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Si la arquitectura te rodea, deberías empezar a fijarte en ella

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Gehry premio Príncipe de Asturias, Gehry tú antes molabas

Mis queridos amiguitos: ha sucedido. Frank Gehry es Premio Príncipe de Asturias.

Imagino al que recibe las llamadas en la Fundación Príncipe de Asturias, clavando sus uñas en el brazo del sillón y mirando el teléfono con la mirada perdida y el temor fundado de que el rey del burruñito de papel hecho edificio, decline amablemente tal honor. Habida cuenta de que el premio lo recibió tambien Calatrava, no hay que descartar esa posibilidad.

Coincide que me encontraba pergeñando un post revolucionario sobre los porqués en arquitectura y la necesidad que tenemos de volver a ellos. Sobre la necesidad de volver a justificar nuestros edificios sin recurrir exclusivamente a la metáfora, a la abstracción, sin aferrarnos a la lírica o la poética personal para que otros puedan comprender también las razones que generan la arquitectura y me llama mi editora (siempre he querido decir esto) para decirme que el bueno de Frank ha sido agraciado con tal honor. Y me ha roto los esquemas.

Os pido comprensión para este gruñón ignorante. No es que Gehry, me parezca ni bueno ni malo, que seguro que es bueno y un gran profesional de lo suyo. Pero es que lo suyo ahora es otra cosa distinta a la arquitectura. Lo suyo es fabricar Gehrys. Arrugaditos. Plagados de aristas. Dándole vueltas a la geometría según caiga el burruñito de papel en el que basa sus diseños. Y me gusta. O mejor dicho, me gustó. El primero. Luego sus diseños han ido derivando hacia un mismo diseño repetido mil veces, no sé si por no defraudar a sus clientes que lo que buscan es un Gehry reconocible a dos provincias de distancia, o por pura inercia.

Casa Danzante en Praga, Frank Gehry. Foto wikipedia

Personalmente encontraba de mejor gusto el Ghery que giraba en torno a sí mismo como en el edificio de la casa danzante de Praga y otros ejemplos en los que pequeños movimientos de rotación del edificio, que podían considerarse sutiles arbitrariedades arquitectónicas, generaban un estilo propio y una intensa fuerza visual en el espectador. Llegado un punto, y en una horrible noche de insomnio, recostado sobre su sillón y con un puro en la boca debió de lanzar una pelotilla a la papelera, encontrando durante el efímero vuelo la solución a algún edificio: esto tengo que convertirlo en una obra, pensó el canadiense sin duda. Y de ahí a la gloria.

Y vuelvo a decir que fue un gran momento para la arquitectura, que además necesitaba para ser introducida en nuestros cerebros un palabro, un término propio que la hiciese permanecer: deconstrucción. Ya estaba todo.

El Guggenheim de Bilbao, obra que no me cansaré de glosar por lo que ha significado en la ciudad, fue el culmen, pero también un punto de inflexión a partir del que se han replantado esquejes del mismo edificio en diferentes lugares, las bodegas Marqués de Riscal en El Ciego, el museo de arte moderno en Minnesota, culminando en el delirante museo de la biodiversidad en Panamá.Una y otra vez repitiendo un esquema que contradice aquel principio que aprendimos en el que el lugar exige un tributo importante, definiendo caracteres de cada edificio. No parece que un mismo edificio o un mismo esquema pueda servir una y otra vez en distintos lugares y para distintos usos.

Aunque tras lo anterior pueda parecer que ataco a Gehry, nada más lejos de la realidad. Eso ya lo hicieron Oldenburg y Van Bruggen colocandole unos prismáticos que sirven de entrada al edificio de Gehry en el Binoculars Building. Un ataque gratuito a la arquitectura y al pobre arquitecto, un escupitajo al buen gusto y una pedorreta en la cara de las musas.

Gehry, sin lugar a dudas transformó con el apoyo de las instituciones una ciudad como Bilbao, en la que el gris inundaba las brumas industriales como aquella nada que se extendía en La historia interminable de Michael Ende o la niebla de Temblor de Rosa Montero en un increíble resurgir de la actividad humana en un entorno que pasó de depauperado a privilegiado, de defenestrado a envidiado e imitado con poco éxito por toda la geografía hispana. Si esto no es hacer arquitectura, hacer ciudad, que venga el Corbu y lo vea.

