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Si la arquitectura te rodea, deberías empezar a fijarte en ella

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¿Es necesario remodelar la Puerta del Sol?

Durante mi adolescencia solía recorrer la cuesta de Claudio Moyano y sus preciosos kioscos de madera en busca de algún titulo que llamase mi atención, y era frecuente volver a casa con seis o siete libros antiguos, a veces ajados, siempre misteriosos que prometían deliciosos ratos de sofá.

Recuerdo con especial cariño uno de ellos que narraba la historia de la Plaza Mayor de Madrid, ilustrado con dibujos y fotografías de sus distintas etapas y usos, recordando como sus adoquines habían visto desde autos sacramentales hasta desfiles, desde ejecuciones públicas hasta representaciones teatrales, y como por el lugar habían discurrido caballos, tropas, coches…no recuerdo ya las veces que lo tuve entre las manos.

Hoy, que el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid dará a conocer el proyecto ganador para la remodelación de la Puerta del Sol, un proyecto no vinculante para el Ayuntamiento y que podría perfectamente no ser más que una traca de pólvora fallida de la que dentro de unos meses nadie hable, me viene aquel libro a la memoria y también las distintas situaciones por las que la Plaza Mayor, al igual que le ha sucedido a la Puerta del Sol, ha pasado durante su periodo de existencia.

Puerta del Sol, captura de google maps

Puerta del Sol, captura de google maps

Tengo bastantes dudas de la oportunidad e incluso de la necesidad del concurso. Es cierto que en estos momentos la puerta del Sol se ha convertido en una árida superficie que no se distingue urbanísticamente de cualquier otra plaza de este mundo nuestro, tan de paso, tan itinerante y en el que aplicamos el apellido social a cualquier acción con la desgana de un me gusta o un favorito en esas otras redes digitales en las que volcamos nuestro tiempo.

Es verdad también que el lugar está cargado de contenido histórico y que en los últimos años ha cobrado nuevos significados y supuesto nuevos puntos de encuentro e incluso ha podido llegar a convertirse en determinados momentos en un hito, en un lugar de referencia al que acudir a significarnos. Un referente que el propio urbanismo podría destruir cuidadosamente con ciertos hábiles toques de ajardinamiento, vallados o marcaje de recorridos. Un buen plano de emplazamiento y recorridos hace más por la disolución de grupos que ninguna ley de vagos y maleantes, pero queridos conspiranoicos no me lo tengáis en cuenta. No creo en grandes mentes que nos dirijan con destreza y mano delicada y no voy por ahí, creedme.

Lo cierto es que no tengo muy claro que se precise una actuación en la puerta del Sol. Estoy seguro de que van a darse a conocer grandes proyectos, y éste como digo siempre, no es un blog de crítica arquitectónica ni de promoción ni de divulgación de la misma, por lo que no creo que haga más que enlazar a alguna crítica del ganador que me parezca oportuna o bien dirigida, sin embargo y a raíz de la nota de prensa del COAM en el que se dice que el concurso será resuelto

…en base a varios criterios, no tratando únicamente de resolver una foto fija sino de proponer las posibles evoluciones de la plaza, otorgando a SOL una solución unitaria y de futuro…

me surge la duda de como podríamos desde un punto fijo, resolver un periodo más o menos extenso de tiempo cuando aún no tenemos claras las necesidades.

La puerta del Sol, está planteada hoy como lugar de paso, porque lo es. No dispone de elementos de estancia, y quizá debería disponer alguno, aunque es de destacar sobre todo para los que no sois de Madrid, que en las horas punta es difícil incluso caminar por ella dado el gran número de personas que la utilizan como lugar de encuentro, como escenario de performances, o simplemente como camino por el que llegar al metro, a las zonas comerciales o atravesarla para llegar hasta otras vías más lineales de la ciudad. Además la plaza es atravesada por taxis y dispone de semaforos, pasos de cebra y acceso a un intercambiador de Metro y Cercanias. Durante todo el año, especialmente los fines de semana es lugar de finalización de manifestaciones y concentraciones y en ella se encuentra la sede de la Comunidad de Madrid con la consiguiente afluencia de coches oficiales a sus calles aledañas.

Como remate, la puerta del Sol es el punto de llegada de los miles de madrileños que acudimos a las zonas centricas y desde nos desplazamos en superficie a otras zonas o calles eminentemente comerciales o de esparcimiento lúdico.

