Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Archivo de octubre, 2013

‘How i met your Father’, el posible spin-off de Cómo conocí a vuestra madre

Los medios estadounidenses especializados en televisión no suelen fallar. Por eso hay que hacerles caso. Y es que todos los portales que tienen las series como prioridad no lo descartan: puede que tengamos spin-off (ficción creada a raíz de otra) de Cómo conocí a vuestra madre. En este caso, desde la óptica de una chica, y que se llamaría How i met your father (Cómo conocí a vuestro padre).

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La noticia parte de Deadline, que asegura que los dos creadores de la serie, Carter Bays y Craig Thomas, planean junto a la productora Emily Spivey (Up all night) este nuevo producto basado en la historia que llegará a su fin esta temporada y que ahora protagoniza Josh Radnor. La propuesta parte de la cadena CBS, que emite la original, y la idea sería prácticamente la misma, pero ahora con una mujer contádoles a sus hijos cómo conoció a su padre. Y no, no parece que los niños vayan a ser los mismos que los de Ted Mosby. Ya sería pasarse de cutre.

En este nuevo caso de explotar algo que ha ido bien, el elenco cambiaría por completo. No estarían los actores que protagonizan la original actualmente (el propio Radnor, Jason Segel, Cobie Smulders, Neil Patrick Harris y Alyson Hannigan). De ellos solo quedaría la presentación de los nuevos personajes en el último episodio de su novena temporada y quizá el bar, el McLaren’s, donde se desarrollarían algunas de las nuevas situaciones.

Como5Es decir, que la CBS quiere pegarse un tiro en el pie justo ahora que están logrando que Cómo conocí a vuestra madre tenga un final digno. Buscan sacar más tajada de un producto que durante sus anteriores cuatro años ha dejado mucho que desear, y que ahora está despidiéndose de forma acertada y volviendo a hacer reír a los que la vemos. Pero la pela es la pela, y eso es así en todas partes.

¿Le saldrá bien a la cadena estadounidense esta temeridad? No lo creo. Todo lo relacionado con Cómo conocí a vuestra madre está más que quemado. El desgaste es tal que todo lo que recuerde a ella será recibido con rechazo casi con toda seguridad.

Es una pena. Cuando parecía que su adiós iba a ser a lo grande, tras volver a engancharnos a todos semana a semana al recuperar su calidad de los primeros años, ahora la CBS tiene la penosa idea de sacarle aún más jugo. Allá ellos.

¿Qué os parece a vosotros?

El maltrato de Antena 3 a El Tiempo entre Costuras

Tener prejuicios hacia las series españolas no es sano. Yo los tengo, y es algo que asumo y admito. A la vez, he de pensar que si la ficción patria me genera rechazo por algo será. Llevo años tragándome bodrios insustanciales en los que no varía el esquema: intento de humor, con una familia o un grupo de compañeros de trabajo como elenco, situaciones disparatadas, chistes verdes y una dosis de drama inconexa con el resto. Si me pusiese a dar nombres me podría hacer otro post entero. Tiempo2

Encontrar que algo de aquí funciona hasta ser soportable, e incluso bueno, no genera satisfacción de primeras; más bien incredulidad. Pero claro, también depende de donde venga la historia. Y si procede de un libro que se ha convertido en un best seller quizá podamos tener una explicación. Aunque ser líder de ventas no garantice calidad alguna, ni en su versión literaria ni en su adaptación televisiva. Pero aquí sí. De todas maneras, las cadenas ya se encargan de restar lucimiento con sus penosas estrategias de emisión y publicidad. Sí, hablemos de El Tiempo entre Costuras y Antena 3.

Tiempo3Quería ver dos capítulos antes de lanzarme a reseñar la transformación a la televisión de la novela de María Dueñas, ya que uno solo podría hacer que inflase las expectativas demasiado o que la pusiese a caer de un burro sin darle otra oportunidad. Y la verdad es que me ha sorprendido gratamente. Aunque sin estridencias. El Tiempo entre Costuras está bien. Nada más. No es ni lo mejor que se ha hecho nunca, ni es aquella que reinventará el género en España. Es una buena ficción, cuidada, con una fotografía llamativa y unas interpretaciones correctas. Está bien y punto.

