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Si la arquitectura te rodea, deberías empezar a fijarte en ella

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Gehry premio Príncipe de Asturias, Gehry tú antes molabas

Mis queridos amiguitos: ha sucedido. Frank Gehry es Premio Príncipe de Asturias.

Imagino al que recibe las llamadas en la Fundación Príncipe de Asturias, clavando sus uñas en el brazo del sillón y mirando el teléfono con la mirada perdida y el temor fundado de que el rey del burruñito de papel hecho edificio, decline amablemente tal honor. Habida cuenta de que el premio lo recibió tambien Calatrava, no hay que descartar esa posibilidad.

Coincide que me encontraba pergeñando un post revolucionario sobre los porqués en arquitectura y la necesidad que tenemos de volver a ellos. Sobre la necesidad de volver a justificar nuestros edificios sin recurrir exclusivamente a la metáfora, a la abstracción, sin aferrarnos a la lírica o la poética personal para que otros puedan comprender también las razones que generan la arquitectura y me llama mi editora (siempre he querido decir esto) para decirme que el bueno de Frank ha sido agraciado con tal honor. Y me ha roto los esquemas.

Os pido comprensión para este gruñón ignorante. No es que Gehry, me parezca ni bueno ni malo, que seguro que es bueno y un gran profesional de lo suyo. Pero es que lo suyo ahora es otra cosa distinta a la arquitectura. Lo suyo es fabricar Gehrys. Arrugaditos. Plagados de aristas. Dándole vueltas a la geometría según caiga el burruñito de papel en el que basa sus diseños. Y me gusta. O mejor dicho, me gustó. El primero. Luego sus diseños han ido derivando hacia un mismo diseño repetido mil veces, no sé si por no defraudar a sus clientes que lo que buscan es un Gehry reconocible a dos provincias de distancia, o por pura inercia.

Casa Danzante en Praga, Frank Gehry. Foto wikipedia

Personalmente encontraba de mejor gusto el Ghery que giraba en torno a sí mismo como en el edificio de la casa danzante de Praga y otros ejemplos en los que pequeños movimientos de rotación del edificio, que podían considerarse sutiles arbitrariedades arquitectónicas, generaban un estilo propio y una intensa fuerza visual en el espectador. Llegado un punto, y en una horrible noche de insomnio, recostado sobre su sillón y con un puro en la boca debió de lanzar una pelotilla a la papelera, encontrando durante el efímero vuelo la solución a algún edificio: esto tengo que convertirlo en una obra, pensó el canadiense sin duda. Y de ahí a la gloria.

Y vuelvo a decir que fue un gran momento para la arquitectura, que además necesitaba para ser introducida en nuestros cerebros un palabro, un término propio que la hiciese permanecer: deconstrucción. Ya estaba todo.

El Guggenheim de Bilbao, obra que no me cansaré de glosar por lo que ha significado en la ciudad, fue el culmen, pero también un punto de inflexión a partir del que se han replantado esquejes del mismo edificio en diferentes lugares, las bodegas Marqués de Riscal en El Ciego, el museo de arte moderno en Minnesota, culminando en el delirante museo de la biodiversidad en Panamá.Una y otra vez repitiendo un esquema que contradice aquel principio que aprendimos en el que el lugar exige un tributo importante, definiendo caracteres de cada edificio. No parece que un mismo edificio o un mismo esquema pueda servir una y otra vez en distintos lugares y para distintos usos.

Aunque tras lo anterior pueda parecer que ataco a Gehry, nada más lejos de la realidad. Eso ya lo hicieron Oldenburg y Van Bruggen colocandole unos prismáticos que sirven de entrada al edificio de Gehry en el Binoculars Building. Un ataque gratuito a la arquitectura y al pobre arquitecto, un escupitajo al buen gusto y una pedorreta en la cara de las musas.

Gehry, sin lugar a dudas transformó con el apoyo de las instituciones una ciudad como Bilbao, en la que el gris inundaba las brumas industriales como aquella nada que se extendía en La historia interminable de Michael Ende o la niebla de Temblor de Rosa Montero en un increíble resurgir de la actividad humana en un entorno que pasó de depauperado a privilegiado, de defenestrado a envidiado e imitado con poco éxito por toda la geografía hispana. Si esto no es hacer arquitectura, hacer ciudad, que venga el Corbu y lo vea.