A partir de aquí, se me haría tremendamente dificil establecer los parametros de necesidad que harían deseable cambiar la conformación actual de la plaza y mucho menos hacerlo de manera que sea estable en el tiempo y continue sirviendo a los usos que ofrece hoy. Lo único que tengo claro es que establecer elementos de obstrucción al tráfico peatonal sería un tremendo error y espero que se sea lo suficientemente sutil para no caer en protagonismos innecesarios en un lugar que no lo soportaría.

Por ello pienso en la enorme dificultad que supone realizar en ella una actuación y sobre todo hacerlo de manera estable en el tiempo y sin perjudicar a los usos que hoy tiene.
En todo caso, enhorabuena al ganador, sea quien sea y ojalá que acierte. No lo tiene nada fácil.

Nota del arquitectador: Y ya puestos a poner dudas, si el proyecto finalmente no se lleva a cabo y no es más que una forma de entretener al personal, ¿quedaría fatal que la presidenta del jurado hubiese sido la alcaldesa Botella, verdad? Es que lo es, así que supongo que no se habrá prestado a unos juegos florales y  en la casa consistorial, tendrán en consideración el concurso ¿no?

 

Los nuevos y polémicos túneles de Navalcarnero

Estos días leía con sorpresa que en Navalcarnero, un conocido pueblo de la comunidad de Madrid, se estaban produciendo fisuras en algunos edificios. Lo normal, me dirá usted amado lector, teniendo en cuenta que éste es el país de la chapuza, que no pasábamos de cuartos hasta hace apenas un suspiro y otros cuatro o cinco de los habituales topicazos ibéricos.

Sucede además que la noticia, más allá del titular, contaba cómo se había procedido presuntamente a unir diversas cuevas de las existentes en la villa, generando un entramado de túneles que antaño no existieron bajo su plaza mayor, en un intento de generar, no sé si un atractivo turístico de manera artificial o un elemento singular de carácter histórico igualmente plasticoso.

Alcaldes tiene el urbanismo para hacerlo grande y hermoso, levantad vuestros brazos al cielo hermanos contribuyentes y poned los bolsillos a ventilar, que esa tierra excavada no va a sacarse sola ni mucho menos gratis: se habla en la noticia de 25 millones de euros, unos 4150 millones de las añoradas pesetillas.

Pero centrémonos que es fácil dispersarse con estas noticias y ese dinerete que todo lo emponzoña. Recordaba con mal disimulado placer ese Ecce Homo que alcanzó fama mundial cuando una bienintencionada aficionada a la pintura le arreó cuatro brochazos aquí y allá convirtiéndolo en el anuncio de una muñeca hinchable de dudoso uso, y a otros que pasaron a la historia precisamente por situaciones parecidas, aunque con algo más de éxito, como Eugène Viollet Le Duc, arquitecto restaurador de la Catedral de París.

Notre-Dame de Paris, foto Calvin Kramer, wikipedia

Durante los años en los que el inefable Eugène (1) paseó este valle de lágrimas, existieron tendencias distintas en las obras de restauración. La tesis defendida por Viollet Le Duc entre otros, era que había que reconstruir e incluso mejorar las obras que el restaurador encontraba a mayor gloria del estilo -gótico en el caso de Notre Dame de Paris- permitiéndose incorporar elementos nuevos como el rosetón Sur, totalmente inventado, gárgolas y estatuas nuevas (algunas con su cara) o reinterpretar y sustituir de manera ciertamente arbitraria otros en aras de la pureza de su amado gótico.

Hoy, pienso que afortunadamente, la tendencia restauradora sigue otros caminos mucho más respetuosos, que dejan claramente a la vista del observador las zonas restauradas para que pueda leerse la obra y sus etapas de manera diáfana, no reconstruyendo sino aquellos elementos imprescindibles para su sustentación y siempre de forma que pueda comprenderse que no son originales.

Pero claro, pedirle a un alcalde que se lea los distintos documentos internacionales en los que se plantean las tendencias de restauración, y que lo aplique en las despensas particulares que los vecinos horadaron en la tierra hace unas centurias para conservar frescos los caldos de la tierra y otras viandas quizá sea mucho pedir.

Claro que por 25 millones de euros, ¿quién no se hace un subterráneo de nada?

(1) Nota del arquitectador: En España tuvimos algunos Viollet Le Duc que gozaron como perracas añadiendo capillas barrocas a toda seo gótica o románica que se puso a su alcance, muchos de ellos grandes nombres de la arquitectura española, que hoy hubiesen sido trendic topic un día sí y al otro también, ay si hubiese habido tuiter hace trescientos años….

Arquitectura olímpica ¿y después qué?