Solo por eso, habría que haberle dado este u otros premios, ampliamente merecidos, no solo a Gehry, sino a los que posibilitaron tan ambiciosa idea, ayuntamiento, instituciones y Administración.

Museo Guggenheim de Bilbao, Foto Wikipedia

Nota del arquitectador: Me gusta especialmente la actuación de Bilbao, porque confluyen las circunstancias de éxito debido a la colaboración de muchos participantes, no solo el arquitecto y no siempre se produce esta situación. Tras llenarsenos la boca de la palabra «equipos multidisciplinares» nos hartamos de poner el nombre de una sola persona en la autoría de las cosas, ya sea en arquitectura, en política, o en cualquier otro asunto.

Hágase su propia casa y pase del arquitecto

Durante mucho tiempo he estado pensando y posponiendo un post sobre la prefabricación. Un día por que no me convencía tanto innovador diseño que no iba más allá de una caja prismática y otro porque la mayoría de los diseños iban tras un almacenamiento de módulos iguales peligrosamente tendentes al concepto japones de la minisolución habitacional, lo he ido dejando. En fin, que no hemos sido capaces de encontrar una solución imaginativa, variada, económica y estéticamente personalizable del asunto de la vivienda en serie. El santo grial que no se deja encontrar desde antes incluso de Le Corbusier.

Hoy he tomado una decisión crucial en mi vida de bloguero. Paso de ese post. No voy a escribir sobre algo que quizá está aún por llegar y que gracias al avance de la tecnología de impresión 3D quizá no sepamos aún ni como va a llegar a ser. Y tampoco voy a ponderar esta tecnología que desconozco por el momento y que tanto puede llegar a interesar en un futuro no muy lejano.
Que podamos imprimir casas en 3D y hacer un edificio con ellas, es aún un sueño lejano, pero en el que estoy seguro -y cada día estoy seguro de menos cosas- de que se van a invertir esfuerzos y denarios sin fin para llegar a conseguirlo pues en ello se sintetizan dos sueños humanos.

Por una parte la posibilidad de que seamos capaces de idear, diseñar y construir todo en uno nuestro propio deseo. Esa chocita en la que ver crecer a tus vástagos sin poder quejarte de que el arquitecto no pensó en ésto o en aquello. El sueño del bricolaje casero. La utopía de los que paseamos como zombies por los pasillos del Leroy Merlin con más ilusión que las hermanas Olsen en la una tienda de Prada. Un atisbo de maldad me nace de lo más profundo. Ahora sí que vais a saber lo que se sufre.
Por otro lado tener la opción de llegar de verdad a esa prefabricación real que pueda ser distinta cada vez y sin embargo siempre igual, siempre exacta. El sueño de una dirección de obra bien llevada.

Ya sé que falta un mundo para ello y que seguramente yo no llegue a verlo (1) pero no descartemos que sea posible encajar en una estructura resistente módulos personalizados por nosotros mismos y que hayamos podido pergeñar previamente en el sótano de nuestra imaginación como doctores Frankestein del ladrillo. Soñar es gratis.

(1)Nota del arquitectador: Aún no he renunciado a morir joven y dejar un bonito cadáver que sea velado por cincuenta walkirias rubias igualicas a Scarlett Johanson,  recién impresas en mi despacho. Seguro que ese día me quedo sin tinta, o papel, o plástico o lo que sea.

 

 

 

La arquitectura evoluciona: del dibujo al proyecto BIM

El dibujo y la arquitectura han estado necesariamente unidos desde que planificar lo construido se hizo preciso.

El sufrido estudiante de arquitectura llega a su vocación en multitud de ocasiones gracias a su habilidad innata en el arte del lapiz y el papel en blanco, y otras a pesar de su torpeza en el mismo. De lo que no hay duda es que cuando después de una condena de no menos de seis años y un día, sale a la luz con un titulo bajo el brazo es inevitable que haya aprendido a dibujar medianamente, aunque no sea un artista.