Solo por eso, habría que haberle dado este u otros premios, ampliamente merecidos, no solo a Gehry, sino a los que posibilitaron tan ambiciosa idea, ayuntamiento, instituciones y Administración.

Museo Guggenheim de Bilbao, Foto Wikipedia

Nota del arquitectador: Me gusta especialmente la actuación de Bilbao, porque confluyen las circunstancias de éxito debido a la colaboración de muchos participantes, no solo el arquitecto y no siempre se produce esta situación. Tras llenarsenos la boca de la palabra «equipos multidisciplinares» nos hartamos de poner el nombre de una sola persona en la autoría de las cosas, ya sea en arquitectura, en política, o en cualquier otro asunto.

¿Es necesario remodelar la Puerta del Sol?

Durante mi adolescencia solía recorrer la cuesta de Claudio Moyano y sus preciosos kioscos de madera en busca de algún titulo que llamase mi atención, y era frecuente volver a casa con seis o siete libros antiguos, a veces ajados, siempre misteriosos que prometían deliciosos ratos de sofá.

Recuerdo con especial cariño uno de ellos que narraba la historia de la Plaza Mayor de Madrid, ilustrado con dibujos y fotografías de sus distintas etapas y usos, recordando como sus adoquines habían visto desde autos sacramentales hasta desfiles, desde ejecuciones públicas hasta representaciones teatrales, y como por el lugar habían discurrido caballos, tropas, coches…no recuerdo ya las veces que lo tuve entre las manos.

Hoy, que el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid dará a conocer el proyecto ganador para la remodelación de la Puerta del Sol, un proyecto no vinculante para el Ayuntamiento y que podría perfectamente no ser más que una traca de pólvora fallida de la que dentro de unos meses nadie hable, me viene aquel libro a la memoria y también las distintas situaciones por las que la Plaza Mayor, al igual que le ha sucedido a la Puerta del Sol, ha pasado durante su periodo de existencia.

Puerta del Sol, captura de google maps

Puerta del Sol, captura de google maps

Tengo bastantes dudas de la oportunidad e incluso de la necesidad del concurso. Es cierto que en estos momentos la puerta del Sol se ha convertido en una árida superficie que no se distingue urbanísticamente de cualquier otra plaza de este mundo nuestro, tan de paso, tan itinerante y en el que aplicamos el apellido social a cualquier acción con la desgana de un me gusta o un favorito en esas otras redes digitales en las que volcamos nuestro tiempo.

Es verdad también que el lugar está cargado de contenido histórico y que en los últimos años ha cobrado nuevos significados y supuesto nuevos puntos de encuentro e incluso ha podido llegar a convertirse en determinados momentos en un hito, en un lugar de referencia al que acudir a significarnos. Un referente que el propio urbanismo podría destruir cuidadosamente con ciertos hábiles toques de ajardinamiento, vallados o marcaje de recorridos. Un buen plano de emplazamiento y recorridos hace más por la disolución de grupos que ninguna ley de vagos y maleantes, pero queridos conspiranoicos no me lo tengáis en cuenta. No creo en grandes mentes que nos dirijan con destreza y mano delicada y no voy por ahí, creedme.

Lo cierto es que no tengo muy claro que se precise una actuación en la puerta del Sol. Estoy seguro de que van a darse a conocer grandes proyectos, y éste como digo siempre, no es un blog de crítica arquitectónica ni de promoción ni de divulgación de la misma, por lo que no creo que haga más que enlazar a alguna crítica del ganador que me parezca oportuna o bien dirigida, sin embargo y a raíz de la nota de prensa del COAM en el que se dice que el concurso será resuelto

…en base a varios criterios, no tratando únicamente de resolver una foto fija sino de proponer las posibles evoluciones de la plaza, otorgando a SOL una solución unitaria y de futuro…

me surge la duda de como podríamos desde un punto fijo, resolver un periodo más o menos extenso de tiempo cuando aún no tenemos claras las necesidades.

La puerta del Sol, está planteada hoy como lugar de paso, porque lo es. No dispone de elementos de estancia, y quizá debería disponer alguno, aunque es de destacar sobre todo para los que no sois de Madrid, que en las horas punta es difícil incluso caminar por ella dado el gran número de personas que la utilizan como lugar de encuentro, como escenario de performances, o simplemente como camino por el que llegar al metro, a las zonas comerciales o atravesarla para llegar hasta otras vías más lineales de la ciudad. Además la plaza es atravesada por taxis y dispone de semaforos, pasos de cebra y acceso a un intercambiador de Metro y Cercanias. Durante todo el año, especialmente los fines de semana es lugar de finalización de manifestaciones y concentraciones y en ella se encuentra la sede de la Comunidad de Madrid con la consiguiente afluencia de coches oficiales a sus calles aledañas.