Salgo de un local abandonado hace años con los pies llenos de polvo y las manos negras. Vamos a convertirlo en vivienda y he estado tomando medidas y datos para levantar los planos. Salgo y observo el portón de entrada, visualizando ya el frente de acero revestido de madera que tengo pensado para la fachada. Sí, va a quedar de muerte.

Cierro la puerta y entro en el bar de la esquina para lavarme. Pido un café cortado mientras la televisión vocea lo bueno que todo va a ser, si Madrid se convierte al fin en ciudad olímpica. El camarero, un dominicano de aire lánguido y yo, cruzamos una mirada escéptica.

-Dentro de siete años….-dice-… vete tú a saber, chico. Si te dicen que dentro de siete años vas a ser millonario….

-¡No puedo esperar tanto! – le interrumpo.

Nos reímos tristemente, sin ruido. No hay nadie mas en el bar, una de esas tabernas antiguas, donde se puede adivinar aún el rancio olor del tabaco fumado hace años que la prohibición no ha logrado arrancar de las paredes churretosas. Me consigo despegar del taburete a duras penas para ir al baño y a mi regreso a la barra el bar sigue vacío y la cochambre no ha resurgido como el ave fénix, a pesar de mis plegarias mientras buscaba un lugar donde secarme las manos.

La foto es a mala idea. La mayoría de las infraestructuras de la olimpiada de Atenas 2004 está en franco estado de abandono

Cuando pierdo mi mirada en el televisor, pienso en los edificios que se harán para el evento soñado por nuestros sucesivos alcaldes y me doy cuenta de que me importa un comino su arquitectura, me resbalan el estilo y el autor, la Olimpiada, si se hace, será espectacular y maravillosa, se inaugurará y abriremos los ojos y la boca para no volver a cerrarla hasta que entre el ganador del maratón, arropado por un griterío ensordecedor. Puede que más de media hora después, cruce la meta  el último participante, con el estadio mucho más silencioso, aunque su esfuerzo haya sido sin duda, mucho mayor que el del primero.

El maratón, como tantas otras pruebas de fondo, no es más que una metáfora de la vida, como lo es también la arquitectura. Una larga preparación hasta que un hombre normal, una ciudad, un arquitecto, deciden presentarse a la prueba de su vida, un maratón, una olimpiada, un edificio. Nervios durante la salida y una larguísima prueba donde la cabeza va tomando protagonismo. Llegado el kilómetro treinta, las piernas dejan de tener la importancia que se les suele adjudicar y el cerebro, pasado el treinta y cinco les arrebata la capacidad de parar. De ahí al final, al momento de la llegada, al momento de la celebración final, de la ceremonia de cierre de las olimpiadas, de la inauguración de la obra, solo queda sufrir y al final, solo muy al final, disfrutar.

Pero ¿que sucede después? ¿Que pasa el día después del maratón? ¿que pasa con esos edificios el día después de la ceremonia de cierre de unos juegos olímpicos? ¿Acaso este decrépito bar, no tuvo su época dorada? ¿Acaso el olor a pintura nueva y los brillos cromados de la barra no llenaron de orgullo y esperanza a un dueño, hace ya años? ¿No hubo un eterno soniquete de conversaciones, solo alteradas por golpes de fichas de domino y risas en sus mesas? ¿En que momento se permitió que se convirtiera en este templo del churrete y de la mugre?

Os diré lo que me preocupa y lo que me importa de verdad desde el punto de vista arquitectónico sobre la celebración de la Olimpiada:

-Que las infraestructuras, deportivas y sociales estén dimensionadas no solo para la necesidad del evento sino también y principalmente para las necesidades de la ciudad y sus habitantes.

-Que edificios, pabellones y residencias no se conviertan en escenarios apocalípticos donde se visite el esplendor perdido de un pasado épico y efímero.

-Que el mantenimiento de todo ello esté pensado desde antes de hacerse para que años después no se descubra que es imposible de acometer la tarea de mantenerlos vivos.

Que la rentabilidad, no solo económica, sino social pueda medirse y sea lo suficientemente buena como para que la inversión merezca la pena. Aquí, no hablo de dinero, hablo de mejora de la comunidad y del beneficio social. Lo cual tampoco significa que se tenga que hipotecar el futuro de dos generaciones para pagarlo.

En definitiva, que el movimiento económico y arquitectónico tenga una repercusión suficiente y mantenida en las vidas de los ciudadanos y que muchos años mas tarde, si procede, recordemos el año de la olimpiada como el año en el que se construyó esa vivienda de alquiler que un día albergó a un campeón de jabalina y hoy sirve de techo a quien lo precise, que sea el año de la inauguración de aquella biblioteca que otrora fue lugar de descanso de deportista y que sea recordado como el año de la inversión pensada e inteligente. Ahí es nada.