Catedral de Berlín. Dibujo del arquitectador

El profesorado de las escuelas universitarias, imbuido de su papel de formador incontestable (salvo alguna excepción) predica desde el púlpito las bondades de la mano suelta y el trazo ágil. Puede que no encumbren al Olimpo de la arquitectura al que dibuja bien, pero desde luego hunden en el fango al que no lo hace, olvidando que la arquitectura no consiste unicamente en dibujar un espacio sino tambien y fundamentalmente en ser capaz de imaginarlo y además realizarlo en determinadas condiciones de usabilidad. Y esto no lo digo desde este púlpito mío, sino desde la suerte de haber conocido grandes arquitectos que dibujaban francamente mal.

Tras el dibujo a mano, llega siempre el aprendizaje de los software de representación y las largas noches de CAD, Photoshop, render y de la última moda en las escuelas de arquitectura: el vídeo. Una suerte en la que nosotros, pobres plumillas flojas, no somos precisamente un dechado de virtudes y en la que os puedo asegurar que no nos ha formado nadie, pero en la que algunos profesores, desconocedores absolutos del esfuerzo necesario para hacerlo, pretenden construir un mundo mejor ideado por arquitectos a base de travelings y fundidos en negro. Cosas de llevar muchos años en una escuela, hojeando revistas y despreciando a los que ahí fuera se pegan con la vida para hacer un edificio y que cumpla con los requerimientos de clientes, administraciones y normativas. En otros oficios serían profesionales anquilosados, en éste son los que enseñan a los demás y presumen de que los conocimientos que precisan ser renovados constantemente son efímeros y banales.

Espero que los médicos no opinen lo mismo.

 

BIM, el nuevo paradigma en la realización de proyectos

Realización de proyectos con BIM

Finalmente, el alumno ve una luz al final de un tunel de proyectos imposibles. Y lo primero que piensa es en formarse. Sabe que los software de CAD han quedado atrás, que el hacer líneas está a punto de ser el pasado, que sus proyectos van a necesitar información añadida e imprescindible para convertirse en edificios -ésto empezaba a intuirlo durante sus últimos años de estudiante- ha oído hablar del BIM y de un cambio en la forma de hacer proyectos, y sabe que necesita hace algo más que posters bonitos para llegar a formar parte de esa vida que bulle ahí fuera. Y podéis extender el término «fuera» tanto como vuestra imaginación viajera os permita.

Y yo me pregunto: ¿dónde están posicionadas las universidades ante este cambio? Podría contaros algunas historias de negación, pero seguro que serían solo mis vivencias personales, apenas unas anécdotas, y sin embargo: ¿qué están haciendo las escuelas de arquitectura ante este salto?.

Nota del arquitectador: Me consta que algunas universidades sí están apostando por este cambio, pero aún se hace necesario que el alumno termine su formación con las herramientas necesarias para entrar en la vida laboral de hoy y no que deba emplear de nuevo sus recursos para actualizarse al día siguiente de finalizar la carrera.

BIM, la nueva forma de trabajar en arquitectura

Si durante los últimos años he hablado de algo con verdadero entusiasmo ha sido sin duda de la metodología BIM (Building Information Modeling) un nuevo entorno de trabajo que llega para sustituir al tradicional CAD mediante la parametrización y la gestión de los datos que nos permiten llevar a cabo el proyecto de un edificio, desde la generación de la idea, hasta el proyecto arquitectónico, la materialización de la obra que lo construye y la gestión posterior del inmueble. Un sistema global en el que he puesto todas mis energías desde hace ya más de siete años.

Durante los días 23-24 de mayo en Valencia se celebrará el 2º Congreso Nacional BIM Eubim 2014 donde los profesionales del sector nos encontraremos para poner en común las diferentes ponencias y trabajos del año y donde hallaremos la manera de compartir y de continuar aprendiendo unos de otros, pero para explicarlo es mejor utilizar las palabras de los organizadores:

En nuestro país es aún una metodología emergente, pero cada vez más conocida y reconocida entre profesionales y empresas del sector de la construcción. Este 2º Congreso Nacional BIM en la Construcción recoge el testigo del hito que supuso la celebración el año pasado del 1º Congreso a nivel nacional sobre BIM de España y el 2er Encuentro de Usuarios BIM de España. El congreso EUBIM 2014 está organizado por la UPV y por el GURV (Grupo de Usuarios Revit de Valencia) y se va a desarrollar los próximos días 23 y 24 de mayo en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación de la Universitat Politècnica de València.
Congreso EUBIM ancho
Durante el congreso se desarrollarán diferentes ponencias y comunicaciones que tratarán los temas que se han escogido para esta edición, que son: 
1. Diseño y construcción sostenible con BIM
2. BIM y Facility Management
3. Casos de éxito de implantación BIM 
Además de las ponencias y comunicaciones propias del congreso se van a desarrollar actividades paralelas, como un taller de mediciones en BIM, que se desarrollará la jornada previa al inicio del congreso y la posibilidad de realizar un examen de Acreditación Profesional Autodesk Revit 2014. Para más información puede visitarse la web del congreso en www.eubim.com,
donde además se podrá realizar la inscripción online en
www.eubim.com/inscripcion.html, con precios reducidos hasta el día 6 de abril.
Además de la información que se puede encontrar en la web corporativa del congreso, se mantiene un contacto directo a través de las redes sociales, como
twitter (@_eubim) o la página de facebook (EUBIM encuentro de usuarios BIM deEspaña), a través de las que se comunicará las novedades que vayan surgiendo y donde se resolverá las consultas que se planteen

Como formador BIM y dado el interés que han despertado los cursos tengo que recomendar este congreso por el enorme interés que tendrán sus ponencias y porque estoy convencido de que el futuro de nuestra profesión pasa por este nuevo cambio de paradigma en nuestra forma de trabajar.
Si este parece el momento de cambiar la forma de trabajar, yo apuesto por trabajar mejor, y para ello nada mejor que BIM.

El valor de no hacer (casi) nada

Vaya por delante que este post no pretende ser una crítica arquitectónica sesuda y versada, pues no tiene cabida en este blog.

Vaya también por delante como ya expresé en el anterior post que aún comprendiendo que todo es mejorable, tengo muchas dudas sobre la necesidad y la oportunidad de remodelar la puerta del Sol, no solo por lo funcional sino por lo simbólico, tanto de la plaza como del momento que vivimos.

sol

Pero igualmente tengo la necesidad de felicitar al autor del proyecto ganador, el estudio de Linazasoro & Sanchez por el valor que han demostrado al huir de grandes actuaciones y planteamientos onanistas donde se reconociese al autor o se buscase la sorpresa y el impacto. Comprendo que una plaza que algunos por las redes ya han calificado de desértica y estéril no goce de la aprobación general en un principio, y me encantaría poder ver otras propuestas que las dos que nos han enseñado en los medios pues seguro estoy de que las habría de gran calidad.

Sin embargo, la delicadeza de los autores al decidir únicamente reordenar determinados elementos y primar un espacio abierto en una plaza que como reflexionaba el otro día, tiene tantos condicionantes de circulación que la convierten en un espacio de direcciones infinitas sin buscar una actuación que varíe sustancialmente un espacio que funciona casi por si mismo y por sus propias dimensiones, y huir del recurso fácil de un arbolado que la haría impracticable y restaría importancia al entorno existente, y de la manida solución de los toldos, que junto a los palets reciclados son a la arquitectura lo que el cantajuegos a la música, es bajo mi punto de vista un acierto cargado de valentía y sabiduría.

Acabo de escribir los dos párrafos más cercanos a la crítica que pienso escribir en mi vida y ya me estoy avergonzando de ellos – con razón, diréis y no os llevaré la contraria- pero tras la reflexión del post anterior me parecía un tanto cobarde no expresar mi opinión sobre el fallo del jurado, un tirar la piedra y esconder la mano que me avergonzaría más.

Nota del arquitectador: Vaya por delante que no conozco a los autores más que por su obra y que este post no está patrocinado por ellos, pero en este mundo en el que de una forma u otra todos quieren destacar, actuaciones leves que modifiquen sin alterar son muy de agradecer a veces.

¿Es necesario remodelar la Puerta del Sol?

Durante mi adolescencia solía recorrer la cuesta de Claudio Moyano y sus preciosos kioscos de madera en busca de algún titulo que llamase mi atención, y era frecuente volver a casa con seis o siete libros antiguos, a veces ajados, siempre misteriosos que prometían deliciosos ratos de sofá.

