Una madre imperfecta

No soy una madre perfecta, en absoluto.

Jamás he sido capaz de hacer una trenza decente a mi hija, como mucho alguna coleta rápida con algún que otro huevo. A mí no me gusta peinar y a ella no le gusta que la peinen, así que muchas veces sale de casa con apenas un cepillado rápido. De hecho, en septiembre le han cortado el pelo para evitar historias.

Procuro que coman sano, en mi casa no hay lugar para zumos, bollos o colacaos y como sí me gusta cocinar, procuro hacerlo tanto como pueda. Pero a veces hay prisa y caen unas varitas de pescado, sopa de brick o pizza que nada tiene que ver con la casera que nos comimos ayer.

Debería trabajar más con Jaime en casa, debería insistir en el uso de imágenes para que haga peticiones y en la necesidad de que se vista o cepille los dientes solo, pero con frecuencia ejerzo de madre-mayordoma, y así no aprende. También peco de lo mismo con Julia.

Falto a reuniones del colegio. Suelen ser en horario laboral, trabajo lejos de los colegios y contando ambos centros podemos estar hablando de unas diez al año entre colectivas e individuales. Imposible ir a todas.

A veces Julia quiere jugar y a mí no me apetece, así que propongo que veamos la tele juntas o que juegue un ratito a la tablet o la consola. Nos pasa sobre todo en viajes largos en coche.

También a veces soy yo la que presto más atención al móvil de la que debería en su presencia.

Jugamos y desordenamos y no siempre volvemos a ordenar. Hay noches que he apartado los juguetes y los libros de la cama como he podido para hacer hueco al sueño.

Hay tardes que la pereza nos puede y en lugar de salir en familia a algún parque o montar en bici nos quedamos apoltronados en casa. Con Julia tiramos de juegos de mesa, con Jaime abusamos de la música en la tele.

Tengo mucha paciencia de serie, me resulta más fácil que a la media no gritar ni castigar, pero no es infinita y a veces la pierdo.

Tiendo al despiste y a veces olvido alguna cita en el pediatra, cambiar la muda de la mochila o que teníamos que hacer determinada tarea del cole en casa.

Podría seguir. No soy una madre perfecta y no creo que sea posible serlo. Tampoco me parece deseable vivir peleando por alcanzar la luna, o por fingir que se ha alcanzado desde una cuenta de instagram. El ser humano no es perfecto en nada de lo que hace, en nada de lo que es.

No soy una madre perfecta, pero quiero a mis hijos, ellos lo saben y están creciendo felices.

Y con eso tendremos todos que conformarnos.

5 comentarios

  1. Dice ser Marisol

    Gracias por no hacerme sentir marciana.
    Cuando escucho algunas conversaciones de mamás, que no trabajan fuera, y que tienen tiempo de sobra, para estar en todo tipo de tareas del centro y/o del AMPA, me hacen sentir una inútil fuera de lugar

    18 septiembre 2017 | 09:19

  2. Dice ser Linu

    Si en todo eso que dices radicara la perfección de una madre, las que tienen chacha, no lo son en absoluto. No confundas ser una madre perfecta con ser una ama de casa.
    Ser una madre no tiene que ver con ordenar, limpiar, hacer trenzas o ir a reuniones.
    Porque en ese caso ¿existe el padre perfecto?
    La madre perfecta no existe por una sencilla razón, se aprende sobre la marcha.
    Te honra reconocer lo que consideras que son fallos, pero no lo son.

    18 septiembre 2017 | 10:05

  3. Dice ser Martha

    Completamente de acuerdo contigo, no hay madre ni padre perfecto, sólo el esfuerzo, la constancia y el amor con que educamos a nuestros hijos, y eso se refleja en ellos, porque son los que nos dan la pauta si lo hacemos bien o mal.

    18 septiembre 2017 | 10:23

  4. Dice ser marian

    Qué gracia¡ en mi casa no hay varitas de pescado ni pizzas y mucho menos sopa de brick, sin embargo el cola cao no falta (será herencia materna)

    Yo sí chillo y castigo, mi paciencia es muy normalita pero entiendo que educar muchas veces lo requiere, creo que gracias a «mi fórmula» cada vez tengo que castigar y chillar mucho menos casi nada vaya, ya tiene 13 años.

    No pretendo ser perfecta pero tampoco soy imperfecta y menos como madre (poner ese adjetivo delante de la palabra madre me da mucha grima)

    Soy persona, y además educadora y madre de mi hijo, que chille, castigue, mire el movil o no juegue con él no me califica de ninguna forma.

    18 septiembre 2017 | 10:26

  5. Dice ser ISB

    ¿Y quién es perfecto/a?
    Pero, madre no hay más que una…
    https://dametresminutos.wordpress.com/2016/03/20/madre-no-hay-mas-que-una/

    18 septiembre 2017 | 11:01

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