-¿Qué le debo jefe?

-Uno treinta, compañero- dice sin retirar la mirada de la televisión.

Tengo que echar unas toallitas húmedas al maletín y el café tomarlo en casa.

Nota del arquitectador: Me debato entre el deseo de albergar una olimpiada en Madrid y la duda sobre su oportunidad. Os diré la verdad, no me decido, aunque como en la vida hay que arriesgar y no hacer nada no nos llevará a mejorar, me declaro abierto a que me demuestren que será bueno. Juro por Akhenaton que me alegraré mañana. En cualquier caso.

 

¿Conoces la teoría de las tres arquitecturas?

Despues de un intenso careo entre mis allegados, exceptuando aquellos que comparten profesión conmigo, he llegado a una conclusión que, casi sin darme cuenta, ha derivado en una nueva, veraniega e innovadora clasificación de las arquitecturas. Olvidaos de estilos, de órdenes, de tendencias y de autores. Las arquitecturas conocidas hasta la fecha son tres. Y no hay más.

Amosanda,¡ ¿vas a comparar con esos cubos sin ventanas?!

Amosanda,¡ ¿vas a comparar con esos cubos sin ventanas?!

1.-La arquitectura de los arquitectos: Es moderna, de líneas puras o curvas imposibles, esconde las ventanas en cubos o las desordena en cajas , huye de la simetría y luce por sí sola lo mismo en Tel-aviv que en Santa María del Majano, sorprende por no estar vista con anterioridad y por no volver a ser vista jamás, no tiene patrones y no busca ser repetida. Museos, ayuntamientos y centros culturales.  La gente que conozco no la entiende y eso empieza a tocarle las narices. Cuando les pregunto por ella enarcan las cejas respetuosamente al principio y cuando les muestro cierta sintonía con su escepticismo apócrifo, se sueltan y recitan una cantinela de epítetos malsonantes sobre edificio y arquitecto que rápidamente deriva en lo que todos sabemos: antes sí que se hacían cosas bonitas.

2.-La arquitectura de antes, que sí que era bonita: Aquí cabe prácticamente todo lo que tenga más de un siglo. Desde los romanos hasta Gaudí, la arquitectura era un lecho de arte, un reducto vacacional de las musas, un balneario donde el talento tomaba las aguas y dejaba los posos de su maravilla hecho edificio. Además da igual que hablemos de castillos, palacios o casas de labranza, antes se construía mejor. Lo que se dice la polla con cebolla (1).

3.-El montón de estiércol que hacéis los arquitectos de ahora: Ésto, según he podido deducir con cierta dificultad porque mis entrevistados estaban echando ya espumarajos y algunos incluso tenían temblores, son las viviendas de los barrios periféricos que sufren -más que viven- todos ellos. Es un cajón de sastre en el que han caído todos los aprovechamientos, edificabilidades y normas urbanísticas. Es el pecado original que nos va a perseguir durante decenios.

Con este panorama en mente, he decidido que ésto no puede resolverse en un único post. Tengo que defenderme -como arquitecto- y tengo que explicar esta verdad absoluta -como ciudadano- y no creo que pueda hacerse en unas líneas, aunque no puedo por menos que intentarlo. Tendrás que estar atento a esta pantalla en el futuro próximo. En cualquier caso, sufrido lector, vete aprendiendo esta clasificación de la arquitectura y grabándotela a fuego que en breve hago examen sorpresa. El que avisa, es avisador.

(1) Nota del arquitectador: Que sepáis que la gallina nueva, medianamente crecida, que no pone huevos o que hace poco tiempo que ha empezado a ponerlos, guisada con cebolla es una de las sencillas delicatessen que hasta Chicote pondera, no vayáis a pensar malamente.

Concurso: Un hombre y dos construcciones

Llega la primavera y el arquitecto se atolondra hasta el atocinamiento. Es en estos momentos del año cuando suelo -solía hacerlo antes- hacer un concurso entre mis cercanos sufrientes a los que premiaba-castigaba con un dibujo a mano original. Como no les obligo a ponerlo en lugares preminentes de la casa, me lo admiten de buen grado e incluso gustan de jugar a adivinar los acertijos (siempre arquitectónicos  que les propongo, así que he decidido hacerlo extensivo a los habitantes de este blog.

NORMAS: Ní se dejan pistas, ni preguntas, ni respuestas parciales en los comentarios, a los que no responderé. Las comunicaciones se harán al siguiente mail: arquitectador@gmail.com

OBJETIVO: Se busca el nombre de un hombre y dos construcciones.

