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Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

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Un año sin Fringe

Este 18 de enero, un día más aunque signifique uno menos de vida, se cumplió un año de otra fecha que sí recordaremos y que estuvo marcada por una despedida: la de Fringe. La serie que descubrió la ciencia ficción a millones de personas y que, además, popularizó las conspiranoias sobre la posible existencia de otras dimensiones del mundo tal y como lo conocemos. Una de las mejores ficciones que se han hecho y que todo el mundo debería ver. Y que, por supuesto, es de culto.Fringe1

Fringe es buenísima. Pase el tiempo que pase, la vea un público u otro, pocos podrán discutir su calidad y entretenimiento. Es cierto que en algunos episodios puntuales se ponía algo intensa y dramática, hasta hacerse pesada. Pero eran excepciones dentro de cinco temporadas que desbordaban inteligencia, ciencia, misterio y situaciones paranormales. Porque aquí nada quedaba sin explicación. Hasta la locura más quimérica acababa teniendo un sentido. Tampoco hay que olvidar que (casi) todas las tramas son de ficción pura y dura, por lo que no hay que entrar en debates de «esto es posible». Las magufadas para los homeópatas, los que creen en los chemtrails y aquellos irresponsables que se declaran antivacunas.

Fringe5Que una serie sea buena por varios aspectos es algo habitual. Pero si lo es por inolvidable es que ha logrado trascender al puro disfrute de sus 40 minutos por capítulo, al hacerse con un trozo de recuerdo y otro de corazón de aquellos que la vieron. Hasta el punto de tener una masa de auténticos fans, que sienten auténtica devoción por ella. Es decir: Fringe  es de culto. Y tiene su propia enciclopedia online, en la que se intenta dilucidar qué pasaba con algunos casos y se analizan las entrañas de la serie. Un logro de la creación del ahora plasta J.J. Abrams, que con ésta se lució (para bien) especialmente.

La cantidad de recursos de Fringe es su otro punto fuerte. Éstos comprenden los innumerables y kafkianos casos con los que tenían que lidiar Olivia Dunham (Anna Torv), Peter Bishop (Joshua Jackson) y su padre Walter (John Noble). Pero también está la implicación de éstos en cada caso; fuese determinante o no, siempre daba lustre a los episodios por la complicidad que se establecía entre víctimas, criminales y nuestros ‘buenos’.Fringe3

Porque la fórmula que la hace única es ésta: todos los personajes tienen algo que ver entre sí y con los ‘malos’ que han de detener. Nunca se mete algo con calzador, y casi todas las historias tienen alguna relación entre sí mismas. Aunque la conexión sea endeble y se sostenga con dificultad. La cuestión es que existe, y eso hace de Fringe la ficción que mejor ha tratado sus temáticas.

Fringe4Todos sus episodios se caracterizaban por tener ese ‘aquel’ que te rallaba la cabeza y te impedía comprender a lo largo de su duración qué estaba pasando. Hasta que te lo explicaban y lo entendieses o no ya te quedaba claro que lo que había ocurrido tenía sentido.

Pero sus dos mayores éxitos residen en los personajes y en ciertos episodios. El doctor Bishop es nuestro científico loco preferido, elevado a inmortal por los buenos ratos que nos ha hecho pasar. Olivia Dunham y Peter Bishop le van a la zaga, especialmente por lo que les toca vivir a partir de la tercera temporada (la de la otra dimensión) y que culmina en la quinta y última (la invasión de los calvorotas y la tragedia personal de ambos). Y nadie podrá olvidarse de Astrid (Jasika Nicole), de Phillip Broyles (Lance Reddick) o de Nina Sharp (Blair Brown). Lo mismo con algunos malos.Fringe2

En cuanto a los episodios, ¿existe algún seguidor de Fringe que no se emocione al recordar White Tulip? ¿O aquel en el que sufrimos la desgracia de Etta? O toda la tercera temporada, una de las mejores entregas que se ha visto en la televisión.

Finalmente, las bajas audiencias y relegarla a la noche de los viernes en EEUU dieron la puntilla a Fringe, que sobrevivió en varias ocasiones a la cancelación. La veía poca gente en la tele, pero millones a través de Internet. Finalmente lo último pesó algo más y pudimos disfrutarla hasta el 18 de enero de 2013.