Como remate, la puerta del Sol es el punto de llegada de los miles de madrileños que acudimos a las zonas centricas y desde nos desplazamos en superficie a otras zonas o calles eminentemente comerciales o de esparcimiento lúdico.

A partir de aquí, se me haría tremendamente dificil establecer los parametros de necesidad que harían deseable cambiar la conformación actual de la plaza y mucho menos hacerlo de manera que sea estable en el tiempo y continue sirviendo a los usos que ofrece hoy. Lo único que tengo claro es que establecer elementos de obstrucción al tráfico peatonal sería un tremendo error y espero que se sea lo suficientemente sutil para no caer en protagonismos innecesarios en un lugar que no lo soportaría.

Por ello pienso en la enorme dificultad que supone realizar en ella una actuación y sobre todo hacerlo de manera estable en el tiempo y sin perjudicar a los usos que hoy tiene.
En todo caso, enhorabuena al ganador, sea quien sea y ojalá que acierte. No lo tiene nada fácil.

Nota del arquitectador: Y ya puestos a poner dudas, si el proyecto finalmente no se lleva a cabo y no es más que una forma de entretener al personal, ¿quedaría fatal que la presidenta del jurado hubiese sido la alcaldesa Botella, verdad? Es que lo es, así que supongo que no se habrá prestado a unos juegos florales y  en la casa consistorial, tendrán en consideración el concurso ¿no?

 

Concurso: Un hombre y dos construcciones

Llega la primavera y el arquitecto se atolondra hasta el atocinamiento. Es en estos momentos del año cuando suelo -solía hacerlo antes- hacer un concurso entre mis cercanos sufrientes a los que premiaba-castigaba con un dibujo a mano original. Como no les obligo a ponerlo en lugares preminentes de la casa, me lo admiten de buen grado e incluso gustan de jugar a adivinar los acertijos (siempre arquitectónicos  que les propongo, así que he decidido hacerlo extensivo a los habitantes de este blog.

NORMAS: Ní se dejan pistas, ni preguntas, ni respuestas parciales en los comentarios, a los que no responderé. Las comunicaciones se harán al siguiente mail: arquitectador@gmail.com

OBJETIVO: Se busca el nombre de un hombre y dos construcciones.

SOLUCION: Solo por mail a arquitectador@gmail.com y solo soluciones completas con el razonamiento que os ha llevado hasta ellas. Ya sabeis, un hombre, dos construcciones y el razonamiento. No respondo a soluciones parciales.

PREMIO: Un dibujo a mano original. Un autentico Morea para presumir delante de las amistades. El diario 20minutos. es también colabora con una suscripción a sus contenidos digitales durante un año. Ah, no, que ya son gratis….

PREMIADOS: Los tres primeros que adivinen las tres cuestiones (un hombre y dos construcciones) y justifiquen el razonamiento por el que han llegado.

PLAZO: Si no lo adivináis antes del 15 de Junio, además de ser unos zoquetes me llevo el juego y lo declaro desierto.

RESPUESTAS CORRECTAS ANTE NOTARIO: ¿Tu estás mal o qué? Como vamos a molestar a un notario para esto, chavalín, te toca fiarte de mí, que en esto soy muy serio.

A juuugaaAAARRRR:

 

 ARQUIADIVINANZA

Se habla de una sucesión en la que nadie sucede,

y aunque nunca llegará, a existir un fallecido

ni un depuesto, ni un ungido,

ni por nacimiento ha sido,

habrá quien será siguiente,

con la suma de la herencia

de anterior y precedente

 

Y como hablamos de varios, desde la nada hasta el fin

el que haga el diecisiete marcará el giro terráqueo en el que murió el delfín

de aquel que inició las obras de tan grande construcción

que aún hoy es insensato, exagerado, pazguato

e incluso bobalicón

suponer que exista obra de Cipango a Guanajuato

que dure más que la suya

y si bien se la mencionas a arquitecto o constructor

tomáralo como insulto,

como burla y como pulla.