Recuerdo con especial cariño uno de ellos que narraba la historia de la Plaza Mayor de Madrid, ilustrado con dibujos y fotografías de sus distintas etapas y usos, recordando como sus adoquines habían visto desde autos sacramentales hasta desfiles, desde ejecuciones públicas hasta representaciones teatrales, y como por el lugar habían discurrido caballos, tropas, coches…no recuerdo ya las veces que lo tuve entre las manos.

Hoy, que el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid dará a conocer el proyecto ganador para la remodelación de la Puerta del Sol, un proyecto no vinculante para el Ayuntamiento y que podría perfectamente no ser más que una traca de pólvora fallida de la que dentro de unos meses nadie hable, me viene aquel libro a la memoria y también las distintas situaciones por las que la Plaza Mayor, al igual que le ha sucedido a la Puerta del Sol, ha pasado durante su periodo de existencia.

Puerta del Sol, captura de google maps

Puerta del Sol, captura de google maps

Tengo bastantes dudas de la oportunidad e incluso de la necesidad del concurso. Es cierto que en estos momentos la puerta del Sol se ha convertido en una árida superficie que no se distingue urbanísticamente de cualquier otra plaza de este mundo nuestro, tan de paso, tan itinerante y en el que aplicamos el apellido social a cualquier acción con la desgana de un me gusta o un favorito en esas otras redes digitales en las que volcamos nuestro tiempo.

Es verdad también que el lugar está cargado de contenido histórico y que en los últimos años ha cobrado nuevos significados y supuesto nuevos puntos de encuentro e incluso ha podido llegar a convertirse en determinados momentos en un hito, en un lugar de referencia al que acudir a significarnos. Un referente que el propio urbanismo podría destruir cuidadosamente con ciertos hábiles toques de ajardinamiento, vallados o marcaje de recorridos. Un buen plano de emplazamiento y recorridos hace más por la disolución de grupos que ninguna ley de vagos y maleantes, pero queridos conspiranoicos no me lo tengáis en cuenta. No creo en grandes mentes que nos dirijan con destreza y mano delicada y no voy por ahí, creedme.

Lo cierto es que no tengo muy claro que se precise una actuación en la puerta del Sol. Estoy seguro de que van a darse a conocer grandes proyectos, y éste como digo siempre, no es un blog de crítica arquitectónica ni de promoción ni de divulgación de la misma, por lo que no creo que haga más que enlazar a alguna crítica del ganador que me parezca oportuna o bien dirigida, sin embargo y a raíz de la nota de prensa del COAM en el que se dice que el concurso será resuelto

…en base a varios criterios, no tratando únicamente de resolver una foto fija sino de proponer las posibles evoluciones de la plaza, otorgando a SOL una solución unitaria y de futuro…

me surge la duda de como podríamos desde un punto fijo, resolver un periodo más o menos extenso de tiempo cuando aún no tenemos claras las necesidades.

La puerta del Sol, está planteada hoy como lugar de paso, porque lo es. No dispone de elementos de estancia, y quizá debería disponer alguno, aunque es de destacar sobre todo para los que no sois de Madrid, que en las horas punta es difícil incluso caminar por ella dado el gran número de personas que la utilizan como lugar de encuentro, como escenario de performances, o simplemente como camino por el que llegar al metro, a las zonas comerciales o atravesarla para llegar hasta otras vías más lineales de la ciudad. Además la plaza es atravesada por taxis y dispone de semaforos, pasos de cebra y acceso a un intercambiador de Metro y Cercanias. Durante todo el año, especialmente los fines de semana es lugar de finalización de manifestaciones y concentraciones y en ella se encuentra la sede de la Comunidad de Madrid con la consiguiente afluencia de coches oficiales a sus calles aledañas.

Como remate, la puerta del Sol es el punto de llegada de los miles de madrileños que acudimos a las zonas centricas y desde nos desplazamos en superficie a otras zonas o calles eminentemente comerciales o de esparcimiento lúdico.