SOLUCION: Solo por mail a arquitectador@gmail.com y solo soluciones completas con el razonamiento que os ha llevado hasta ellas. Ya sabeis, un hombre, dos construcciones y el razonamiento. No respondo a soluciones parciales.

PREMIO: Un dibujo a mano original. Un autentico Morea para presumir delante de las amistades. El diario 20minutos. es también colabora con una suscripción a sus contenidos digitales durante un año. Ah, no, que ya son gratis….

PREMIADOS: Los tres primeros que adivinen las tres cuestiones (un hombre y dos construcciones) y justifiquen el razonamiento por el que han llegado.

PLAZO: Si no lo adivináis antes del 15 de Junio, además de ser unos zoquetes me llevo el juego y lo declaro desierto.

RESPUESTAS CORRECTAS ANTE NOTARIO: ¿Tu estás mal o qué? Como vamos a molestar a un notario para esto, chavalín, te toca fiarte de mí, que en esto soy muy serio.

A juuugaaAAARRRR:

 

 ARQUIADIVINANZA

Se habla de una sucesión en la que nadie sucede,

y aunque nunca llegará, a existir un fallecido

ni un depuesto, ni un ungido,

ni por nacimiento ha sido,

habrá quien será siguiente,

con la suma de la herencia

de anterior y precedente

 

Y como hablamos de varios, desde la nada hasta el fin

el que haga el diecisiete marcará el giro terráqueo en el que murió el delfín

de aquel que inició las obras de tan grande construcción

que aún hoy es insensato, exagerado, pazguato

e incluso bobalicón

suponer que exista obra de Cipango a Guanajuato

que dure más que la suya

y si bien se la mencionas a arquitecto o constructor

tomáralo como insulto,

como burla y como pulla.

 

El muerto que mencionamos, engulló con nueve ojos

el agua de una ciudad,

y ayudare al caminante,

que de un lado al otro va,

a cruzar aquella calle con nombre de numeral

 

Si su nombre ya conoces, y el edificio sospechas

te diré querido amigo que no has llegado al final

pues donde se halla el encuentro del paso que hizo el difunto

con la ciudad del ladrillo, y -en portugués- el presunto,

que al gabacho le fue mal

está también el camino, que antes traía agua al sitio

y es lo que has de nombrar.

 

 

Plaza Mayor. Dibujo a tinta de Miguel Morea
Plaza Mayor. Dibujo a tinta de Miguel Morea

 

Nota del arquitectador: No busquéis métrica, ni orden en los versos. Uno es de ciencias y las humanidades le quedan grandes.

¿Necesitamos los símbolos?

Esta semana santa, mientras paseaba por valles verdes y carreteras secundarias me he encontrado con no pocos hogares y caseríos de los que jalonan aquí y allá los prados y montes del norte de nuestro país, adornados ostentosamente con las banderas y los escudos de los equipos de futbol de sus orgullosos dueños. Banderas ondeantes, soberbios estandartes, brillantes colores.

Las señales y los símbolos, nos identifican, nos agrupan, nos otorgan pertenencia al clan y nos alejan de la soledad, y desde siempre, nuestras arquitecturas se han dejado empapar por ellos, siendo en muchos casos el centro, la seña principal de identidad de nuestros edificios.

Casa "Los Rosales" en la plaza de Almagro, Ciudad Real. Dibujo Miguel Morea
Casa «Los Rosales» en la plaza de Almagro, Ciudad Real. Dibujo Miguel Morea

 

 

Creemos, que los primeros hombres, celebraban ritos de caza en sus cuevas alrededor del fuego, mientras se conjuraban para abatir mamuts, y otros grandes mamíferos, reflejándolo primero en sus pinturas, en sus paredes. Esto les ayudaba a vencer sus miedos, a crear una profecía autocumplida en sus pinturas y a dotarse de buenos augurios, pero además les agrupaba en torno a un objetivo y marcaba su hogar como propio, dejando fuera de toda duda que aquella cueva era la suya, para que otros clanes lo supieran.

Con el paso de los años, la ornamentación de los hogares, de los pueblos, de las villas y aldeas ha sufrido grandes variaciones en sus materiales y en su estética, adaptándose a los tiempos y civilizaciones.

Hoy, el escudo del equipo de futbol de nuestros desvelos o de la selección, equivale sin duda ninguna a esos majestuosos blasones que adornan las portadas manchegas, las casas solariegas navarras, los caseríos castellanos o las masías del Penedés.

Hemos sustituido la piedra por el nylon, el gris por el abanico cromático y colorista, pero seguimos eligiendo la arquitectura como lienzo, como marco.