La original historia de una costurera que acaba en Marruecos por amor y que acaba siendo mucho más que una simple modista que Dueñas llevó a las palabras es igual de atractiva en el lenguaje de la tele. Los responsables de adaptarla, Iñaki Mercero entre ellos, se han esmerado en mantenerse fieles al espíritu de la historia original. Y eso se agradece mucho. Las localizaciones, el vestuario y los decorados hacen el resto: todo en orden. Nada resulta fuera de lugar. Salvo una cosa: su duración. Hacer capítulos de una hora y 20 minutos de duración es un dislate. Y más aún para las horas de emisión, con el episodio empezando pasadas las 22.30 horas y alargándose hasta casi dos horas después. Otra cuestión que aún tienen que aprender los responsables de antena y de ficción de este país.Tiempo5

De poner todo en su sitio se encarga Adriana Ugarte, de la que se puede decir que será la gran actriz española de los próximos 10 años. Su salto al extranjero parece inevitable, algo que le permite su buen hacer interpretando frente a la cámara. Esta chica, que puede hacer de niñata remilgada (como en Mesa para cinco), de noble transgresora de los años 20 (La Señora) e incluso de seductora y maquiavélica (películas malas como Combustión, pero ella destaca), se está convirtiendo así en la más reclamada por cualquiera que tenga un proyecto de ficción en mente. Ya se ha acostumbrado a cargar con el peso de las historias y de estar en todas las tramas. Y la verdad es que le sienta de maravilla.

El problema es que al resto de los actores no te los crees tanto. Partiendo de que en España hay actores buenísimos, aquí el casting no es lo mejor. De hecho, a un gran actor como Raúl Arévalo no me lo creí en el primer episodio. Sí lo hice con Elvira Mínguez, por ejemplo. El asunto mejoró en el segundo, pero no de forma completa. Menos mal que está Ugarte, que si no esto sería otro disparate; en este caso por culpa de un elenco mediocre y algo irregular.

En Antena 3 no saben vender

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Dejando claro que la serie está bien, hay que hacer un paréntesis para hablar de Antena 3. O del enésimo ejemplo de una cadena que no tiene ni idea de cómo se debe vender una serie. Con lo fácil que es ver cómo lo hacen en Estados Unidos o Reino Unido con un simple click en Internet. Pero aquí siempre hay que ir a contracorriente, ya que parece que creen que son más listos que nadie.

Para empezar, la han estrenado con casi dos años de retraso. El boom del libro fue por el 2011, y las audiencias, que ahora son escandalosas (más de 5 millones de espectadores), a lo mejor habrían sido superiores. Los retrasos por razones desconocidas la han traído hasta esta fecha. Algo que dudo mucho que haya gustado a los que se implicaron en la serie. El primer ejemplo de no saber cómo manejar una situación así de forma digna.Tiempo1

Luego están sus dos estrategias de sacar pasta a toda costa y que, al menos una, les ha salido mal. Esta es la de cobrar por ver los episodios en su web: a 72 céntimos cada uno, vendiendo la supuesta ventaja de poder verlo cuando se desea. Bien, habría que decirle a los responsables de esta idea que eso ya existe, y se llama descarga. Las críticas a Antena 3 y a sus cuentas de Twitter oficiales por abanderar esta forma de visionado no tardaron en llegar. Y menos aún se demoraron las descargas directas o vía torrent. La de tráfico que habrá perdido en su web la televisión de Atresmedia por plantear así un contenido de estas características.

Tiempo6La otra es la de meter anuncios cuando quedan cinco minutos de episodio, regresar, emitir otros dos minutos, y hacer otra pausa. Supongo que les pagarán mucho por hacerlo. Pero si quieren fidelizar espectadores no es la mejor estrategia. Por no hablar de los horarios de emisión. Acabar un episodio casi a las 0:30 de la madrugada es ahuyentar al espectador de la televisión y hacer que se busque otra manera de verla. Y esta suele ser la descarga. Pero allá ellos.

A pesar de todo, El tiempo entre Costuras hay que verla. Pero sin ver los resúmenes que han preparado, que te destripan o todo el capítulo anterior, o el próximo, o la serie entera. Hacer una recopilación de varios minutos es spoilear al máximo. Y en Antena 3 tampoco se han debido enterar de esto. Solo les queda aprender a mimar sus buenos productos. Pero esa parece una batalla perdida.

DISCLAIMER: Parece que Antena 3 ha rectificado con respecto a cobrar por ver los episodios en su web. Con el primer capítulo sí había que pagar. Ahora con el segundo ya no.

Jamie Dornan: de asesino en The Fall a Christian Grey en 50 sombras de Grey

 

Mucha gente se preguntaba el otro día quién era Jamie Dornan. El que será el nuevo Christian Grey en 50 sombras de Grey tras la renuncia de Charlie Hunnam (Sons of Anarchy) es poco conocido en España, si bien sí lo es en Reino Unido (donde nació) y en Estados Unidos. En este último país ya llamó la atención entre el público por su papel en Once upon a time, aparte de por sus años como modelo de ropa interior de Calvin Klein. Esta última faceta es la que más ha proliferado estos días por la red, ya que su foto en calzoncillos ha sido compartida a un nivel comparable a la de Barack Obama con su esposa tras ganar las elecciones estadounidenses de 2012.

The FallMás allá de que está muy bueno y de que su genética es perfecta, Jamie Dornan es otro de los que sufre el lamentable síndrome Di Caprio: que la gente solo se fije en su cara bonita y no en que es un excelente actor. Porque lo es. Estoy convencido de que lo hará muy bien en la adaptación de los libros de E.L. James (siempre que lo permita el argumento), tanto como lo habría hecho Hunnam, y que la gente se dará cuenta que el chico tiene muchas más cualidades que las percibidas a simple vista.

