La inteligencia del ser humanoes la capacidad que tiene para adaptarse a la realidad.Xavier Zubiri, filósofo. (San Sebastián, 1889 - Madrid, 1983)

Un balcón de más de 3.500 años a punto de desaparecer

Se cree que los fenicios llegaron a Tánger (antes llamado Tin-yá, Tinjá, Tinga, Tingia, Tingis, Tangeri o Tanyah…) hacia el año 1.450 a.C. Y, como eran gente viajada y avispados comerciantes, enseguida se buscaron el mejor lugar para su descanso eterno: tallaron sobre la roca, en la cumbre del monte Marshan (hoy en medio de la ciudad) sus tumbas y, desde ellas, suponemos, se dispusieron, a su muerte, a contemplar el infinito. Al este les quedaba Fenicia; enfrente, Tarifa y la inmensidad de la costa española; y, al oeste… lo desconocido, el fin del mundo. Lo que quedase a su espalda parece que no les importó demasiado.

Pero no voy a hablar hoy de este cementerio convertido en un basurero (sí lo haré próximamente), sino de la destrucción de ese mirador, al que considero uno de los más… sugerentes que conozco. Probablemente, miles de años antes de que llegasen aquí los fenicios ya se asomaban a él los propios aborígenes. La visión del Estrecho desde este lugar, en los días claros, es una experiencia única, con el Peñón de Gibraltar al fondo y con el Jebel Mousa a la derecha. Y observar desde lo alto el mar turbulento en los días de tormenta resulta impresionante. Las patas de la vieja Europa provocan añoranza desde la otra orilla, por lo que anuncian… y por lo desconocido; y la hermosa bahía de Tánger, a los pies, con el encuentro de los dos mares eternos (Atlántico y Mediterráneo), rompiendo día y noche en las rocas, es un espectáculo que no tiene precio… Un espectáculo al que le quedan cuatro días. Aviso.

Dentro de unos meses, una carretera de no se cuantos carriles romperá el hechizo del mar y la magia de este mirador de las tumbas fenicias. Lo que hoy es espuma, será pura humareda; lo que ahora es arrullo del océano y galerna en el invierno pasará a ser estruendo de motores y contaminación…

Nadie duda de que Tánger necesita una solución urgente para el tráfico rodado, pero, ¿era necesario acabar con este lugar, lo más vivo de la ciudad desde el origen del mundo?

Es verdad que la solución de hacer una carretera de circunvalación bordeando el acantilado parece la menos costosa y más factible… Pero, a ver si por vestir a un santo se desviste a otro. Es decir, a ver si por arreglar un problema de tráfico —que yo dudo que la nueva carretera arregle nada— acabamos con uno de los lugares más visitados por el turismo.

En las fotografías que adjunto, ahí andan las máquinas removiendo las entrañas de la historia y desgarrando la orilla del mar… Pronto sólo se verán coches pasar por ahí.

11 comentarios

  1. Dice ser Tab

    Con lo feo que es no le sacan rentabilidad? si no tiene valor más que de años…

    30 noviembre -0001 | 0:00

  2. Dice ser jokem

    La ignorancia es lo peor que puede existir. Es la madre de todos los males y de la que hace gala la raza humana.

    09 mayo 2008 | 8:12

  3. Dice ser Colaloca

    Es la forma de entender el «progreso» desde el punto de vista del dinero: si tú no ganas efectivo, sueles perder.Progreso sería no tener la obligación de desplazarte un puñado de kilómetros a diario porque tienes tu casa, tu empleo y los servicios que necesitas a unos pasos de distancia.

    09 mayo 2008 | 8:13

  4. Dice ser jokem

    La ignorancia es la madre de todos los males de la Humanidad. Así nos va.

    09 mayo 2008 | 8:13

  5. Dice ser Manuel

    Si esto parece ejemplo pequeño de lo que somos la llamada «civilizacion» y alguien quiere ejemplos más contundentes que se vaya a Irak y pregunte por los museos y los miles de piezas arqueológicas, seguramente ahora adornan el frontis de la casa de cientos de «valerosos»salvadores de la democracia en el país de las libertades privando a las futuras generaciones del trabajo y el conocimiento de cientos de personas que se preocuparon porque fuesemos auténticos dueños de nuestros pasado y por ende de nuestro futuro.

    09 mayo 2008 | 8:37

  6. Dice ser CRISTINA

    ME HA ENCANTADO ESTE ARTÍCULO. ME HA CALADO HONDO. ESPERO QUE SE PUEDA SOLUCIONAR.FELICIDADES AL PERIODISTA QUE LO ESCRIBIÓ.