Y es que la casa, el hogar, es un escaparate siempre, un espejo en el que queremos que nos miren los demás.

Nunca la arquitectura es solo funcional, nunca cumple solo la misión de albergarnos, de cobijarnos, sino que si lo analizamos con detenimiento comprenderemos que es un reflejo permanente de nosotros mismos, de nuestro estatus, del grupo al que pertenecemos, de nuestra procedencia. Y para ello debemos marcarlo, sellarlo, dotarlo del símbolo correspondiente.

Pero hay mucho más. En esta arquitectura nuestra, que nos rodea y ofrece refugio no solo los escudos o banderas son símbolos. ¿Acaso no lo son las balaustradas torneadas, las falsas cornisas de madera, las barandillas de forja andaluza….en Burgos?  ¿los toldos de tela tensados en forma de vela marinera…en Badajoz?, ¿los tejados de pizarra…en Ciudad Real?

Yo, debéis perdonarme, creo que sí. Creo que suelen tener mucho que ver con nuestro origen, incluso con nuestros deseos. Símbolos de los que no lucimos blasón en nuestro pedigree, pero que humanos al fin, deseamos sobre todas las cosas pertenecer al grupo.

Y por supuesto, de nuevo humanos, distinguirnos dentro de él.

¿Hay un símbolo oculto en la plaza de San Pedro?

La tentación de esconder símbolos en los edificios para que, años o siglos más tarde, se adivinen en sus trazas, es más que conocida. Otra cosa es que se lleve a cabo de verdad o que podamos retorcer la realidad hasta encontrar aquello que busquemos sin el menor atisbo de duda.

Hoy, que tendremos nuestra atención puesta en las imágenes del Vaticano, he recordado una lectura que vi en algún lugar de la Red, afirmando que la planta del Vaticano era en realidad una representación del símbolo de Venus que representa a la feminidad. Además de las desavenencias cronológicas entre las intervenciones de Bramante en 1506, Miguel Angel (1546) y Bernini (1656) que proyectó la plaza de San Pedro, me cuesta trabajo creer que personajes tan dispares, tuviesen en común la idea de meterle el dedo en el ojo al mejor promotor de la burbuja inmobiliaria (1) de la época, su mejor cliente que tan buenos encargos les hacía.

¿Es la plaza de San Pedro un símbolo de feminidad? Montaje propio sobre captura Google earth

¿Es la plaza de San Pedro un símbolo de feminidad? Montaje propio sobre captura Google earth

 

 Por otra parte, hay que decir que no es en vano que las logias masónicas se adornen con simbología basada en la arquitectura y hagan referencia al principio creador como Gran Arquitecto del Universo. El cine y la imaginación humana han hecho lo demás.

Es frecuente en las obras utilizar los símbolos y los mensajes al futuro, depositar una primera piedra, una cápsula del tiempo o una placa con el nombre de los participantes, promotores, o el más de andar por casa «yo estuve aquí» o «Manolo dio de yeso esta pared antes de irse a buscar a su Loli». Ni mentar otras imaginativas y alegóricas simbologías que suelen verse por los muros y puertas, fruto de la creatividad mal dirigida de nuestra fuerza productiva. Sí. Penes, muchos penes. Todos queremos dejar una señal para que quede constancia de nuestro paso por aquí.

A veces me pregunto -lo hice en la capilla Sixtina- si de veras los pintores y arquitectos que han perdurado hasta nuestros días dejaban esos símbolos para nosotros o la necesidad de entender sus obras nos ha hecho desarrollar todo tipo de teorías más o menos elaboradas. Lo que sí os digo es que me gusta pensar que es así, que hay toda una intención detrás de cada decisión y que el humano, artista o no, arquitecto o no, no ha podido resistir la tentación de comunicarse y menos si es con nuestros sucesores, cuando ya no estemos.

(1) Nota del arquitectador: Si pensáis que exagero al hablar de burbuja, debo recordar aquí que la concesión de indulgencias para financiar la Basílica de San Pedro,  desencadenó los acontecimientos que llevaron a Lutero a organizar la mundial con aquellas tesis clavadas en la puerta de aquel otro edificio…pero esa es otra historia.

 

¿Necesitamos un museo de arquitectura?

Si mientras durante la peor de las crisis que ha vivido el país en los últimos cien años alguien llega con 10 millones de euros para arrimarlos a tus desgracias, lo último que haces es ponerle mala cara. Si además te va a hacer un museo y solo tienes que cederle un edificio en el Paseo del Prado, que lo tienes hecho unos zorros (dicen) y que no lo quieres para nada (?) razón de más. Si unido a esto el museo no lo tienes que mantener y lo alineas con otros tres museos de postín, aquello empieza a tener color de ciudad del arte, de parque temático para gafotas y estudiosos, la Meca de ratones de biblioteca y virgueros de la escuadra y el cartabón.