Y un año después, seguimos buscando algo similar que nos haga pasarlo tan bien. Siempre nos quedará rescatar escenas antiguas en YouTube. Al menos para ver a Gene.

Los mejores momentos de las series en 2013

  AVISO: Spoilers en todo el post

Siempre hay momentos que se nos quedan grabados. Ya sea porque su impacto es obvio o porque a nosotros nos calan de forma inexplicable, esas escenas o situaciones nos marcan y son las que destacamos cuando nos preguntan por un determinado asunto. En las series son habituales. Son experiencias personalísimas de cada uno. Lo que a él en un capítulo le ha jodido el día, a ella no le ha parecido ni destacable, y viceversa. La que sigue es la lista de las escenas que me chocaron, me hicieron reír o llorar, o las que simplemente son tan buenas que merecen una mención. Si vosotros tenéis otras, por favor, compartidlas en los comentarios. Lo vuelvo a avisar: SPOILERS a mogollón.

El tiroteo en el colegio de Utopia

Por lo que significa y el momento en el que se emitió puede que sea la secuencia más atrevida de todo el año. La serie de Channel 4 se emitió a principios de año, apenas dos meses después del tiroteo en la escuela de Newton en la que murieron varios niños y adultos. En EEUU ni se esperaban que en las islas británicas fuesen a emitir algo que ellos, con sus remilgos, jamás habrían emitido. Utopia no escatima en mostrar sangre con el rojo más fuerte posible. Lo mismo ocurre con las escenas violentas, más presentes conforme pasan los episodios. Que la pantalla nos muestre como Arby le vuela los sesos a alguien en primer plano y luego nos deje escuchar los gritos y los tiros que se producen en las distintas estancias de la escuela solo pueden hacerlo unas pocas. Y ésta es una de ellas.

El asesinato de Andrea en Breaking Bad

La mejor serie de 2013 se marchó con ocho capítulos inolvidables e históricos por la calidad patente que se ofrecía en cada segundo. Como es normal, el impacto y el “qué coño acaba de pasar” fueron constantes durante la tanda de despedida tan maravillosa que se marcó Vince Gilligan. Podría elegir muchos más de Breaking Bad, pero me quedo con este: cuando Todd asesina a Andrea de un tiro a bocajarro para obligar a Jesse a seguir haciendo metanfetamina en condiciones de esclavitud. Me quedé helado. Incluso se me escapó la lágrima, porque el llanto de Pinkman me destrozó. El tío Jack dejaba claro que no le importaba hacer lo que fuese para conseguir lo que quería.

La muerte de Hershel en The Walking Dead

Los zombis no han tenido una media temporada memorable que se diga, pero los acontecimientos del último episodio hasta su regreso en febrero tendrán mucha repercusión para su futuro. El asesinato de Hershel a manos del gobernador, y a espadazos, es muy importante para el devenir de la historia. Y fue completamente inesperado. Al menos The Walking Dead nos ha demostrado que aún tiene cierta capacidad de sorpresa.

La última media hora de Boardwalk Empire

En los episodios finales de temporada de la ficción de la mafia en los años 20 de la HBO siempre pasa algo. Realmente, en todos los capítulos existe un momento que te supera o te encanta, pero esto ocurre especialmente en las season finale. En los 30 minutos del episodio 12 de este año pasaron muchas cosas que a mí, y supongo que no seré el único, me frustraron a la par que aumentaron mi devoción por Boardwalk Empire. La muerte accidental de la hija de Chalky White fue uno de ellos.

Pero lo mejor, por triste, fue la despedida de Richard Harrow. Fue una montaña rusa de sensaciones por cómo la presentaron: de la felicidad al estar con su familia, al cabreo extremo cuando nos muestran que está muerto. Fue acojonante.

El final de Fringe

En 2013 se marchó una de las mejores series de ciencia ficción que han existido. Y lo hizo de la mejor forma posible: cerrando las tramas pendientes, evocando una vez más los valores que la han hecho destacar, y con espectacularidad por medio de un experimento que ponía el broche a la historia. Fueron cinco temporadas llenas de altibajos, pero eso no impidió que las tramas de Fringe fuesen entretenidas y muy interesantes. Sus interpretaciones, como la de John Noble, estaban más que logradas, y siempre te permitía aprender algo. Y encima era original. Estos tres minutos son una delicia.