Donde Dornan demuestra su gran calidad interpretativa en la actualidad es en The Fall, una serie británica de suspense, algo truculenta, en la que comparte cartel con la mítica Gillian Anderson (Expediente X, Hannibal), esa criatura maravillosa. Un tándem de guapos en una ficción oscura e interesante en la que ella es la buena y él es malo. Y aprovechando la percha de la nueva aventura del actor norirlandés, hablemos de ella. Fall1

The Fall es una producción británica de BBC Two que trata sobre la investigación en Belfast de un asesino en serie que tiene un perfil de víctima muy concreto: mujeres jóvenes y atractivas, a las que asalta en sus casas cuando están solas. El psicópata en cuestión es Paul Spector (Dornan), un hombre casado y con dos hijos que trabaja como ‘consejero de duelo’; es decir, se dedica a hacer terapia con aquellos que han sufrido una pérdida y necesitan ayuda para afrontar su nueva situación. Las razones de Paul para matar se van descubriendo a lo largo de los cinco capítulos de su primera temporada.

Fall5Quien lleva el caso de este asesino es la detective Stella Gibson (Anderson), una mujer extremadamente bella, feminista, y con un efecto en los hombres del que es muy consciente (como le reprocha uno de los personajes) y que utiliza en su favor. Así, ella opta por acostarse con quien le apetece en el momento que quiera, para luego pasar o no de sus conquistas. Es decir, lo que es un estigma para las mujeres, a las que se insulta por hacer eso, pero que en los hombres resulta ser un logro. Pero a Stella le da igual y tiene respuestas de todo tipo cuando le preguntan sobre este tema.

La idea principal nos suena a todos: policía que persigue a asesino en serie, al que ya conocemos. Pero es el ritmo pausado, la estética y ambiente lóbrego, además de unas interpretaciones clavadas (como la de Archie Panjabi), lo que hacen única a The Fall. Cierto es que ha recibido acusaciones de ser lenta; y lo es. Pero todo se compensa por la forma tan atractiva en la que se cuenta la historia, así como en las tramas secundarias que acompañan a la principal para que los capítulos sean más llevaderos.3619467-high_res-the-fall.jpg

El trasfondo del IRA, al desarrollarse la trama en Belfast, está muy presente. Esto lleva a que algunos personajes pequen de pacatería ante algunas situaciones que provoca Stella Gibson. Los mismos que intentan ocultar la corrupción de los altos mandos policiales para salvar el cuello a sus irresponsables hijos, o que simplemente no quieren que se monte un espectáculo televisivo en torno al asesinato de mujeres con rasgos tan similares.

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The Fall es intrigante. No es entretenida, ya que requiere un ejercicio de inmersión en su argumento para que sea soportable. Pero sí es muy interesante, ya que es una idea completamente distinta dentro de un guión escrito miles de veces. Y eso es culpa de la ciudad donde se desarrolla y de la personalidad de los dos protagonistas, ya que tanto el asesino como la detective se parecen mucho en algunos momentos y nada en otros. La belleza de ambos también es un acicate, está claro. Y es que a mí al menos me vuelve loco Gillian Anderson; creo que no existe una mujer de su edad en el mundo de la ficción más estimulante.

Si estáis interesados en conocer al que será el actor de moda en cuanto se estrene 50 sombras de Grey, con The Fall tenéis una oportunidad. Porque no todos los guapitos de cara se quedan en posar bien ante la cámara de fotos. Jamie Dornan es muy bueno en su faceta interpretativa. Y aquí no hace precisamente un papel fácil.

La herencia de Los Vengadores de Marvel en Agents of SHIELD

¿Quién no ha querido ser un superheroe de pequeño? No somos pocos los que de críos soñábamos con tener poderes de algún tipo para convertirnos así en defensores de los buenos frente a la perfidia de los malos. Aunque lo que realmente deseábamos algunos era sumergirnos en el mundo Dragon Ball y ser Goku, o Son Gohan, e incluso fusionarnos como Trunks y Gotenks. Era otro tipo de heroísmo: el del super guerrero. Y nosotros nos flipábamos demasiado; aunque fuésemos unos niños. Agents

En la actualidad, lo que se estila es el héroe mediático. Ese que ha experimentado una reinvención a pesar de que lleva décadas apareciendo en los cómics y que ahora es el protagonista de filmes con presupuestos multimillonarios que resultan (al menos la mayoría) éxitos de taquilla. Ser guapo, agil y atlético suelen ser los requisitos mínimos para acceder a este selecto grupo de hombres y mujeres extraordinarias. Así lo ha dispuesto Marvel en el cine en estos últimos años. Por lo que era cuestión de tiempo que llegase una serie sobre la misma temática. Y aquí la tenemos: Agents of SHIELD.

