Por unas u otras razones -que no vienen al caso porque luego me decís que os estropeo las cosas-, a Dudley Dursley, el primo consentido, maleducado y malcriado de Harry Potter en las pelis lo vimos en cinco de las entregas, y lo vimos crecer y pasar de esto:
A esto:
Entre ambas imágenes media casi una década, tiempo durante el cual consiguieron mantener el nivel de repelencia en el pobre Harry Melling. Tanto fue así que el actor llegó a reconocer que, como tantos otros antes que él, cree que su aceptación entre el público se ha visto afectada, precisamente, por la baja aceptación del personaje que interpretó.
Como sea, es cierto que, después de Harry Potter, la trayectoria de Melling ha ido caminando despacito y discretamente.
Después de algunos títulos menores y de participar en algún cortometraje sin mayor relevancia, en 2016 participó en Z, la ciudad perdida (que, por cierto, pusieron hace un par de días por la tele), junto a -entre otros- Robert Pattinson y Tom Holland, aunque Melling hace un pequeño papel como William Barclay, y ha de ser que el registro le encajaba bien, porque ha seguido por la senda (o, al menos, todo lo que se puede seguir una senda en Hollywood, si es que existe alguna).
Tras pasar silencionsamente por La guerra de las corrientes, en 2017, en 2018 llegó su papel en la muy aclamada La balada de Buster Scruggs, una película de los hermanos Coen para Netflix que le da una vuelta de tuerca a las historias de vidas cruzadas y nos cuenta «seis historias de vida y violencia en el lejano Oeste». Harry participa como «el artista» en el segmento del Meal Ticket. Os advierto encantada: puede que no estéis preparados para esto:
Creo que me voy a atrever a decir que es su mejor papel hasta la fecha.
Se ha metido en los últimos años en otros dos buenos dramas en los que le ha tocado encorsetarse en un uniforme militar, y el año pasado hizo aparición en episódicos en dos buenos títulos del streaming: La guerra de los mundos y La materia oscura, en la que ha participado como Sysselman.
Ahora mismo, tiene cuatro trabajos en post-producción, según su ficha en IMDb, incluida una nueva versión de Macbeth. Me gustaría deciros que, entre tanto, podéis seguirlo en redes sociales, pero lo cierto es que Harry parece evitarlas o, al menos, utilizarlas de forma pública. Su instagram, sin ir más lejos, hace tres años que no tiene actividad.