La identidad de la madre en Cómo conocí a vuestra madre

Casi nueve años. Nueve. Me ha dado tiempo a sacarme bachillerato, acabar una carrera, y estar en varios medios. Y nunca he faltado a la cita semanal entre septiembre y mayo para ver si de refilón adivinaba quién era la madre de los hijos de Ted Mosby. Finalmente todas las pistas eran ciertas: el paraguas amarillo, la compañera de piso, la guitarra, el grupo que tocaba en la boda de Robin y Barney… Lo que nunca nos anticiparon de ninguna manera era su cara. Y así llegó a nuestras vidas Cristin Milioti, más conocida como «la madre», ya que en la serie aún no nos han dicho cómo se llama. He de reconocer que al principio Milioti me parecía poca cosa para las expectativas que teníamos ante tanto misterio. Pero con el tiempo he rectificado, como es normal, ya que ha estado estupenda a la vez que graciosa en todos los capítulos en los que ha aparecido hasta ahora. Quedan unos meses de Cómo conocí a vuestra madre, que se está despidiendo con una gran temporada. Aquí una entrevista que concedió hace poco tiempo.

La ¿muerte? de Brody en Homeland

Soy de los que tengo claro que Nicholas Brody ha pasado a la historia de la televisión como un héroe-villano fiambre. Pero por los comentarios en los posts sobre Homeland, los de las redes sociales, así como las teorías que circulan por distintos medios especializados, me he planteado si dudar sobre si realmente murió en el último episodio de la tercera temporada. Que si el nudo no era corredizo, que lo que vimos fue un ahorcamiento falso, que al que subió la grúa era otro tipo y no Brody… En cualquier caso, esto supone un punto de inflexión y el entierro definitivo de una serie que durante sus doce capítulos de este año se encargó por sí sola de cavar su tumba. Insisto en que nadie necesita una cuarta temporada.

La boda roja de Juego de Tronos

Los que habíamos leído el libro sabíamos lo que iba a pasar. Pero no cómo se iba a trasladar a la pantalla. Y la adaptación de esta masacre fue magnífica. Para los que no tenían ni idea por no haber leído Tormenta de Espadas fue un trauma todo lo que ocurrió en la boda entre una Frey y un Tully. Los vídeos de las reacciones de la gente ante esos minutos de sangre y asesinatos son representativos de la cara que se nos quedó a todos. Porque aun conociendo de antemano qué ocurriría, también flipé.

La terapia para Sheldon en The Big Bang Theory

De todos los momentos desternillantes que nos han regalado nuestros frikis favoritos durante los años que llevan en emisión, este es uno de mis preferidos junto a la persecución en la piscina de bolas. El contexto de ésta escena de TBBT es sencillo: Sheldon tiene la necesidad imperiosa de finalizar todo. No puede dejar nada a medias. Y Amy quiere educarle para que no sea tan obsesivo y pueda dejar las cosas a medias (a ella no la deja ni así, porque ni le da por empezar). Otra más de una pareja atípica que solo sabe hacernos reír.

El llanto de Michael Sheen en Masters of SexMasters

No se me ocurre nada peor para unos padres que perder un hijo por culpa de un aborto espontáneo. Si eso no te afecta es que eres un maldito robot y estás muerto por dentro. Afortunadamente, William Masters no lo estaba. Lo parecía, por su actitud y la personalidad huraña que nos muestra Michael Sheen en Masters of Sex. Pero cuando asume que ha perdido al bebé que espera con su esposa Libby explota. Aunque no quiera que le miren. La llorera desgarradora de Masters al final del quinto episodio de la serie es de las que no se olvida. No he encontrado el vídeo, pero los que la hayáis visto me entenderéis.

La muerte de Tara en Sons of Anarchy

Como es habitual, cada temporada de los moteros de Charming mueren varios de los personajes secundarios y alguno de los protagonistas. Esta sexta temporada puede ser la que haya batido el récord de decesos. Y eso que no estaba fácil, ya que en las anteriores caían como moscas y cada dos por tres quien menos te esperabas que iba a desaparecer. El año pasado fue la muerte de Opie la que nos apesadumbró a todos. En este 2013 de SOA, la más impactante ha sido sin duda la de Tara. La brutalidad de la secuencia ha provocado que la marcha de Clay haya quedado en segundo plano.