Shi2Para los que como yo no tengáis ni idea de qué es la agencia SHIELD por no haber leído los cómics, se trata de una entidad secreta (obvio) que hace frente a todas las amenazas que se ciernen sobre la tierra. Una actividad más reforzada después de los acontecimientos de Nueva York que se cuentan en The Avengers, y con los que quedó claro que no solo existe vida en nuestro planeta (según Marvel, eh).

Antes de nada, y si os interesa SHIELD, deberíais haber visto The Avengers (Los Vengadores). No es imprescindible para poder ver la serie, pero sí muy recomendable para pillar varias referencias y momentos de la historia por capítulos. Yo ví el primer episodio sin tener ni idea de la peli, y ahí fue cuando me di cuenta de que debía gastar algo más de dos horas con ella. Más que nada para entender el universo Marvel adaptado por Joss Whedon. Y la verdad es que está a la altura de todo lo que me contaron: es entretenida y está muy bien hecha. Shi4

¿Está Agents of SHIELD al mismo nivel que la película? No, ni de broma. Pero tampoco se pueden pedir imposibles. Una superproducción de Hollywod no tiene parangón con una ficción que bebe de su misma historia. Algo que ocurre por varios factores, aunque el más importante es el elenco de actores. En la serie aparecerán en algún momento, supongo, algunos de los protagonistas de la película, como ya ha pasado con Cobie Smulders (Cómo conocí a vuestra madre) como Maria Hill y Samuel L. Jackson como Nick Fury. Pero eso se dará muy de vez en cuando, y los guiones no pueden depender de estrellas invitadas para desarrollar una historia.

Shi3Aun así, a mí me ha resultado entretenida y creo que, como le pasa a muchos, le voy a dar una oportunidad por la gran satisfacción que me ha supuesto ver The Avengers. Que quede claro desde el principio que es algo floja y no es tan adictiva como la otra serie de superheroes del momento, que es Arrow (que acaba de regresar y además en plena forma). Pero creo que hay que realizar un acto de fe con Joss Whedon y su buen trato de los superheroes de Marvel.

En Agents of SHIELD se cuenta la historia desde la óptica de la agencia dirigida por Nick Fury, y que delega en el agente Phil Coulson (Clark Gregg) para llevar a cabo las misiones más complicadas y confidenciales que existen. Coulson se rodeará así del super agente Grant Ward (Brett Dalton), su experto en intervención; la agente Melinda May (Ming-Na), encargada de pilotar el avión (también super, como todo aquí) en el que el equipo se desplaza e investiga sus casos, y que además es experta en artes marciales; los científicos Fitz (Iain de Caestecker) y Simmons (Elizabeth Henstridge), que de lucha saben lo mismo que yo pero que lo compensan con que tienen un cerebro tres veces más grande que el resto; y de Skye (Chloe Bennet), una hacker a la que reclutan para poder hacer frente a otros grupos que pretenden sacar a la luz sus actividades. Shi1

¿Qué pretende Whedon con esta serie? Dar protagonismo a los agentes terrenales de SHIELD, que no son ni Thor, ni Iron Man. Contar con el paraguas de la marca Marvel y una precuela cinematográfica como Los Vengadores le otorga un atractivo que muy pocas tienen, además de muy buena prensa de antemano. Y los guiones de hasta ahora a mí me han recordado a algunos casos de Fringe. Algo que está muy bien, ya que si nos cuentan asuntos cuasi creíbles en lugar de locuras absolutamente inconcebibles seremos muchos los que vamos a decir SÍ.

Ya he decidido que voy a apostar por ella. Lo que hagáis vosotros es otro tema. Pero, ante la duda, pensad en la herencia ‘vengador’.

Hostages o el timo de la supuesta ‘nueva Homeland’

Que estamos en los albores del fin de las ideas en el mundo de la ficción televisiva nos lo confirmó este jueves la NBC, cuando se conoció que había encargado un remake de Se ha escrito un crimen que estará protagonizado por la ganadora del Oscar Octavia Spencer. Sí, la misma que veíamos de vez en cuando en la tele en las tardes de los años 90, casi nunca de forma completa, y que trataba sobre una señora que investigaba y escribía sobre asesinatos que se producían en lugares a los que ella acudía previamente. Esto es una consecuencia de la enfermedad que asola a las cadenas, que ya no saben qué inventar para intentar agradar al espectador y dar un petardazo en forma de éxito televisivo. Eso lleva a que las novedades se vendan bajo la percha de su parecido con algo del pasado. De ahí que nos hayan vendido algunas como «la nueva LOST«, «la nueva Friends«, o la más reciente, «la nueva Homeland«. Hos1

Esta última fue la etiqueta elegida para Hostages (Rehenes en castellano), novedad de la temporada de la CBS que pretendía atrapar al público por medio de un argumento poco interesante y un elenco muy potente, con Toni Collette (United States of Tara) y Dylan McDermott (The Practice, American Horror Storyen cabeza. El planteamiento es simple: una familia es secuestrada en su propia casa por un grupo de delincuentes que les ponen como condición para dejarles libres que la madre, que es cirujana, se cargue a alguien durante una operación. Hasta ahí todo correcto. Bien, ¿qué es lo que pasa con la ‘nueva Homeland‘? Pues que es mala. Malísima. Un bluf. Y me paro aquí.