 

El muerto que mencionamos, engulló con nueve ojos

el agua de una ciudad,

y ayudare al caminante,

que de un lado al otro va,

a cruzar aquella calle con nombre de numeral

 

Si su nombre ya conoces, y el edificio sospechas

te diré querido amigo que no has llegado al final

pues donde se halla el encuentro del paso que hizo el difunto

con la ciudad del ladrillo, y -en portugués- el presunto,

que al gabacho le fue mal

está también el camino, que antes traía agua al sitio

y es lo que has de nombrar.

 

 

Plaza Mayor. Dibujo a tinta de Miguel Morea
Plaza Mayor. Dibujo a tinta de Miguel Morea

 

Nota del arquitectador: No busquéis métrica, ni orden en los versos. Uno es de ciencias y las humanidades le quedan grandes.

¿Hay igualdad entre arquitectas y arquitectos?

Hoy, que tenemos por bandera que nuestra sociedad occidental es prácticamente igualitaria (?), leo que Martha Thorne, directora ejecutiva del Premio Pritzker 2005, ha solicitado a través de una iniciativa del portal change.org que Denise Scott Brown sea reconocida como coganadora del Premio Pritzker , que le fue concedido a su marido Robert Venturi en 1991.

Desde mi experiencia personal traigo aquí lo que escribí hace algún tiempo:

En los últimos veinte años trabajando en construcción, he podido coincidir en mi trabajo con muchas mujeres, como subordinado, de igual a igual y como responsable de ellas.

Parece que hoy las distancias se reducen, pero me sigue sorprendiendo que en nuestro sector, presumiendo como presume de estar en la vanguardia de muchos de los avances de la sociedad, el papel de la mujer como arquitecta aún esté muy lejos de la igualdad.
Y lo digo por los datos. Es mayoría el número de mujeres en las matriculas universitarias y en las escuelas de arquitectura, pero las mujeres que verdaderamente llegan a ganar premios o a realizar grandes proyectos bajo su firma siguen siendo muy escasas.
la cuota se reduce a mínimos si pienso en las que no lo hacen como parte de una pareja hombre-mujer, sino que titularizan su trabajo en solitario. Apenas puedo recordar algunos nombres y dudo que los que no versados en estas lides sepan mencionar a más de dos de ascendencia no iraní, y casi todas, por cierto, empezaron compartiendo estudio con un hombre.

Y si nos remontamos más allá del siglo XX no seria fácil encontrar algún caso de mujer en solitario que realizase trabajos en arquitectura. Y si lo hizo, no ha trascendido.
Tras toda esta exposición, no me cabe más que pensar que si bien el número de arquitectas debe ser igual o incluso superior al de hombres, los que dirigen y eligen aún son hombres. Y la arquitectura, una vez más, no es sino un reflejo de lo que tenemos alrededor.

Buscando fotos con la etiqueta «obrera de la construcción» me sale esto. Para que veamos que no solo entre los profesionales titulados hay discriminación.

Nota del arquitectador: Cuando me matriculé por primera vez en la Escuela de Arquitectura Técnica, en mi aula eramos noventa y seis hombres y cuatro mujeres. Cuatro años más tarde al salir de allí con aquel trozo de papel las matriculas de primer curso eran mayoritariamente de genero femenino. Y efectivamente en la vida profesional, eso se notó unos años más tarde. Otra cosa es el género que llega a los puestos de representación y control en empresas y estudios, que a día de hoy sigue siendo prioritariamente masculino. Es un hecho.

Antonio Palacios y el Círculo de Bellas Artes

Ayer tuve la suerte de asistir a la entrega del III Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero, un evento que aúna, en un maravilloso maridaje, los vinos y los libros y como todo evento debe tener un marco arquitectónico a la medida, debo reconocer el acierto de celebrarlo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, una de esas fachadas que ilustran la ciudad, que crean esa imagen que se aloja en nuestras retinas y llenan nuestras vidas de recuerdos relacionados con ella.

