmada en orden de secuencia. Pero, además, al director, Richard Donner, le prepararon una fantástica sorpresa, y es que los últimos días los niños casi no le hablaban durante el rodaje, casi como si estuvieran enfadados, y al terminar el trabajo y volver a su casa en Hawái Donner se encontró a todo el equipo esperándolo allí para hacerle una barbacoa. Cuentan que el director, a quien no le gustaba especialmente trabajar con niños, les dijo que «los prefería cuando no le hablaban».
10. El mapa se ha perdido para siempre
Ya sabéis que es típico que los actores conserven recuerdos del rodaje de las películas. En este caso, Sean Astin (Mikey) se quedó con el mapa del tesoro de Willy el Tuerto. Y, ojo, que no era poca cosa, porque para que ese mapa pareciera lo más auténtico posible Michael Riva, diseñador de producción, pasó una noche entera «envejeciéndolo» con café, pintura… Y con su propia sangre.
Pero quiso la mala suerte que, años más tarde, la madre de Astin, la también actriz Patty Duke (fallecida en 2016), lo descubriera y, creyendo que era solo «un papel arrugado», lo tirara a la basura. Ahora sí: el secreto de Willy el Tuerto ha quedado enterrado para siempre.