Hos4Hostages es lenta hasta el tedio, previsible hasta la saciedad y aburrida hasta el paroxismo. No hay ni un pizca de innovación en sus premisas, y tampoco existen giros que inciten a poner un capítulo más. Todo lo que ocurre en ella es plano y prescindible. Y ni Collette ni McDermott son capaces de salvarla, ya que se ven atrapados en esa espiral de despropósitos y perogrulladas que hiede la serie. Un timo, en definitiva.

Su trama se basa en una conspiración maquinada por parte de la Casa Blanca y agentes del FBI que, vaya sorpresa, se alían para aniquilar a un supuesto enemigo mayor de la forma más discreta y limpia posible. Todo muy normal.

Para ello qué mejor que preparar durante meses un seguimiento a una familia aparentemente inofensiva, con la idea de acabar reteniéndoles bajo su propio techo para obligar a la cabeza de familia a pisotear sus principios. Y ya de paso, les amenazamos de matarles y controlamos todos sus movimientos, a la vez que destapamos sus secretos. Todo para que nos teman por una razón u otra, y que no se atrevan a contarle nada a nadie y aún menos se les ocurra llamar a la policía, a la que casualmente también tenemos en nuestro bolsillo. Seguro que en algún momento, en el colmo de lo manido, se descubre que uno de los miembros de la familia está metido en el ajo. Hos3

Lo peor de Hostages es ese tufo a «esto ya lo he visto antes». Un sensación provocada por una retahíla de particularidades, como el ambiente o el tipo de personajes que conforman el argumento. Unos rasgos que fueron patentes en otro producto de dudosa calidad como The Following; al menos esta era algo más original en su idea madre. Pero es que ésta recuerda a todo lo malo de la serie de Kevin Bacon. A todo o más. Os lo aseguro a los que la estáis viendo: las hay mejores. Con ideas interesantes y que enganchan. Y que no son un refrito de despropósitos como ésta.

Hos2Y es que no falta nada en este Senado español. Tenemos a la esposa cornuda, al marido pone cuernos, a la hija con novio conflictivo y al hijo que tiene sus escarceos con el mundo de las drogas al relacionarse con traficantes de tres al cuarto que le amenazan con darle una paliza si no les paga lo que debe. De paso, el malo está pasando por un mal momento familiar, y sus compañeros de equipo son cada uno del perfil requerido para un grupo que ha de obrar junto: un inseguro con traumas infantiles, otro que hace todo lo que le dice el líder, y una chica que tiene más agallas que los otros dos juntos. Roles inéditos en la televisión mundial, sin duda.

Lo único bueno que extraigo de Hostages es que me permitió echarme una siesta el otro día. También que me ha recordado que antes existió una película con pinceladas similares que sí es imprescindible y nada aburrida: Funny Games (la austriaca, no la americana). Traerme a la mente esa gran historia de Michael Haneke sí hay que reconocérselo. Aunque lo que más le agradezco a sus guionistas es que ya no tendré que volver a verla y dedicaré más tiempo al resto de series. Una más para el contenedor.

El adiós de Jessica Lange tras la cuarta temporada de American Horror Story

Se lo ha dicho a Los Angeles Times en una entrevista: “Estoy llegando al final de mi carrera”. Jessica Lange, que regresó hace dos años al estrellato gracias a American Horror Story, ha anunciado que le quedan pocas cosas que hacer en el mundo de la interpretación y que tras la próxima temporada de la serie que protagoniza actualmente se retirará.

Lange3“Tengo una lista: otra obra de teatro, quizá una o dos películas, una temporada más de American Horror Story y eso es todo para mí”, es lo que ha dicho concretamente la actriz norteamericana de 64 años.

¿Por qué te vas, Jessica Lange? Su decisión significa varias cosas malas y unas pocas buenas. Empecemos por estas últimas, para intentar alegrarnos un poco. Por ejemplo, la más clara es que vamos a tener cuarta entrega de AHS protagonizada una vez más por la Lange. Es decir, que hasta diciembre de 2014 aproximadamente seguiremos disfrutándola. Otra cuestión positiva es que puede que haga dos películas en las que, previsiblemente, adquirirá roles importantes. Todo gracias a la importancia que ha recobrado en estos dos últimos años.Lange1

Ahora sí, los aspectos tristes. Una ganadora de dos Oscar que se recicló en el mundo televisivo como nadie lo ha hecho nos priva de su gran presencia en la pequeña pantalla. Como ella misma admite, AHS ha “revitalizado” su carrera, aun con situaciones extrañas para una mujer de su edad. “No estoy acostumbrada a que la gente joven piense que soy interesante”, le ha respondido al LA Times sobre algo evidente: es la mujer mayor más bella que existe en la ficción actualmente. Y los jóvenes tampoco somos tontos. Y la otra pregunta: ¿seguirá la serie sin ella?