    09 mayo 2008 | 8:39

  7. Dice ser Tangerino

    Lo mas bonito era el bajar por un camino hasta el fondo y tenias también un vista especial y maravillosa, la orilla rocosa en donde algunos de los habitantes de la zona pescaban, al mirar hacia arriba se veía una pequeña gruta en la que tantas veces hemos fumado… entre amigos es verdad que pena que todo eso vaya a desaparecer, pero lo hacen fundamentalmente para evitar que los remolques procedentes de España y los que salgan de Tánger tengan que pasar por la ciudad. Siempre nos quedara café el Hafa, y la vista al mar pk aunque construyan un carretera no taparan ni la belleza del mar ni poder estar sentado en un orilla de un continente mirando hacia el otro, África y Europa cara a cara.Pena penita pena,

    09 mayo 2008 | 8:57

  8. Dice ser Marien

    Mmm importante reivindicación. Si la hicieras en un país como España.. dudo que nadie hiciera algo, aunque sí se unirían voces a tu protesta. Pero hablamos de Marruecos, y su gobierno dictatorial, en donde el pueblo no levanta la voz por miedo y sometimiento. De que serviría que 4 españoles gritemos que no destruyan un entorno bonito y con raices históricas? Absolutamente de nada! vamos, es que se reirían de nosotros. En Marruecos no cuidan su pasado, la gente de a pie sólo se preocupa de encontrar un trabajo para poder dar de comer a la familia, y para los más inquietos sólo reconocen como pasado Al-Andalus, por tanto.. muy bonita tu utopía, pero eso.. pura demagogia (con todos mis respetos)

    09 mayo 2008 | 14:06

  9. Dice ser ANGEL DEL VALLE

    Bellísimo, mí cordial felicitación.Como nop haces algo de la sociedad marroquí y de estos ambientes que se están cargando?

    09 mayo 2008 | 16:31

  10. Dice ser maradona

    en las imagines 4 y 5 no se ve qui estan haciendo una carretera nueva a bajo de todo ,nos puedes decir en qui parte se ha tocado el balcon.buen tema pero no es de fillar ,creo que estas dando un imagine muy mala ,hacer pensar a tus paysanos qui no valoramos nuestro patrimoño .eso no es asi ..

    10 mayo 2008 | 2:04

  11. Dice ser Javier

    Creo que se muestra un tanto exagerado en el artículo. Habla de destrucción del mirador, humaredas, estruendo y contaminación, acabar con el lugar… Me figuro que lo hace movido por una gran indignación pero… seamos realistas: nadie destruye el mirador, ni las tumbas. Ni siquiera se ven las obras de la carretera nueva si no se asoma uno… y el estruendo no pasa de ronroneo. No. La gran roca del Haffa, origen de la ciudad, a donde volvían los buenos mercaderes fenicios a visitar a sus muertos, permanecerá muchísimo más tiempo que esa careterilla que están construyendo. Es más, será testigo dentro de unos años de cómo el mar, crecido y más bravo, empiece a descabalgar, en días de furia, los vehículos que por ahí pasen. Y también verá como otro temporal le arranca las farolas y cómo, dentro de bastante más tiempo, desaparece sumergida.El tráfico de vehículos no ayuda a la evocación, pero al fin y al cabo, la belleza está en los ojos de quien mira. Lo que se está estropeando en aras de un progreso mal entendido es la costa. (como la mejor playa entre Malabata y Ceuta para el puerto ¿no había otro sitio? o muchas riquezas naturales como el bosque de Mediuna. No se darán cuenta de que si quitan los árboles y hacen urbanizaciones ya no hay bosque. Construye cerca si quieres, planta unos arbolitos y tendrás más bosque ¿Porqué arrasar los mejores lugares?).Todavía no han calado en Tánger los cada vez más extendidos llamamientos a un desarrollo sostenible, o, como dicen los franceses: durable. Por ejemplo, el lema de Yeosu, la candidata ganadora de la EXPO 2012 es: «The Living Ocean and Coast: Diversity of Resources and Sustainable Activities».La construcción de esa carretera es un buen símbolo de la hasta ahora dominante prepotencia del automóvil, ese chulesco devorador de espacio, recursos naturales y vidas humanas. Pero es una manera de entender la ciudad –y la vida de sus moradores–, que tiene los días contados.

    10 mayo 2008 | 14:14

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