Los últimos minutos de Orange is the New BlackOrange

La muerte de Pennsatucky a manos de Piper nos dejó helados a todos. Ni lo vimos venir. Y, sobre todo, nos quedamos con la deliciosa intriga de no saber qué va a pasar ahora con la protagonista de Orange is the New Black¿La condenarán a más años? ¿Podrá ocultar lo que ha hecho? ¿La cubrirán? Hasta el verano de 2014 no sabremos la respuesta. La espera será larga.

La pelea entre Hood y el boxeador en Banshee

Un boxeador que maltrata a las chicas con las que se acuesta. Y un falso sheriff que quiere detenerle y darle una lección. Aunque tenga que enfrentarse a él puños mediante. Esta escena solo se puede definir como realista. No puedo añadir nada más. Hay que verla y punto.

La (necesaria) conspiranoia en la ficción: el paradigma de LOST

El otro día, tomando algo con los compañeros del trabajo, salió el tema de las series. Como no. Y no es que tenga un imán: es que es temática de conversación en cualquier reunión de amigos o similares. Pero esta charla no fue como otras que he tenido últimamente. Y es que acabamos hablando de LOST. De Perdidos. Sí. Yo tampoco me lo podía creer. Todo parecía tan 2010, tan Eurocopa de Luis Aragonés…

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Y esto llevó a que surgiese un aspecto que me apasiona de verdad: las teorías de la conspiración aplicadas a la ficción. Que nos montemos una película sobre otra. Ya sea un final alternativo o ideas alternativas a tramas sin cerrar. Una conspiranoia, vamos.

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En esto LOST es la reina. Ya durante la serie no tenías más remedio que empezar a sacar tus propias conclusiones porque estaba claro que no que iban a revelar ni una pizca. El oso blanco o el humo negro han quedado para la historia como enigmas que poner en una camiseta. ‘Los otros’ también entraron en ese club del misterio, ya que no podías imaginar de dónde narices había salido tanta gente de repente. Jacob también lograba, y perdón por la expresión, rallarte la puta cabeza. No sabías si era dios todopoderoso aparecido en la isla, o simplemente era un vendehumos (jeje).

Penny

Un trasiego de interrogantes a los que podríamos sumar, por ejemplo, la desaparición de Waaaaalt, las maldades de Benjamin Linus, o la historia inolvidable que nos dejó The Constant. Sí, en todo intercambio de argumentos sobre esta ficción nunca se pasa por alto ese episodio tan bonito que protagonizaron Daniel Faraday y Desmond Hume (brotha!), además de Penny, claro. Y que fue otra rallada completa. Hablando de Penny, el NOT PENNYS BOAT fue otro momentazo que se convirtió en uno de los gifs más compartidos de todo el interné.

Friki7La retahíla 4-8-15-16-23-42 y la cuenta atrás de los 108 minutos no desmerecían tampoco. Y para los que la vieron desde el principio me imagino que, cuando no sabían qué era Dharma y la veían más espaciada, debieron darle al coco en más de un momento del día. ¿Y con el perro? ¿Qué pasaba con Vincent? Pues que cada vez que había que buscarle se montaba un quilombo para alguno de los personajes. Nada extraño, por otro lado, aunque dicho objetivo sea imprescindible para acompañar cualquier explicación sobre LOST.

Pero la estrella es sin duda el final. En la charla que resalté al principio volvió el debate sobre si el purgatorio («Pues lo era», decía él. «Qué no», replicaba ella), que si todo era un sueño que ni los de Resines, o si simplemente todo resultaba una tomadura de pelo. O los que tiraban por la calle de en medio y eran rotundos: “Todos están muertos”.Friki6

Cuando el acontecimiento que provocó que nos levantásemos a las 6 de la mañana para ver el episodio final mal emitido por Cuatro hubo una confrontación entre dos bandos que yo no recordaba desde la de Villarriba y Villabajo: los que amaban el final y los que lo detestaban. Los primeros apostaban por “a mí también me gustaría terminar rodeado de toda la gente que aprecio”; los segundos respondían que “vaya gilipollez y mala manera de finalizar algo”. Y sí, los tacos son necesarios para expresar en su totalidad los sentimientos que generó LOST en determinados momentos.