Lange2Pero lo que más nos preocupa a todos es qué va a pasar con AHS cuando ella no esté. Es cierto que eclipsa a todos, que es la auténtica ‘mamá’ (o ama) de la serie, y que lo hacen tan condenadamente bien que es imposible imaginársela sin ella. Pero toda mamá tiene su hija. Ahí es donde entra Sarah Paulson, cuyo destino como protagonista de la serie de Ryan Murphy parece evidente tras ir aumentando su crédito y la calidad de sus actuaciones.

Sobre este último, Lange asegura que le conocía por su reputación (“no he visto Nip/Tuck ni Glee”) y que Murphy le encantó. De esa forma llegó hasta la serie ahora de brujas, y antes de casas encantadas y manicomios. “Me gustaba ser querida”, ha revelado la actriz norteamericana sobre este interés del showrunner de AHS.

En cualquier caso, Jessica Lange se irá. Y seguro que por la puerta grande. ¿Empeorará American Horror Story sin ella? No lo creo. Lo que es indudable es que la echaremos en falta. Y lo más importante: ¿continuará la ficción sin su presencia? Veremos.

The Walking Dead nos enterrará a todos

El otro día estuve en una charla sobre Transmedia. Una disciplina que según Wikipedia consiste en «contar una historia a través de diversos medios y plataformas de comunicación». O lo que es lo mismo: una serie que traspasa la televisión y logra montar una colección de productos alternativos sobre ella misma. A esta definición llegué gracias a lo que comentaba la gente en Twitter sobre la mesa redonda que estaba teniendo lugar. Y menos mal que estaban ellos, porque los cuatro supuestos expertos no permitían sacar nada en claro con sus discursos complicados y poco pedagógicos. Cada uno fue, como bien apuntaron, a hablar de su ‘libro’.

Cambiate YA la camisa, Rick, por favor

Cambiate YA la camisa, Rick

Aun así, me sirvió para descubrir un nuevo concepto que puede explicar la supervivencia televisiva de algunas ficciones. Es el caso de The Walking Dead, que a pesar de las críticas de aburrida que recibe cada año se mantiene inamovible de la parrilla de AMC. Y todo gracias a una legión inquebrantable de fans que van más allá de desear un capítulo. Algo fácil cuando tienen disponibles los cómics originales de Robert Kirkman y Tony Moore, los videojuegos o todo el merchandising que genera este ejército de zombis que buscan comerse a unos pocos humanos.

La serie protagonizada por Andrew Lincoln y que ahora lidera Scott M. Gimple como showrunner regresó el domingo pasado con unas cifras de audiencia escandalosas: más de 16 millones de personas vieron el capítulo de estreno de su cuarta entrega. Es decir, fue el programa no deportivo más visto de la historia del cable estadounidense (incluso superando a High School Musical).

Todo el que la vio se pudo percatar de cómo la trama continuaba la línea marcada por el final de la tercera temporada, con la nueva vida en la prisión tras la desaparición del Gobernador y la reconstrucción de la comunidad liderada por Rick. Y como debe ser, esta aparente vida feliz que mantienen los ahora habitantes de la cárcel abandonada se verá truncada por sus némesis: los zombis.Walking3

A mí The Walking Dead me aburre. Y eso que le reconozco una notable mejoría en los estertores de la tercera temporada. Pero esto no exime de los momentos de sopor gratuitos que nos ha traído desde que fue estrenada en 2010. E incluso así no me atrevo a decir que sea mala, ya que la idea está muy bien planteada y las actuaciones son irreprochables; simplemente no me engancha. El problema que tengo es que ni por esas me atrevo a dejar de verla y me dejo arrastrar por su marea de seguidores que la califican de «espectacular» o «buenísima». Tampoco se me pasa por la cabeza intentar convencer a alguien de que es mala para así tener a alguien de mi lado e iniciar una cruzada para eliminarla de la rutina semanal; estoy loco, pero no soy (tan) tonto.

Walking2El público que la ve como un simple entretenimiento, que suele ser bastante más inteligente que los que debemos echar un ojo a todo (ya que es más selectivo), tiene su parte de razón. The Walking Dead tiene de todo: acción, drama, amor y hasta humor. Su trama, un mundo en el que todo el que muere se transforma en zombi en el que tratan de subsistir pequeños grupos de personas, no puede ser más atractiva ante los ojos del espectador. Tampoco da miedo, lo que la hace soportable para casi todos; y el punto gore es el justo. Y lo más importante: salvo que hayas leído los cómics, no sabes qué va a pasar. Aquí puede caer cualquiera en el momento más inesperado. Y si no, haced una búsqueda en Google con el nombre de un personaje, seguido del título de la serie, y descubriréis cuál es una de las búsquedas sugeridas para todos los miembros del elenco.

