Dicen por ahí que los Oscar están de capa caída, que cada vez menos gente sigue la gala, que están politizados (nada nuevo en el horizonte, Joe) y no sé cuántas cosas más. Pero lo cierto es que si algo tiene la gala de los Oscar, año tras año, es que no defrauda: siempre pasa algo que nos sorprende. Y eso, después de 91 entregas, tiene un mérito poderoso. La sorpresa de este año, por ejemplo, fue que el ganador del Oscar a mejor actor se pegó un impresionante batacazo, literalmente, al recoger su estatuilla.
No ha sorprendido, eso sí, que que ese ganador fuera Rami Malek, por su papel de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody -hace apenas un mes se llevaba un Globo de Oro por el mismo trabajo-.
Aunque todo era posible, ya que competía nada menos que contra cuatro de los grandes nombres en Hollywood: Bradley Cooper (Ha nacido una estrella), Viggo Mortensen (Green Book), Willen Dafoe (Van Gogh, a las puertas de la eternidad) y Christian Bale (El vicio del poder). Cuatro gigantes de consagrada trayectoria, que han caído, sin embargo, ante Malek que, a sus 37 años, hace «solo» quince que se estrenó en la pantalla. Para que os pongáis en situación: debutó el mismo año (2004) en que terminó Friends. Vamos, ahí al lao.
De las cosas que ha hecho más recientemente, puede que lo tengáis en mente por su papel de Elliot Alderson, protagonista de la serie Mr. Robot, un programador antisocial que se dedica a hackear las másquinas de la gente «para hacer amigos». Ganadora de un Globo de Oro a mejor serie dramática y disponible en Movistar+, es una de las mejores producciones de los últimos años.
Aunque, más probablemente, si su cara os resulta familiar puede que sea por haberlo visto en Need for Speed, en Amanecer – parte 2 (de la saga Crepúsculo), Battleship o -cuidado no os asustéis- tal vez lo recordéis de su papel de Ahkmenrah, el faraón egipcio de las películas de Noche en el museo de Ben Stiller.
La primera vez que interpretó este papel, en la primera entrega de la película, corría el año 2006, y hacía solo 2 años que Rami se había estrenado ante las cámaras. Y aquí es a donde yo quería llegar, porque a veces una se encuentra felices datos, casi anécdotas, como este y qué queréis que os diga: no me resisto a compartirlo, porque sé que hay más nostálgicos como yo ahí fuera.
El primer papel de Rami Malek fue… En Las chicas Gilmore.
Justo a la mitad de la cuarta temporada, en el episodio 11, hacía acto de presencia Andy, amigo de Lane (la mejor amiga de Rory), que durante un par de minutos aparecía en escena en un debate editorial en el que insistía (una y otra vez) en entrevistar al ayudante del Pastor. Da mucha ternurita, porque a ratos hasta parece nerviosín.
Difícil imaginar que, solo unos años después, este chico que pasa tan desapercibido saldría triunfal de la alfombra roja. Sí, caída incluida.
ESTA SECUENCIA DE FOTOS DE RAMI MALEK CAYÉNDOSE DESPUÉS DE GANAR EL OSCAR ES UNA JOYITA#Oscars pic.twitter.com/yxmEFb5DKZ
— ℯrika (@stylspidey) 25 de febrero de 2019