‘LA TRIBU’ en Telecinco

Anoche vimos el estreno de Sardá en casa, sobrios y muy bien acompañados. Afortunadamente nos teníamos a nosotros, y eso nos salvó del tedio más absoluto que resultó ser el supuesto nuevo seis de oros de telecinquillo que tanto habían anunciado.

Del programa no hay mucho que decir: que es una sucesión de sainetes mal hilados, un dineral desaprovechado y una muestra clara de que ‘CRÓNICAS MARCIANAS’ no murió de éxito, desde luego.

LA TRIBU en una enorme estafa televisiva que resulta menos creíble que las broncas entre la Patiño y Chelo G Punto Cortés, los aliporis de Belén Esteban con AR, los escupitajos de la Cantudo o Patricia Conde enseñando las bragas en SLQH.

Lo que quiero decir, para que me entendáis –Sardá, Milá– es que es una puta mierda. Tan mala, tan falsa y tan ineficaz que hasta le costó el personaje a Risto Mejide. Aunque eso lo explicaré en otra ocasión.

Lo de hoy es un vómito express. Un desahogo que me merezco después de haber aguantado dos horas delante del televisor tratando de entender por qué todo el mundo asegura que Sardá sabe mucho de televisión, es un gran comunicador, y toda esa sarta de tópicos. Sardá da pena, hace una televisión que se ha quedado vieja, vuelve a lo de siempre como lo intentó Pepe Navarro con su Rufus y fracasó.

Nada tuvo gracia, Milá estuvo de más, los guiones de Latre volvieron a ser lamentables y hasta a Boris se le veía aburrido de sí mismo.

Supongo que la gente, como nosotros, vería anoche el estreno con expectativa y puede que la audiencia no fuera mal. Me da lo mismo. El programa de anoche no fue nada, fue humo; humo tóxico. Una enorme pérdida de tiempo y de dinero.

(ACTUALIZACIÓN AUDIENCIAS:

DEC – 20.7% y 2.475.000 espectadores

JOSEMA Y FLO – 18% y 3.062.000 espectadores

LA TRIBU – 14.9% y 2.304.000 espectadores

CALLEJEROS – 12.4% y 2.185.000 espectadores

FUENTE: VERTELE)

Vamos, un hostión.

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