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La curiosidad por saber qué pasará con Rick Grimes, o si llegará a cambiarse esa camisa roñosa que da asco verla, nos mueve a seguir viéndola. La madurez violenta de Carl (Chandler Riggs), también; las relaciones en la prisión y los nuevos personajes, con la próxima incorporación de Michael Cudlitz, se suman a esas razones. Tampoco queremos quedarnos sin saber dónde anda el Gobernador, qué está tramando, y cómo reaparecerá en la vida de los protagonistas. Mientras que, por otro lado, ya ha quedado claro que Daryl (Norman Reedus) y Michonne (Danai Gurira) continuarán siendo los personajes más atractivos y geniales, siempre y cuando no se los carguen. En definitiva, nadie sobra aquí. Sobre todo porque ninguno está a salvo.

Walking4Lo reprochable es la ejecución de los guiones. Solo pasa algo al principio y final de cada episodio. El resto simplemente sobra. Un extremo sobre el que se podría decir que hay unanimidad, aunque esa moralla argumental sea imprescindible para sus pocos momentos de tensión en los primeros y últimos cinco minutos. Sin embargo, que se pueda permitir una historia más pausada en el desarrollo de cada capítulo no quiere decir que se deba caer en el aburrimiento. Y aquí pasa con asiduidad.

Entre mis miedos sobre The Walking Dead está que nos acabe superando y que aun así se siga emitiendo. Que todos nos cansemos y los capítulos no paren de salir cada año. Una posibilidad que visto su bagaje se cumplirá. Me temo que logrará enterrarnos a todos. Y eso será culpa de sus incondicionales, refractarios ante una hipotética cancelación.

Lo único que hay que exigirle a los guionistas es que la serie sea entretenida en sus 43 minutos, no solo durante 10. Puede que a muchos les baste con eso, pero a mí no.

Sin límites del humor en The Michael J. Fox Show

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No hay nada peor que un defensor de los llamados ‘límites del humor’. Que alguien haga una broma sobre una desgracia en Twitter y se le echen encima innumerables personas ya es habitual. Porque, como todos sabemos, la gente se ofende más por el comentario que alguien que ni conoce hace en Internet que por el desmantelamiento del sistema público que se produce en la actualidad. Es más importante desearle la muerte al que hace la coña que no tomárselo a la tremenda. ¿No será más desagradable la persona que realiza un acto determinado contra otras personas o que no presta ayuda en situaciones difíciles? ¿O hay que ir a por el que hace la gracieta? Sirva esto de reflexión inicial para lo que viene a continuación.

Sobre Michael J. Fox se han hecho multitud de bromas en forma de tuit o gif por el párkinson que padece. Y estoy convencido de que él no se preocupará porque se haga escarnio de su enfermedad, ya que es un tipo inteligente y sabe que la gente en Internet puede decir cualquier cosa y que ciertos comentarios no hacen daño. Lo hacen los que se ofenden por esto. En lugar de eso, el actor norteamericano ha decidido que ya que está enfermo el que va a hacer las bromas sobre su dolencia va a ser él mismo. Es parte de la base de la que parte The Michael J. Fox Show, la única comedia de estreno que está gustando realmente.Jfox2

La historia trata sobre el día a día de Mike Henry, un expresentador de noticias que se retiró para estar con su familia cuando le diagnosticaron el párkinson. Esta situación dará lugar a momentos cargados de hilaridad en los que intervienen los que conforman el hogar: su mujer agradable y responsable; sus tres hijos, que son un exuniversitario que quiere ser emprendedor, la adolescente que sigue en el instituto y el pequeño que solo quiere jugar con su videoconsola portátil; además de su hermana, que está con ellos prácticamente todo el día para atenuar la falta de cariño de no tener una pareja estable. Él intenta estar pendiente de todo y de todos, pero ellos lo que quieren es lo contrario: que vuelva a trabajar para poder hacer sus vidas de forma independiente sin tenerle detrás todo el rato.

Jfox1Sin resultar un éxito por el momento, ya que con cinco capítulos no se puede aspirar a relevar a 30 Rock, sí está consiguiendo atrapar muchos; a los que tenemos que ver todo, a los que ven unas pocas, o a los que simplemente han sentido curiosidad por ver qué ha sido de su ídolo de Regreso al futuro. Y todos nos hemos encontrado con un producto cuidado, dotado de un humor inteligente y que no busca en ningún momento la risa facilona. Porque a pesar de que el argumento es el típico de una comedia familiar, aquí la NBC sí ha dado con la tecla en cuanto al protagonista y el resto del reparto. Y los guionistas han logrado hacer algo totalmente distinto y que en la forma se destapa como novedoso.

