No se en qué momento se jodió la juventud española pero ahora se cuando me jodí yo: tal día como ayer, hace tres años. Ayer, 9 de diciembre de 2010, fue un día de reflexión profunda, como siempre que pensamos en la muerte. Y lo pasé sin apenas hacer nada. Oyendo a Camarón y repasando “La leyenda del tiempo”.
Con mis padres y mi hermana en el Parque Nicolás Salmerón de Almería
Estuve dando vueltas de un lado para otro, sin rumbo fijo, blandito y con las lágrimas a flor de piel. Al final, me decidí a poner orden en los recuerdos y abrí las cajas de papeles, fotos y objetos personales de mi hermana, de mi cuñado y de mi sobrina, que permanecían intocables desde que se mataron de golpe en un trágico accidente de tráfico en el puente de la Constitución de 2007. Y, al fin, rompí a llorar.
Ayer lo vi más claro. No he dejado mi empleo de Director General de 20 minutos, en octubre pasado, por la edad o por las cicatrices o el cansancio producido por la crisis económica. En realidad, lo empecé a dejar tal día como ayer, hace tres años, con la muerte de mi única hermana y de su familia. Aquel día me cambió la vida. Como me la cambió también, con un giro dramático inesperado, la muerte trágica en carretera de mi mejor amigo, Manuel Do Campo, el 21 de julio de 1967, a los 21 años de edad.
He llegado a pensar que, con todo lo que me cambió la vida, mi secuestro –mi casi muerte el 2 de marzo de 1976- apenas tuvo tanto efecto sobre mi comportamiento, mi carácter y mis sueños como la muerte violenta de estos seres tan queridos.
Ahora, con menos trabajo rutinario y con nuevos proyectos, tengo tiempo para pensar en todo ello, para estudiarme un poco y reconocerme en las personas que más quiero y que siguen con vida.
Ayer no pude pensar en otra cosa. Mañana regresaré al blog y a mis proyectos, pero recordando una frase de mi suegro, Alph Westley:
“Nadie en su lecho de muerte ha lamentado no haber dedicado más tiempo a su trabajo”.
Lo tendré en cuenta.
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Buenas. Un abrazo muy fuerte. Me gustaría que el recuerdo de sus familiares le den fuerzas en todo el tiempo que le queda por vivir. Espero que sean muchos años.
10 diciembre 2010 | 09:30
Lo siento mucho.
10 diciembre 2010 | 09:33
mucho animo. Gran frase la última, y que lamentable poca gente piensa en el dia día.
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10 diciembre 2010 | 09:35
Al ver la fotografía me he acordado cuando era una niña y llegaba José con su seiscientos por la calle Juan del Olmo, de Isabel, la de José, que ponía su silla de tiras de plástico en la puerta y nos decía a los niños «no la toqueis que da la corriente», del perro Forquet, que era más listo que el hambre pero le daban tanto miedo los cohetes que, cuando sonaban, salía corriendo y se metía en la primera casa que encontraba para esconderse y de Maria Isabel, Luisi, Rosi….. que, por edad, eran amigas de mis hermanos y mientras nosotros jugabamos al balón prisionero ellas ya moceaban.
Todos nos sentimos muy tristes al leer esa noticia el 9 de diciembre de 2007
10 diciembre 2010 | 09:36
A veces vienen estas sensaciones de melancolía por estas fechas, pero hay que levantarse y seguir hacia delante. A mí se me murió mi madre hace 13 años y mi padre el año pasado… pero aún seguimos vivos y hay que seguir por los nuestros.
Saludos.
10 diciembre 2010 | 11:02
Pues sí, lo importante en la vida son las personas a quien queremos. Cuando se vive a través de sus emciones se vive más intensamente. Seguro que te va bien con tus nuevos proyectos.
10 diciembre 2010 | 11:15
Le acompaño en el sentimiento , estas son las cosa que nos rompen el corazón y no podemos hacer nada más que lamentarnos y llorar.
10 diciembre 2010 | 11:22
A veces perdemos a un ser querido, sea familiar o un amigo del alma (de estos últimos, realmente, apenas existen) De golpe, tal como te ha ocurrido a ti, descubrimos que nuestro mundo es un poco más pequeño, un poco más triste y un poco más vacio.
10 diciembre 2010 | 11:49
Señor martinez Soler, mucho animo.
