Clara Díaz Henche es la autora del blog Serendipity Psico. Según sus propias palabras: «Un espacio creado para difundir conocimientos sobre Psicología, y en especial sobre Psicogerontología o Psicología de la Vejez. No pretendo ser una herramienta de formación sino de información, entretenimiento y concienciación. Lo único que hace falta para disfrutar de éste blog, es tener interés y estima por este tipo de población, los mayores. Los cuales conforman un gran porcentaje de las personas de nuestro país.»
Supe de este blog gracias a los Premios 20Blogs que organiza cada año 20minutos. Serendipity Psico fue el ganador en la categoría Salud y vida sana.
«Pero si no va de niño, si va de personas mayores. ¿Qué hace Madre Reciente trayéndolo aquí?». Pues lo hago para recomendaros la lectura de uno de sus posts: los niños ante la enfermedad de Alzheimer, que a su vez me hizo descubrir un cuento
La Enfermedad de Alzheimer resulta desconcertante para todo aquel que se enfrenta a ella, ya sean los propios pacientes como sus familiares. Existen muchas preguntas sin responder e incertidumbre sobre qué ocurrirá y cómo evolucionará. Esto es lo que se experimenta desde una mente adulta, entonces ¿cómo reaccionarán los niños teniendo en cuenta que probablemente sus capacidades no están preparadas para afrontarlo?
Estos niños se encontrarán con dificultades al tener que enfrentarse a nuevas rutinas. Es posible que su familiar enfermo pase largas temporadas en su casa e incluso termine viviendo con ellos. Ello supone una reducción de su espacio así como una disminución del tiempo que pasan con sus padres. Pueden sentirse desatendidos, incomprendidos y desconcertados al ver que un adulto que les ha cuidado cuando ellos lo necesitaban, ahora debe ser atendido. Las reacciones ante esto pueden ser muy diversas, pudiendo aparecer tristeza, ansiedad o rabia.
Ante esto: ¿qué podemos hacer por ellos?
Informar sobre la enfermedad con un lenguaje adaptado a su edad, explicando en qué consiste, cuál es su nombre, qué implica y cuál será su posible evolución. Este libro es un ejemplo de material que facilitará su comprensión y promoverán expresión y ventilación emocional. Implicarles en el cuidado y ayuda de sus mayores pero nunca dando responsabilidades que no les pertenecen, y garantizar sus rutinas diarias y de ocio para evitar sentimientos de culpabilidad y rechazo.
La presencia de niños ante pacientes con Alzheimer motiva y estimula sus capacidades. Los niños disfrutarán del cuidado a sus mayores y les recordarán siempre con una sonrisa.
Gracias al proyecto Lola&Alz y su increíble labor, pude escribir esta entrada en el prólogo del libro infantil La cajita de música de Lola. El cual pretende desestigmatizar la enfermedad de Alzheimer en la población infantil y conseguir involucrarles en la atención y cuidado de sus mayores.
Os dejo el enlace del proyecto Lola&Alz y una foto de su libro, totalmente artesanal con un cuento entrañable, preciosas ilustraciones ilustraciones y la participación de niños que hablan de sus mayores con poemas, escritos y dibujos.
Así que gracias a Serendipity-blog he podido descubrir un proyecto al que voy a seguir muy de cerca. La versión impresa del cuento está agotada, hay una versión digital que no cuesta ni un euro y más buenas ideas en marcha.
Yo tuve la suerte de contar con la compañía de mis abuelos hasta la edad adulta. De hecho dos siguen vivos y esperemos que el Alzhéimer permanezca lejos de ellos ya para siempre. Mi abuela materna sí que padeció Alzhéimer, pero murió siendo Jaime un bebé. No fui una niña sorprendida por encontrarme a mi abuela, la de las uñas rojas, el fuerte carácter y aquel gusto un poco raro para su generación por ver baloncesto en la tele, incapaz de reconocerme y deteriorándose.
A nuestros niños les tenemos mayores. Nuestros padres tienen una mayor esperanza de vida que nuestros abuelos. Es muy probable que muchos de nuestos hijos sí que tengan el Alzhéimer en casa.
Así que sean bienvenidos cuentos como La cajita de música de Lola o los consejos llenos de sentido común de Clara.
Son importantes todas las medidas preventivas que ayuden a retrasar esta enfermedad, de todas formas deberiamos asimilar mejor que todos tenemos un ciclo en esta vida, queremos vivir muchos años sin darnos cuenta de los efectos secundarios que conlleva…
21 mayo 2014 | 09:04
Muchas gracias por difundir este material. Crea un espacio en el que expresar sobre esta enfermedad con los más pequeños. Una gran labor.
Gracias también por tus palabras hacia mí y hacia mi trabajo.
Un placer.
Saludos
21 mayo 2014 | 10:30
No podemos ni debemos esconder las enfermedades familiares a los hijos por pequeños que estos sean, simplemente porque a veces es totalmente imposible; mi padre murió de un cáncer de garganta cuando mi hijo tenía tres años y medio, durante el último año estuve yendo a alimentarlo por sonda y a cuidar su traqueotomía junto a mi pequeño que se sentaba a los pies de su cama haciendo como que le leía un cuento a su querido abuelo, asimiló todo aquello porque lo vio y lo vivió y yo se lo expliqué (le explique que no podía hablar que comía con una gomita y que estaba muy malito que tenía cáncer); cuando murió, mi niño me dijo: «mami no llores, el abuelo ya tenía muchas ganas de irse, ahora es mi ángel de la guarda»
Supongo que hemos de enfrentarnos con naturalidad a estos temas.
21 mayo 2014 | 10:40