Foto Zabarqal, wikipedia

En mi caso -todo esto lo reflexionaba con una copa de buen vino- el arquitecto del edificio ha tenido una indirecta relación con mi vida en varias ocasiones, y con las vuestras seguro que también por muchas razones. Hace ya varias glaciaciones, en mi primera etapa universitaria, realicé un trabajo sobre los edificios de la plaza de Cibeles y descubrí que Antonio Palacios Ramilo diseñó el Palacio de Comunicaciones, comunmente conocido como Palacio de Correos y hoy edificio consistorial de Madrid. Sin duda la joya de la corona de los cuatro edificios que circunscriben a la diosa de los leones. Más tarde, durante una celebración personal, me cotillearon que la casa en la que estábamos fue diseñada por el mismo arquitecto, cosa que no pude confirmar, pero por las fechas y el estilo era perfectamente posible.

Fue, además de un grandísimo dibujante -disciplina que admiro con fervor-, profesor en la universidad y una influencia importante en sus coetáneos y alumnos, como por ejemplo en Muguruza autor del Palacio de la Prensa, edificio en el que tuvo su sede este diario 20minutos.es, y todos tenemos en nuestra retina las principales estaciones del metro de Madrid y sus accesos, esas escaleras de forja y sus templetes, que Palacios diseñó, junto con el ingeniero Otamendi.

Accesos al metro diseñados por Antonio Palacios

En la fachada del Círculo de Bellas Artes, Palacios, que fue un monumentalista ejerciente, exploró la diferenciación al exterior de los usos interiores, explicando en altura los distintos volúmenes según su función, lo que convierte esta fachada en mucho más dinámica que sus vecinas sin perder su carácter reinterpretativo de los ordenes clásicos. Bajo mi punto de vista el remate de la torre de manera asimétrica y el distinto tratamiento que hace en sus dos fachadas es un ejercicio de profesionalidad que nos enseña a los arquitectos de hoy, más que muchos libros.

De nuevo los libros, que así empezaba el post. Una manera cualquiera de cerrar el círculo, porque como muy bien dice el nombre del edificio y de la entidad, al final, quizá todas las bellas artes no pueden entenderse bien las unas sin las otras, formando un círculo sin fin.

Nota del arquitectador: En el fondo, quien gusta de la lectura y de regarla con un buen vino, busca un rincón, un lugar especial para disfrutarlo. No se me ocurre mejor razón para la arquitectura.

Toyo Ito, un premio Pritzker insatisfecho

Hoy, estaba planeado publicar un post incendiario sobre otro asunto, pero claro, van estos chicos del Pritzker y sacan la nota de prensa con la concesión del galardón a Toyo Ito y la actualidad manda.

Si tengo que describir la primera imagen que se me viene a la cabeza al pensar en Toyo Ito es una fachada tramada con distintas y aparentemente anárquicas formas, a modo de red irregular, con huecos triangulares, rasgones curvados o incluso formas amorfas. Este mismo ejercicio lo ha hecho Toyo Ito llevando esa imagen a la planta y en varias ocasiones, compartiendo esto en planta y alzado. No es, por supuesto, lo único que ha hecho, pero desde luego es una imagen marca de la casa, aunque Toyo Ito no se define con una sola imagen.

¿Cuantas asignaturas se pueden aprobar con esta misma fachada? Más de cuatro, os lo juro / TOD’S Omotesando Building, 2002—2004, Tokyo. Photo by Nacasa & Partners Inc.

El bueno de Toyo Ito, además, como todos los grandes arquitectos japoneses, aporta a la arquitectura una buena dosis de limpieza de formas y de bla,bla,bla,bla…esto lo podéis leer en esos blogs buenos de arquitectura, que los hay a centenares y mucho más versados que éste. Si es que a mí ,Toyo Ito -discúlpeme maestro- no me gusta, a mí el que me gusta es Tadao Ando, y el bueno de Sigheru Bahn que mira tu las cosas que se le ocurren -construir con cartón y cortinas, que arrestos tiene el tío- pero rayos y truenos, Tadao Ando ya ganó el Pritzker en el 95 y el post va a quedar muy desfasado y con Sigheru Bahn no es cuestión de anticiparse.

No es que yo le quite mérito, ni mucho menos. Es que no sé cuantos libros de arquitectura después, aún me cuesta ver lo de los japoneses, y sobre todo dejo de entenderles cuando leo las cosas que se escriben sobre sus obras. Que si es una arquitectura mutante, que si sus fachadas son etéreas, que si sus diseños son fluidos y sobrepasan los límites de la arquitectura moderna…me estomagan de tal manera las cosas que se escriben sobre la arquitectura que las más de las veces me pregunto a mí mismo si es que de verdad no la entiendo, si después de tantos años y tanta lectura, de tanta imagen y de tanto trabajo, debo desistir. Y es entonces cuando busco lo que el mismo autor dice de su obra.