En lo que sí coincidían es en el bajón de las dos últimas temporadas. Con ese John Locke poseído que a su vez embauca a Sayid. Donde de repente todos son malos. O en que muchas de esas incógnitas antes mencionadas se quedaban sin resolver. Algo que dado el devenir de la serie puede ser hasta comprensible, ya que Damon Lindelof y Carlton Cuse (antes fue JJ Abrams) quisieron meter tanto misterio que al final la serie rebosó. Y claro, ya era imposible dar respuesta a todo. Por esto no tienen ningún mérito, ya que no es el estilo Christopher Nolan, donde sí se busca un final que te deje loco y sin saber exactamente qué ha pasado. Así pasa en Origen o Memento, por poner ejemplos. Incluso en The Dark Knight Rises, donde sí, sabes qué está pasando, pero aun así te deja con la curiosidad y con un embrollo mental que ya quisiera Dinio de noche.

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Es igual a lo que pasó con Matrix. Cuando Matrix Reloaded estaba en los cines fui a verla, como cualquier adolescente con unos niveles de frikismo medio aceptables. Al salir, en el baño había dos tipos discutiendo a voz en grito qué había pasado en la película. Que eso era la realidad que nos esperaba. Un futuro próximo o lejano. Algo que ya vivimos y no nos damos cuenta. Máquinas espiándonos desde ya, a ti que lees esto ahora y a mí mientras lo he escrito, ocultas en el aire. Todo esto mientras yo estaba flipando e incluso creyéndome algo por lo crío que era y lo convincente que sonaba todo. La charla luego siguió con los amigos que me acompañaron a verla. Hubo hasta una referencia al mundo Pokemon, con eso os digo todo.

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Con todo esto, menos mal que los que me encontré en el aseo no habían visto Utopia. Qué habrían dicho de conocer una trama contra la población mundial con el fin de un supuesto bien común. Sin embargo, el caso de la ficción británica de Channel 4 no tiene nada que ver. Aquí al menos está claro desde el principio cuál es el objetivo. En Matrix hay robots volando a los que despistas si apagas las luces y en LOST un tipo que se convirtió en humo porque se cayó por un riachuelo después de que le matasen. No es lo mismo, no.

FringePor abreviar, montar una teoría conspiranoica sobre una historia ficticia es el éxito del guionista. Y es una manera sana de estimular la imaginación sin necesitar la metanfetamina de Heisenberg. Lo mejor de todo es cuando ves a cualquiera, incluso a mí, defendiendo que lo que pasó en tal serie o película es esto y no lo otro. Eso pasaba por ejemplo con Fringe y los universos paralelos, los portales o puentes y los poderes de Olivia Dunham. Ahí sí que había interpretaciones varias, y bien que las echamos de menos ahora. Qué buena era y qué pronto se la cargaron, ay.

En cualquier caso, presenciar cómo alguien abandera su propio argumento sobre algo que no existe debería pasar más. Aunque sin pasarse, que luego unos cuantos se montan religiones estrafalarias y ya la tenemos liada. Con moderación, como beber y trabajar.Friki4

Pero que nadie se sienta culpable por estimular la cabecita con posibles finales o destinos alternativos. A mí al menos me parece divertidísimo. Y más cuando me cercioro de que más de uno se lo creen y su mente ha absorbido todo lo que ha ido maquinando conforme veía la cinta o el episodio. Meterse en el papel tanto como para ver el final de Jack, Sawyer o Kate entra amigos con los sillones colocados como si estuvieses en un avión y con todo tipo de merchandising alrededor (basado en hechos reales) me parece hasta necesario en algún momento.

Por cierto, por otro lado están los que no han visto LOST. “No me llama demasiado la atención”, dijo otra compañera. Y hace bien. Para discutir locuras ya estamos otros. Aún tiene que haber gente normal en el mundo. Pero que la vea, ¿no?

PD: Un regalo para los que visteis Freaks & Geeks.