La inteligencia del ser humanoes la capacidad que tiene para adaptarse a la realidad.Xavier Zubiri, filósofo. (San Sebastián, 1889 - Madrid, 1983)

Marruecos y la vuelta triunfal de su embajador

No sé de qué se extrañan melillenses y ceutíes cuando el embajador Omar Azziman, en su regreso triunfal a Madrid, aboga por “un diálogos sin restricciones sobre Ceuta y Melilla” para acabar con la situación de estas “ciudades ocupadas” de una vez. Pues ya deberían saber en estas dos ciudades y en España toda, que Marruecos va por libre —no tiene que dar cuentas democráticas al pueblo—, tiene su propia fe, su manual de comportamiento particular, una medida del tiempo distinta y sus propias obsesiones… Comportamientos todos estos que no coincidirán jamás con los de España (a pesar de que a todos se les llene la boca con eso de “somos hermanos”) ni, en general, con los de Occidente que evoluciona, se dice, en el marco cultural cristiano, a partir de las enseñanzas trasmitidas por los griegos. En definitiva, el mundo musulmán tiene su Corán y el cristiano su Biblia. ¡Y no hay manera de hacer coincidir estos manuales a la hora de entenderse o de establecer pautas comunes de conducta! Por eso lo único que cabe, creo yo, es el respeto mutuo… aunque “ese respeto” se interprete, también, en cada caso, de forma diferente; o sea, un galimatías.

Pero volvamos a la vuelta triunfal del señor embajador a Madrid.

Primero se marchó cómo y cuando quiso… Y luego, loco por volver, no lo hizo, sin embargo, hasta que España fue a buscarle de forma ceremoniosa y ostentosa; innecesaria a todas luces. Y ahora, ya en Madrid, el señor Azziman dice lo que le parece… qué ¡ojo!, en lo que a la reivindicación territorial de Ceuta y Melilla… está en su derecho de hacerlo. Pero igual podría decir del territorio saharaui… Que ese, según los saharauis, también está “ocupado”… Y no por España precisamente, por Marruecos.

En fin..

Los comentarios están cerrados.