A partir de aquí, se me haría tremendamente dificil establecer los parametros de necesidad que harían deseable cambiar la conformación actual de la plaza y mucho menos hacerlo de manera que sea estable en el tiempo y continue sirviendo a los usos que ofrece hoy. Lo único que tengo claro es que establecer elementos de obstrucción al tráfico peatonal sería un tremendo error y espero que se sea lo suficientemente sutil para no caer en protagonismos innecesarios en un lugar que no lo soportaría.

Por ello pienso en la enorme dificultad que supone realizar en ella una actuación y sobre todo hacerlo de manera estable en el tiempo y sin perjudicar a los usos que hoy tiene.
En todo caso, enhorabuena al ganador, sea quien sea y ojalá que acierte. No lo tiene nada fácil.

Nota del arquitectador: Y ya puestos a poner dudas, si el proyecto finalmente no se lleva a cabo y no es más que una forma de entretener al personal, ¿quedaría fatal que la presidenta del jurado hubiese sido la alcaldesa Botella, verdad? Es que lo es, así que supongo que no se habrá prestado a unos juegos florales y  en la casa consistorial, tendrán en consideración el concurso ¿no?

 

Los nuevos y polémicos túneles de Navalcarnero

Estos días leía con sorpresa que en Navalcarnero, un conocido pueblo de la comunidad de Madrid, se estaban produciendo fisuras en algunos edificios. Lo normal, me dirá usted amado lector, teniendo en cuenta que éste es el país de la chapuza, que no pasábamos de cuartos hasta hace apenas un suspiro y otros cuatro o cinco de los habituales topicazos ibéricos.

Sucede además que la noticia, más allá del titular, contaba cómo se había procedido presuntamente a unir diversas cuevas de las existentes en la villa, generando un entramado de túneles que antaño no existieron bajo su plaza mayor, en un intento de generar, no sé si un atractivo turístico de manera artificial o un elemento singular de carácter histórico igualmente plasticoso.

Alcaldes tiene el urbanismo para hacerlo grande y hermoso, levantad vuestros brazos al cielo hermanos contribuyentes y poned los bolsillos a ventilar, que esa tierra excavada no va a sacarse sola ni mucho menos gratis: se habla en la noticia de 25 millones de euros, unos 4150 millones de las añoradas pesetillas.

Pero centrémonos que es fácil dispersarse con estas noticias y ese dinerete que todo lo emponzoña. Recordaba con mal disimulado placer ese Ecce Homo que alcanzó fama mundial cuando una bienintencionada aficionada a la pintura le arreó cuatro brochazos aquí y allá convirtiéndolo en el anuncio de una muñeca hinchable de dudoso uso, y a otros que pasaron a la historia precisamente por situaciones parecidas, aunque con algo más de éxito, como Eugène Viollet Le Duc, arquitecto restaurador de la Catedral de París.

Notre-Dame de Paris, foto Calvin Kramer, wikipedia

Durante los años en los que el inefable Eugène (1) paseó este valle de lágrimas, existieron tendencias distintas en las obras de restauración. La tesis defendida por Viollet Le Duc entre otros, era que había que reconstruir e incluso mejorar las obras que el restaurador encontraba a mayor gloria del estilo -gótico en el caso de Notre Dame de Paris- permitiéndose incorporar elementos nuevos como el rosetón Sur, totalmente inventado, gárgolas y estatuas nuevas (algunas con su cara) o reinterpretar y sustituir de manera ciertamente arbitraria otros en aras de la pureza de su amado gótico.

Hoy, pienso que afortunadamente, la tendencia restauradora sigue otros caminos mucho más respetuosos, que dejan claramente a la vista del observador las zonas restauradas para que pueda leerse la obra y sus etapas de manera diáfana, no reconstruyendo sino aquellos elementos imprescindibles para su sustentación y siempre de forma que pueda comprenderse que no son originales.

Pero claro, pedirle a un alcalde que se lea los distintos documentos internacionales en los que se plantean las tendencias de restauración, y que lo aplique en las despensas particulares que los vecinos horadaron en la tierra hace unas centurias para conservar frescos los caldos de la tierra y otras viandas quizá sea mucho pedir.

Claro que por 25 millones de euros, ¿quién no se hace un subterráneo de nada?