Ya dice el Colegio de Arquitectos de Madrid que eso de hacer un museo de la arquitectura y que ellos se enteren un día antes no está ni medio bien. Al sanedrín se le consulta, mire usted, no vaya a ser que aquí el campo empiece a ser orégano por doquier y cualquier mortal con decenas de millones de euros nos llene la ciudad de muros de hierba. Faltaba más. Y se quedan con ganas de seguir, que se nota en el comunicado que han amagado, pero (ay) esos euros tan necesarios….

Verde, lo que se dice verde, sí que es ¿no?

Verde, lo que se dice verde, sí que es ¿no?

Dicen en la prensa que sus verdes fachadas no serán un jardín vertical como el de Caixa Forum, aunque tendrán que reconocerme que se parecen un rato largo. Dice Ambasz, el arquitecto y mecenas cuya fundación construirá y pondrá en funcionamiento el museo, que es posible tener el verde sobre el gris, en la ciudad y desde luego, a juzgar por las maquetas, así será. Personalmente tengo que decir que me congratulo de que se haga un reconocimiento y una difusión de la arquitectura y cruzo dedos de manos y pies para que todo salga bien. El cenizo que hay en mí se ha fraguado desde el optimista que ha visto ya demasiados promotores de grandes proyectos que se quedaron en el tintero, convirtiéndome sin saberlo en un grinch.

Pero no. Hoy quiero vencer la tentación de criticar el proyecto del nuevo museo y comunicaros sin más que puede que sea un día grande, que puede que dentro de un par de años, los alegres mozalbetes vayan en tropel a ver las exposiciones sobre edificaciones sostenibles, sobre arquitectura histórica, sobre elementos de diseño, sobre planeamientos urbanísticos y que quieran al fin ser arquitectos, sabiendo que ya no se gana dinero con esto. Solo unas cuantas dioptrías y sed de saber más. Quizás nos llegue un poco de ese agua tan necesaria para saciarla con este museo.

Me está costando, pero voy a confiar. Al fin y al cabo, siempre podremos ver un montón de buena arquitectura mientras paseamos por la Castellana y el Paseo del Prado camino del museo.

Nota del arquitectador: Si hay algo bueno de este proyecto es la intención de hacer un programa de becas para estudiantes, ahí si que voy a cruzar los dedos para que llegue a buen puerto.

¿Como surgió el gótico en España?

 

Durante mi juventud hice mi propio Gran Tour. Como los recursos disponibles no eran muchos y apenas llevaba  el dinero justo para el billete de vuelta, nunca llegué muy lejos. El Norte de España, un poco de Francia y algo de Portugal. Si bien ya me maravillaban aquellos edificios que veía y que se me antojaban lejanos y misteriosos, no se había despertado aún mi interés por la arquitectura. Como ya os dije, mi vocación fue tardía y no prevista.

A la vuelta de aquellos mini viajes devoraba la información que podía encontrar sobre lo que me había llamado la atención. No queridos. No había internet.

De entre todas aquellas historias yo soñaba con la de la fundación de la catedral de Burgos, primera gran obra del gótico en España.

Boceto de la catedral de Burgos. Dibujo propio 2009

Boceto de la catedral de Burgos. Dibujo propio 2009

Corre el siglo XIII cuando el obispo Don Mauricio viaja por lo que hoy es Francia y Alemania para concertar el matrimonio de Fernando III con Beatriz de Suavia. Nuestro personaje puede contemplar las primeras obras del gótico francés, -o así lo sospechamos -y tras ese fantástico periplo a caballo por tierras galas y teutonas que sin duda debió durar varios meses (ya tengo la piel de gallina),  convence al rey de construir un templo a la manera francesa, poniéndose la primera piedra en el 1221. Y lo hacen sobre las trazas de la antigua iglesia románica: como tantas veces en la historia, los nuevos estilos llegan para cubrir los antiguos.

El gótico, como derivación del románico tiene algunas características sociales y religiosas fundamentales que marcaran la arquitectura de los siglos siguientes, en primer lugar la elevación en altura de los edificios de culto como magnificación de la imagen de Dios. Si el románico trata de impresionar mediante la oscuridad y el recogimiento extremos (ausencia de ventanas, edificios más bajos, escaso margen a la imaginería), el gótico recibe al feligrés provocándole el asombro. Me explico: imaginad la entrada en una catedral (no llena de turistas) con las únicas luces de los velones y los rayos que desde gran altura llegan a iluminar esos interminables pozos de piedra que se elevan hacia el cielo y que son las catedrales góticas. Un grupo de monjes rezan junto al altar mayor y se oyen cantos en latín. Se convierte uno a lo que sea menester. Por si acaso.