Dice Toyo Ito que nunca estará satisfecho de sus obras y eso, me reconcilia con su arquitectura. Porque creo que la insatisfacción del arquitecto es perenne, universal y común a todos, a los arquitectos artistas y a los de andar por casa, a las estrellas del Pritzker y a los que hacen vivienda social. Incluso a Zaha. Y pienso que hasta yo, al hilo de ésto, podría escribir algunos párrafos llenos de epítetos cantarines para que nadie me comprendiese y se viesen obligados a asentir con la cabeza si lo digo con la convicción suficiente.

No estar satisfecho, invita a poner todo de tí en el siguiente proyecto, a hacer más de lo que eres capaz en cada trabajo y eso, solo eso, aunque solo eso, es una gran enseñanza para nosotros. No todos los días tiene uno algo en común con un premio Pritzker.

Nota del arquitectador: Tuve una compañera de carrera, que se mantuvo durante cuatro años en la Escuela haciendo copias descaradas de las fachadas de Toyo Ito y fue avanzando en las asignaturas de proyectos como si tal cosa. Oye entre lo que se aprovechaba de sus compañeros y la puñetera fachada de trama irregular fue avanzando en su formación a la velocidad del rayo. Quizá por eso le tengo algo de manía personal a la trama esa del demonio, pero tengo que reconocer que tiene mucho mérito, de lo contrario aquella estudiante se hubiese topado con la realidad unas cuantas asignaturas de proyectos antes. Algún día os contaré como se la encontró, porque es muy didáctico.

 

Sencillo sí, simple jamás

Bien, ha llegado el momento de ponerse el mono de faena y hablar de arquitectura. Sí pequeñuelos, no todo van a ser chascarrillos y anécdotas, no solo de críticas y «nomegustas» vive el blogger. También de la difusión de aquello sobre lo que escribe.

Amenazaba aquí mismo hace unos días con hablar de un gran proyecto que estaba nominado a los premios Mies Van der Rohe, (ay, el bueno de Mies) y yo, como el padrino, siempre cumplo mis promesas. Se trata de la residencia para ancianos de Aires Mateus, dos arquitectos y hermanos portugueses que continúan la trayectoria minimalista de los grandes lusos, Siza y Souto de Mora y haciendo algo, que a mí particularmente me encanta: hacer sencillo (que no simple) lo complejo.

No sé si el proyecto ganará el premio, pero confieso que es con mucho, el que más admiro de los finalistas. Tiene arquitectura en cada rincón  tiene belleza en sus aristas, tiene luz en todas sus formas, la recibida, la que proyecta, la sombra arrojada, la manera de captarla de forma indirecta y la manera de servir de pantalla para todo lo que pasa por delante de él. En fin, estaré hoy un poco ñoño, pero es como un acorde en el momento justo. Tres notas con el tempo adecuado y la cadencia perfecta.

Foto cortesía de F+S Guerra http://www.ultimasreportagens.com

Foto cortesía de F+S Guerra

Si yo fuese -incluso- un poco más pedante de lo que soy o vosotros fueseis arquitectos, os diría que el proyecto aprovecha la sustracción de volúmenes sobre un volumen principal para introducir la luz de manera indirecta en el interior. Pero no sois arquitectos -enhorabuena amigos- y mi pedantería está limitada por mis conocimientos así que os pediré que os fijéis en esos «bocados» que dejan cubos vacíos por los que puede entrar la luz de manera reflejada. Algo aparentemente sencillo, sí, pero de una efectividad y una belleza espectaculares.

Ha llegado a cansarme en los proyectos de hace unos años, la agotadora evocación del minimalismo, que en algunos casos los ha llevado a convertirse en un agujero negro de la arquitectura: en la nada más absoluta. Y por el contrario esos otros proyectos -este proyecto- que consiguen sin alardes impactar y calmar al mismo tiempo, que transmite sobriedad y serenidad sin ser aburrido o simple, me llevan a un punto cercano al org…no. Esto no puedo decirlo aquí, que habrá niños. O quizá sí, y algún día quieran ser arquitectos.

Niños, cambiad de canal ahora mismo. Y de aspiraciones en la vida.