(1) Nota del arquitectador: En España tuvimos algunos Viollet Le Duc que gozaron como perracas añadiendo capillas barrocas a toda seo gótica o románica que se puso a su alcance, muchos de ellos grandes nombres de la arquitectura española, que hoy hubiesen sido trendic topic un día sí y al otro también, ay si hubiese habido tuiter hace trescientos años….

Nos lloverá trencadís

No se preocupe si no sabe de qué hablo, yo como usted no he pronunciado la palabra trencadís en mi vida. La conocí hojeando un libro sobre Gaudí, y tonteé con una pseudonovia sobre un banco hecho con azulejos rotos allá por el pleistoceno superior, pero no he vuelto a tener más contacto con él.

Sin embargo, hoy en día todo el mundo sabe como se pone el trencadís. Los técnicos y los neófitos, los que han construido y los que no, los que tienen un cuñado albañil y los que ni siquiera. Raro es el caso del que afirma no tener ni idea de cómo se pone, de si requieren juntas de dilatación, de qué tipo de adhesivo utilizar en función del soporte… el que más y el que menos afirma que las respuestas a estas preguntas son obvias.

Dos operarios trabajan en la cubierta del Palau de les Arts. Foto Manuel Bruque /EFE

Y es que el trencadís es la gota que colma el vaso de Calatrava, que en su caso se convierte en amargo cáliz. La cagada ha sido grande, tanto como el boato que se le ha concedido siempre e inversamente proporcional al favor que nos ha hecho a los que trabajamos en el sector, la imagen idolatrada de este hombre al que se ascendió a deidad.

No voy a hablar de Calatrava ni de ninguna otra star system de la arquitectura. Este oficio que se deshilacha por momentos entre filigranas formales, el olvido de nuestra función social y la degradación de estos últimos años, necesita hablar de esos otros arquitectos que realizan su trabajo día a día y que boquean entre dictámenes, pequeños proyectos, reformas a los amigos y un cuidado y polvoriento portafolio con sus deseos y anhelos.

Deberán pasar muchos años antes de que nos recuperemos de la imagen que se está dando de la profesión, antes de recuperar la autoridad sobre cual es la solución que ha de realizarse sobre un problema en un edificio emblemático que todo el mundo parece saber y en el que no he oído a ningún profesional decir lo que un médico, un maestro o un psicólogo diría con prudencia al ser preguntado por los medios: habrá que conocer el caso en profundidad. Sin embargo sí he leído mucho a profesionales y desconocedores sobre lo desacertado de la solución y sobre cuál es el camino a seguir. Y se han quedado tan anchos.

Personalmente puedo tener una idea preconcebida, puesto que no he visitado el edificio después de sufrir el problema, ni conozco cual fue el adhesivo ni el proceso de montaje de primera mano, pero les confieso que no me atrevería a decir nada sin visitar la obra, subir al tajo y recopilar la información necesaria sobre el material utilizado, su porcentaje de absorción, su coeficiente de dilatación y las características técnicas del material adhesivo utilizado. Me parece que como profesional es lo mínimo que se puede hacer antes de lanzar una opinión. Los profesionales no podemos arriesgar hipótesis.

Es cierto que a priori no es la solución que hubiese elegido, sin embargo no me fiaría de un médico que me da un diagnóstico a distancia.

Pero toca hablar de Calatrava. Toca defenestrar al que antes se aduló y los mismos que otrora le otorgaban crédito ahora le lanzan al averno. Si algo tengo en contra de Calatrava es lo que su imagen nos está haciendo a los que intentamos vivir de este trabajo. Pero eso no es culpa solo de Calatrava sino de todos aquellos que le colocaron donde estaba, de todos los que le subieron a los altares desde fuera de la profesión y de todos los que desde dentro aprovechan ahora para vomitar sobre él lo que sin duda va a caer sobre todos.

Nos espera una lluvia de trencadís.

 Nota del arquitectador 1: Hace muchos años me vi obligado a realizar el alicatado de un centro de natación sobre un soporte con absorción cero. Dimos muchas vueltas hasta que encontramos la solución, que además estaba agravada por la agresividad del agua clorada sobre los productos adhesivos que utilizamos y por la dilatación diferencial dada la temperatura de la piscina durante el invierno que luego bajaba en verano al no calefactarse el agua. Un marrón. Pero se hizo y allí sigue.

