Es uno de los entretenimientos más sencillos y agradecidos que existen para los niños, probablemente algo a lo que ya se dedicaban nuestros abuelos. Creo que no hay niño que no se haya enfrentado con sus lápices de colores, sus ceras, sus acuarelas o sus rotuladores a un coloreable.
Normalmente se piensa que lo que se trabaja con ellos es la psicomotricidad fina (no hay más que ver cómo mejoran con el famoso reto de «no salirse») y la creatividad. En realidad hay muchas más ventajas.
Incluso con niños poco dados al dibujo, es fácil motivarles buscando personajes o escenas que les resulten atractivos. ¿Qué es un fan de ‘Cars’? Pues un Rayo McQueen o un Dusty al canto. ¿Loca por los dinosaurios? Los hay de todo tipo disponibles. Basta con usar el buscador de imágenes de Google para encontrar de todo. Si en español no aparece, al probar el inglés suele funcionar. La Red está llena de recursos para los niños ofrecidos por museos, empresas y profesores que elaboran su propio material para los niños. Y si aún así no hay suerte, siempre podemos dibujar los adultos lo que ellos luego colorean. Da igual que no seamos precisamente Velázquez, probablemente les encantará el dibujo de papá o de mamá.
Pero además de princesas, animalitos y coloreables de letras o números o con los que contar, los hay tan variados que permiten investigar la historia, el arte, el cuerpo humano…
Julia trabaja en su colegio por proyectos. El año parado el proyecto más largo fue el de la prehistoria, así que estuvimos coloreando escenas de hombres de cro-magnon. Este año han comenzado hace poco con el proyecto del arte, así que justo ahora está haciendo su propia versión de Van Gogh. Ella lo ha elegido entre un universo de Mona Lisas, Picassos y Rubens, lo que nos ha servido para investigar un poco sobre la vida y obra del pintor.
Y hablo en primera persona del plural por algo: es buena idea sentarnos a colorear con ellos. En general es algo recomendable con cualquier tarea. Si papá y mamá también colorean, debe ser una actividad importante o interesante. Y os aseguro que un ratito concentrados en rellenar un hueco determinado con un color sin salirse es bastante desestresante. Tanto como hacer punto (knitting lo llaman) o cualquiera de esas actividades tan en boga.
Hola. Antes de nada, darte las gracias por contestarme a la pregunta de la lectura del viernes.
A mi hija le gusta mucho cuando me siento con ella a pintar, leer, hacer construcciones….. Y realmente, me encanta, porque me sirve para desconectar y sentirme niña otra vez. Además, relaja y mucho!!!
10 febrero 2014 | 11:16
A mi hijo no le gustaba dibujar, y eso que hace unas cosas interesantísimas (dibuja en linea y casi siempre, a nosotros tres). Tengo la casa llena con sus dibujos en marcos porque en verdad, me encantan!
El caso es que le compramos un cuaderno de estos y hemos descubierto que es la mejor manera de estar entretenido en un restaurante o bar. Nos pide que dibujemos con él y ayer, compartió el juego con un amigo suyo. Al final hubo discusión y lloros, pero el entretenimiento duró bastante.
Lo recomiendo especialmente en esta faceta: para estar entretenido y sentado en sitios públicos.
10 febrero 2014 | 12:40