Nota del arquitectador: Según el diccionario de la RAE:

Sencillo: Que carece de exornación y artificio, y expresa ingenua y naturalmente los conceptos.

Simple: Sin composición/Se dice de aquello que, pudiendo ser doble o estar duplicado, no lo es o no lo está / Desabrido, falto de sazón y de sabor.

Foto cortesía de F+S Guerra

Foto cortesía de F+S Guerra

 

 

 

 

 

¿Son justos los premios de arquitectura?

Tenía pensado hoy hacer una entrada sobre una arquitecta persa, así al azar, la primera que se me viniera a la cabeza, y tras procrastinarlo más que una visita al dentista he tomado una decisión salomónica: si voy a poner verde a alguien empecemos por barrer nuestra casa. Todo con tal de dejarlo para otro día.

Hoy la bilis se me altera – ya os habréis dado cuenta de que cuando no es por una cosa es por media docena- porque la semana pasada se conocieron los finalistas a los premios Mies Van der Rohe, entre los que se encuentran las conocidas como setas de Sevilla: el Metropol Parasol

Como este blog trata de arquitectura voy a pasar por encima el hecho, no precisamente menor, de que ya existiese un proyecto anterior para la realización de un aparcamiento y mercado de abastos en la plaza de la Encarnación, voy a ignorar deliberadamente que este proyecto ya estaba iniciado y que costó según informaciones aparecidas en prensa unos 14,6 millones de euros en indemnizaciones y demás, darle carpetazo.

Por supuesto no voy a entrar a valorar la oportunidad del proyecto o su coste, que según versiones se ha disparado desde los 50 millones iniciales hasta 86 – 100 millones, nada más lejos de mi ánimo. Seguro que está debidamente justificado.

Pero arquitectónicamente (glub) ¿cuál es el aporte al futuro de la ciudad de esta estatuilla de 22 m de altura?

Foto: EUROPA PRESS/AYUNTAMIENTO DE SEVILLA

Os diré que cualquier actuación urbana es mucho más complicada que cualquier edificio ubicado en mitad de la nada. No se trata únicamente de respetar los entornos históricos sino de establecer una relación con la ciudad existente, con la zona, con los comercios, peatones y residentes en la ciudad. Somos -los encargados de diseñar los nuevos elementos urbanos- los últimos en llegar y debemos construir siempre desde la mirada a lo actual y pensando en el futuro y nunca, NUNCA, NUNCA , con la mirada puesta en la espectacularidad de nuestra creación, no  con argumentos basados en la arbitrariedad que justifiquen cualquier forma.

En una de las obras en las que participé, el arquitecto decía en su memoria que el edificio proyectado estaba basado en la relación con los cuatro elementos de la naturaleza, agua, tierra, aire y fuego. Con un par. El edificio era cuadrado y tenía cuatro volúmenes, todos del mismo material, dos cuadrados y dos circulares, los cuatro de tamaños equivalentes, todos del mismo color. Ahora vas y me lo hilvanas, me generas una memoria de cinco páginas para explicar que te ha salido así, y a ver quien te dice que no. Tenemos el esternón hecho cisco de darnos golpes de pecho.

Ya habrás adivinado, paciente lector, que no le encuentro a esta obra la justificación por ningún lado. No tiene una relación formal con nada. Creo que son setas, como podrían haber sido unas gafas de sol o una botella de tío Pepe. Son de madera aunque estaban proyectadas inicialmente en acero. No entiendo que un cambio tan importante en un elemento meramente estético sea baladí.  No comprendo su escala: baste verla en google maps para entender que no está en relación con el tamaño de la plaza. Y sobre todo, esta creación -que chula y espectacular es un rato, no vayamos a decir que no- podría estar en la plaza de la Encarnación o en cualquier otro lugar del mundo con la misma enhiesta distancia al que la observa, con la misma arrogancia.

Y esto me lleva a hacer la pregunta que titula el post ¿son justos los premios de arquitectura? y lo que me preocupa aún más ¿qué les estamos enseñando a los estudiantes de arquitectura, a los profesionales del mañana?

Nota del arquitectador: Tengo que decir, que entre los otros finalistas hay alguna obra verdaderamente singular y ciertamente ejemplar para nuestros alevines, pero no quiero mezclarlas en el mismo post. Hoy ha tocado lo desafortunado, en el próximo post, una afortunada elección, ya veréis, ya.