¿Sabéis cuántos años tiene Norma Duval? 62. ¿Y sabéis qué es lo que más sorprende? Que parece que tiene más, no porque los aparente ni los deje de aparentar, sino porque Norma es de esas presencias que se sienten como eternas, estén presentes o no. Como una suerte de Cleopatra con plumas y lentejuelas. La gran Norma.
La vedette de revista tiene una imagen en nuestras retinas, y esa imagen es la de Norma. Barcelonesa de nacimiento y madrileña de educación, Purificación Martín Aguilera debutó en televisión en ¡Señoras y señores! en 1974, de la mano de Valerio Lazarov y junto a Ángela Carrasco y Carmen Platero.
Paseó por las tablas junto a Fernando Esteso, sustituyó a Bárbara Rey como vedette principal en Una noche bárbara, y fue primera vedette en el Folies Bergère, uno de los teatros más emblemáticos de París. Norma fue, además de uno de los rostros del destape, el último y glorioso suspiro de la revista (amén de Lina Morgan, agradecida y emocionada).
Para cuando los ’90 quisieron abrirse camino, la vedettísima decidió dejar el cine y dedicarse, en exclusiva, al teatro y la televisión. Desde Palma con amor, Los domingos por Norma o Noche de fiesta, por citar solo algunos, están entre los platós en los que se dejó ver.
Estoy ahora recordando Norma y su ballet, y me asalta la duda de si los lectores más jóvenes de este blog están preparados para ver ciertas cosas xD
Pero la cuestión es que, un poco «de repente», Norma dejó de ser visible, y mucha gente le perdió la pista a esta mujer que fue icono de la época de cambio por excelencia. ¿Por qué?
Quizá haya que remontarse al año 2000: casada por entonces con Marc Ostarcevic, ex jugador de baloncesto y quien era a la vez su productor y manager, ambos se sumergieron en la adaptación española de La mujer del año, un musical -como no podía ser de otra manera- estrenado en el teatro Calderón de Madrid que, si bien en Broadway y de la mano de Lauren Bacall había sido un éxito durante años, en nuestro país fue un estrepitoso desastre. Al tiempo que fracasaba La mujer del año, se terminaba también el matrimonio Duval-Ostarcevic.
Se separaron en octubre de 2001, se divorciaron en 2003 y lo que marcó un hito en la vida pública de Norma fue su matrimonio con el productor José Frade, desde 2004 hasta 2009. En esos cinco años Norma, literalmente, desapareció de la escena pública. Se dice que Frade era absorbente y posesivo, y que fue el motivo de que ella se desconectara del resto del mundo.
En 2010, recién estrenada la relación con quien hasta hace muy poco era su pareja, Matthias Kühn, y de nuevo buscada para múltiples proyectos, la vida le deparó uno de sus grandes golpes: su hermana, Carla, falleció debido a un cáncer y tras la muerte de ella sus dos hijas, Andrea y Paula, se fueron a vivir con su tía Norma, y la vedette continuó renunciando a la vida pública para centrarse en cuidar de sus sobrinas y de su madre, enferma de Alzheimer.
Fue en 2014 cuando, por fin, la pequeña pantalla volvió a recibir a quien fuera una de las bailarinas más importantes del país, y lo hizo -como no podía ser de otra manera- en el mundo del baile, ya que TVE la fichó como jurado para Mira quién baila.
Recientemente se la ha visto, además, como imagen de la campaña del Día del Cuidador (de Cuidadores de LINDOR), bajo el lema «Tu trabajo habla muy bien de ti».
Durante la campaña, se vio sorprendida por un vídeo con los agradecimientos de su familia por su papel de cuidadora, tanto de su madre, como de su hermana y sobrinas.
Este año, además, se ha hablado (y mucho) sobre su vuelta a los escenarios acompañada por Ramón Langa para La zorra y el escorpión, que ya estrenaran en su día Leonor Benedetto y Alberto Closas. Lo que ha motivado este cambio, al parecer, es que -según ha contado la propia Norma-, sus sobrinas están a punto de cumplir 20 años y «en enero del año que viene se irán a vivir a su nueva casa, que están reformando».
Esperaremos a entonces, a ver si es cierto que la volvemos a ver en un entablado.
Ojalá todas fueramos como ellas con un gimnasio en casa con la dieta de ella con toneladas de tinte rubio para enmascarar las canas y dios que mas y unos contratos millonarios por actuación, así sí.
30 noviembre 2018 | 12:21 pm
Pues fijaté los tios de 45 para arriba como tú dices Pepe, que el que no está fondón, está calvo o funciona de p..a pena. Pa salir corriendo, ja ja.
02 diciembre 2018 | 1:10 am