A partir de aquí y entendido esto, ya nunca dudaremos de que la arquitectura influye y mucho en la vida social y cotidiana. No se trata solo de la ubicación de los edificios o de su función sino de las sensaciones que se producen en el usuario, en el visitante, en el espectador.

Para ello, la arquitectura precisa dotarse de nuevas herramientas. Los arcos, se elevan con el aumento de altura de la iglesia y surge el arco apuntado que deriva del románico de medio punto, la planta tiene necesariamente que crecer para arriostrar lateralmente esos enormes pilares de la nave central y mantener la estabilidad surgiendo los arbotantes y pináculos que apuntalan la estructura, mucho más abierta, con huecos más grandes y muros menos pesados visualmente. Caminamos sin saberlo hacia otras formas que llegarán siglos más tarde, pero cuyos esbozos ya se pueden vislumbrar.

Siempre que veo un edificio del gótico, pienso en qué fue antes, si el avance de la tecnología de la construcción que permitió  a los maestros de obras de la época elevar sus edificios hacia el cielo, o la intención de que así fuese, llegando la ciencia y la técnica después para permitirlo. Seguro que hubo un poco de todo.

Nota del arquitectador: En el futuro, espero al menos una vez a la semana postear una mínima referencia a la arquitectura histórica y/o un boceto. Esta semana ambos en el mismo post.

 

¿Qué fue el edificio de la Bastilla?

Todos conocemos el episodio histórico de la toma de la Bastilla, pero: ¿qué fue en realidad la Bastilla de San Antonio?

En realidad hay que empezar por decir que las ciudades actuales, proceden en su mayoría de asentamientos antiguos que más tarde o más temprano y en virtud de su importancia estuvieron en su mayoría rodeados por fortificaciones, murallas, empalizadas y otras formas de defensa militar. De alguna manera las ciudades históricas que hoy habitamos tenían un urbanismo derivado de su necesidad de defenderse y por ello estaban acotadas en un recinto protegido.

A raiz de los avances en ingenios militares y del desarrollo de la artillería, además de la necesidad de crecimiento de las urbes, las murallas fueron  dejando paso a la expansión urbana y a la colonización periferica de unas ciudades más preocupadas ya por su expansión comercial y residencial que por su defensa estratégica.

Durante los periodos en los que las ciudades estuvieron rodeadas por murallas o defendidas por entradas acotadas a la zona interior urbana, el acceso a las ciudades se realizaba por puntos concretos de las mismas, no solo por motivos estratégicos sino también para el cobro de los tributos de las mercancías que salían y entraban de ellas.

Toma de la Bastilla por Jean-Pierre Louis Laurent Houel (1735-1813)

El edificio original de la Bastilla de S. Antonio se construyó para defender la puerta del mismo nombre y acabó sirviendo como prisión por orde,n según parece, del cardenal Richelieu (sí, sí, el de los mosqueperros). Pero no una prisión cualquiera, según indica el oráculo, es decir la wikipedia:

Se trataba de una prisión confortable para las altas personalidades (aristócratas y burgueses), que disponían de verdaderos departamentos con servicio y buenas comidas. Sin embargo, existía una parte más convencional no tan agradable para los prisioneros comunes, y el edificio contaba también con celdas de castigo (pero no mazmorras) que servían de condena a los prisioneros insubordinados

La Bastilla era, para entendernos, aquel castillo que hacíamos de niños con el Exin castillos, exactamente una fortaleza rectangular con cuatro torres que lo flanqueaban y un foso que lo protegía limitando su acceso. No fue sin duda un dechado de arquitectura digno de ser recordado como edificio y como en tantas otras ocasiones en la historia, aquel edificio gris y sórdido  pero con un enorme significado social, fue vendido piedra a piedra como recuerdo, sus sillares utilizados para construir el puente de la Concordia y en algún lugar alguien tendrá, quizá sin saberlo, alguna de sus rejas colocadas en una granja de la campiña francesa. ¡Cómo le envidio!

Nota del arquitectador: Por supuesto hoy me tocaba escribir (sobre) de arquitectura, pero al cruzar el puente de la M-30 como cada día y leer el periódico con las noticias unas palabras brotan en mi boca y las digo como un lamento, como una oración. Digo: la Bastilla, la Bastilla…..