Nota del arquitectador 2: No todo el mundo habla sin saber y sin haber ido a visitar el edificio, aquí tenéis una opinión cercana y versada.

¿Pagarías por dormir en una chabola?

Que nuestros edificios son la ropa de nuestras vidas es hoy por hoy una realidad. Y como prueba de que las modas, el travestismo y la transgresión han traspasado los tejidos y llegado a las fachadas el siguiente ejemplo.
Existe -hay que empezar así, porque de verdad que parece un fake- un hotel en Sudáfrica en el que puedes alojarte en una chabola por el precio de un alojamiento de lujo, porque si bien por fuera el conjunto de 12 cabañas-chabolas simula un paupérrimo poblado chabolista por dentro el alojamiento goza de wifi, calefacción y todo lo que pediríamos en un hotel de postín.

 

Además del obvio insulto a la inteligencia, me parece que existe también una ofensa a aquellos que deben usar chabolas por necesidad para poder subsistir. La variedad humana es casi infinita y ya dijo el torero que hay gente pa tó. Pero esto supera con creces el límite de lo razonable.

Puede que a muchos les parezca divertido o incluso digan que es una experiencia, una forma más de decir que se aburren ya con todo y que nada les consuela, en una sociedad de malcriados que olvidan a menudo lo cerca que se puede estar de la pobreza sin verla y lo lejos que estamos de garantizarnos no tener que vivir en una chabola a poco que las cosas se tuerzan. Quizá si lo pensáramos detenidamente no seriamos tan frívolos.

Cuando no puedes contratar a nadie

No he tenido nunca arquitectos ni aparejadores trabajando para mí. Ni mucho menos estudiantes. En ocasiones hemos tenido colaboraciones puntuales de otros compañeros. La verdad es que después de muchos años trabajando con gente a mi cargo una de las cosas que buscaba cuando emprendí el camino de la profesión liberal era precisamente no tener volver a lidiar con eso.

En los últimos años llegan con frecuencia al estudio curriculums y cartas de presentación, books y peticiones de trabajo. Por lo general las archivamos con cierta parafernalia, con cierta devoción porque nosotros tambien hemos pasado por ese lugar incómodo pero necesario. Incluso a sabiendas de que es muy probable que nunca salgan de su oscuro archivo, de su ostracismo digital dentro de nuestros discos duros, nos parece más respetuoso hacer dormir esas esperanzas y enviar un mail de agradecimiento al compañero novel para que no espere una llamada que no puede llegar.

Un desierto por delante. Imagen 20minutos

El mes pasado apareció una jovencísima compañera en la puerta. Traía un pequeño pero muy cuidado book y un saco de esperanza. Le expliqué que nuestro trabajo era por lo general autogestionado, que cada encargo lo resolvíamos nosotros mismos y que creíamos firmemente en esta forma de hacer, un poco demodé, pero que aunque hubiésemos querido contratarla, en el desierto de contratos actual sólo podemos deambular de oasis en oasis buscando un trago de agua que no podemos compartir. Creo que lo entendió.
Me quedé muchos días pensando en ella y en como me recordaba a mi mismo hace bastantes años. Espero que tenga tanta suerte como he tenido yo y que pueda vivir de ésto, sin embargo no puedo dejar de pensar en las horas invertidas, en el trabajo y la ilusión que ella como tantos otros han cultivado cada año hasta llegar a su sueño, que sin duda no era aparecer en mi puerta con toda su energía a disposición del que pueda pagarla en un mundo en el que casi nadie puede hacerlo.
Y a pesar de que no está en mi ánimo crecer para tener quién realice planos, memorias y presupuestos, aunque no quiero otra cosa que poder seguir haciendo yo mismo lo que hago, me hubiese gustado poder ofrecerle algo.

Pero no puedo.

Nota del arquitectador: Ayer por primera vez, destruí algunos de los curriculums que tenía por aquí. Incluyendo el de la chica de la que hablo. Me dolió hacerlo, pero tampoco tenía ningún sentido mantenerlos, y a todos ellos les había aclarado previamente que no podía darles trabajo. Sin embargo no puedo dejar de pensar en el deambular por el desierto que les queda por delante. Que nos queda por delante.