Estas cosas tan tragicas no se superan nunca pero si se puede aprender a vivir con ellas, el tiempo hace que el dolor vaya a menos hasta que llega un dia que se sorprenda a usted mismo sonriendo cuando recuerda los momentos bonitos que vivio con sus seres queridos.
10 diciembre 2010 | 11:57
Tampoco nadie en su lecho de muerte ha lamentado no haber reflexionado mas tiempo sobre la muerte (propia o ajena).
¡A vivir tocan!
10 diciembre 2010 | 12:04
es muy triste, y es inevitable sentir esa añoranza de los seres queridos q ya no están, en los aniversarios del dia en que nos dejaron, y como no en estas fiestas q se acercan, pero la vida sigue y tenemos q pensar en los q se quedan y están con nosotros intentar pasar el mayor tiempo con ellos e intentando hacerles felices, como bien dices nadie piensa en q podia haber trabajado mas, sino todo lo contrario , pq no trabajaria menos y hubiera dedicado mas tiempo a la familia y amigos. Mucho animo
10 diciembre 2010 | 12:08
Mi más sentido pésame
10 diciembre 2010 | 12:45
Ya lo decia el otro: las cosas son como son porque fueron como fueron y lo que vemos ahora es el resultado final de lo que ha ocurrido a lo largo del tiempo. Aunque el pasado ya pasó por lo menos quedan extractos de este pasado que nos afectó en nuestros recuerdos. Son pequeños pasajes que, aunque conservados borrosamente en nuestra memoria, al echar la vista atrás y con la ayuda de unas fotografias y otros restos materiales, para nosotros son mucho más importantes que cualquier gran episodio Histórico de la Historia de la Humanidad. La verdad es que hoy doy asco porque queria escribir algo más profundo y elevado y me ha salido este discurso aburrido. Otra vez será.
clica sobre mi nombre
10 diciembre 2010 | 13:00
en navidad es cuando más notamos la ausencia de los seres queridos…
10 diciembre 2010 | 13:15
Te lo dije en su momento: la experiencia de la muerte de un hermano, más que amigo, marca mucho más nuestras vidas que la muerte de los padres. No sé, por fortuna, cómo será la experiencia de sobrevivir a los hijos, pero de la muerte de mis dos hermanos creo que nunca podré recuperarme. Tus lágrimas son las mías. Un abrazo.
10 diciembre 2010 | 13:49
Le leo a menudo aunque practicamente «sólo se me ve el plumero» en nilibreniocupado…
A mí me pasó lo contrario…la muerte fortuíta de mi abuelo me abrió los ojos para dejar de trabajar ( fuera de casa ) y así disfrutar todavía más de mi familia…Estoy casada y tengo dos hijos ( y gato )…y al hilo de los anteriores posts le diré k no tod@ la juventud afortunadamente nos hemos ( nos han ) jodido…Si por juventud se entienden 35 años 😉
P.D.: Siento mucho lo de su única hermana…
10 diciembre 2010 | 16:12
…a mi edad no tengo a los hijos criados pero sí la casa pagada tb 😉
10 diciembre 2010 | 16:17
Jams, un abrazo
10 diciembre 2010 | 20:01
…
EL suceso q cuenta es trájico y cruel,
… no estamos preparados, aunque se sepa el riesgo diario q existe en todo y mas en circulación…
.. si tubiera la suerte de creer en Dios, estoy seguro q viviría con la esperanza de volver a verlos..
.. la esperanza q nos da Jesús para una vida eterna.. así lo creo y se lo deseo siceramente.
.
10 diciembre 2010 | 22:33
Un fuerte abrazo,
Diego
10 diciembre 2010 | 22:42
I don’t commonly comment but I gotta tell appreciate it for the post on this perfect one : D.
14 diciembre 2010 | 08:00
some really great blog posts on this internet site , regards for contribution.
14 diciembre 2010 | 13:10
Me ha impactado muchísimo el post. Siento muchisimo por lo que has tenido que pasar.
Estaba curioseando 20 minutos y me topé con este post. Casualidades de la vida, yo escribo un blog relacionado con la muerte:www.rincondelaesperanza.com No sé si le interesará a alguien el tema pero por si acaso…
Mucho ánimo.
14 diciembre 2010 | 20:39
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15 diciembre 2010 | 06:43