No se trata de la comedia en la que los personajes hacen chistes o son tan especiales que acabas riéndote de su ridiculez. Lo que propone es aún más simple: situaciones cotidianas que te sacan una sonrisa por lo identificado que te puedes llegar a sentir dada su naturalidad. Y de las que de primeras no te reirías si te pasasen a ti, sino que lo harías a toro pasado.Jfox3

La inteligencia es el rasgo más destacado de The Michael J. Fox Show, con las ocurrencias del propio protagonista o de su hijo mayor Ian (Conor Romero); de su mujer Annie (Betsy Brandt, Breaking Bad), que ha de lidiar con tres niños que son muy distintos entre sí; con la vida complicada de Eve (Juliette Goglia), la hija adolescente de la familia que no acaba de encontrar su camino; o también por el caso particular de Leigh (Katie Finneran), la hermana de Mike que es una escritora venida a menos a la búsqueda de la eterna juventud y que en realidad es una mujer ridícula que no asume el paso del tiempo.

JFox4A Graham (Jack Gore), el niño pequeño de la familia hay que dedicarle espacio aparte. Ese crío que es con el que más te ríes. Un rol que se suele reservar a este tipo de personajes casi siempre para aprovechar el potencial de inocencia y pureza que caracteriza a un chaval de menos de 10 años. Pero es que este es un auténtico genio y dan ganas de llevárselo a casa. Aunque sería un gamberro insoportable en cualquier hogar, con momentos como el de las tres frases que hay que decir a las mujeres. Lo dicho: si te pasa a ti, no te resulta tan gracioso. Pero es que ocurre la mayoría de veces, y acabas diciéndole a la serie: “esto me suena”.

Todo parece estar ideado para aprovechar la condición de enfermo de párkinson de J. Fox. O al menos esa parece la premisa. Pero esto se olvida y se asume como algo más. No se trata de forma especial al protagonista porque esté así, sino que se hace desde una óptica que no es otra que su pasado como estrella televisiva. Tampoco se ridiculiza esta terrible enfermedad, pero sí se hacen chanzas sobre ella. Los guionistas se pasan los ‘límites del humor’ por donde todos estáis pensando y prefieren ser valientes. Aunque sea con uno de tipo blanco, dejando de lado el ‘negro’ y cruel aunque fuese más gracioso.

Hay que darle todas las oportunidades del mundo a The Michael J. Fox Show. Por su armonía y su arrojo. Y más cuando estamos tan necesitados de comedias que cumplan con su deber: hacer reír y generar buenos ratos. Un rasgo que no abunda.

Supuestas comedias con las que no perder el tiempo: The Crazy Ones y Hello Ladies

 

El inicio de la temporada televisiva está siendo para olvidar. Es el año donde la nula calidad y los malos argumentos han ganado a las grandes ideas en la lucha por un hueco en la miríada de la parrilla televisiva actual. Esta victoria de Grecia en la Eurocopa aplicada a las series ha traído comedias que apuntaban a mucho por la gran importancia de sus protagonistas. Y que han resultado ser un truño que no aportan nada y no hacen gracia. Porque un producto cómico puede que no te haga descoyuntarte de la risa. Pero como poco tiene que ser inteligente y tener sentido. Y ni Hello Ladies ni The Crazy Ones responden a esa descripción. Crazy1

Por empezar por la que quizá tenga más prensa, The Crazy Ones es el enésimo ejemplo de la política de NBC por elegir a exestrellas del cine para lanzar series con la idea de que el actor o actriz conocida de turno tire del carro y la consolide. Aquí Robin Williams es una caricatura del gran cómico que ha sido y será siempre.  Un señor que ha marcado nuestra infancia con películas como Señora Doubtfire o Hook, entre muchas otras, ahora demuestra una decadencia inesperada e inaudita en alguien de su categoría.

A Williams le acompaña Sarah Michelle Gellar, que siempre será Buffy como Aznar es líder del PP en la sombra, y no acierto a encontrar una conexión entre ellos que me lleve a decir «aquí hay química». Ellos son los jefazos, él histriónico y ella responsable y abnegada, de una agencia de publicidad aparentemente exitosa.

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El resto del reparto lo conforman James Wolk (Bob Benson en Mad Men), que es el guapo del trabajo que acaba liado con todas; Hamish Linklater (Jerry Dantana en The Newsroom), o ese del que todo el mundo pasa y no se sabe muy bien qué pinta; y Amanda Setton (una de las siervas de Blair Waldorf en Gossip Girl), la asistente mona y algo atolondrada del resto de protagonistas.

En The Crazy Ones se nota el interés por el ambiente, localizaciones y decorados. Pero no hay leit motiv. No existe un hilo para la historia, ya que en cada capítulo lo que ocurre es distinto y no tiene nada que ver con el anterior. Y eso, que quizá podría ser una virtud, aquí no lo es. Cualquier comedia que se precie debe tener una línea argumental por muy fina que sea.

A pesar de todo lo que admiro a Robin Williams, su serie no hay por donde cogerla. Ni da ganas de ver más capítulos. Por lo que una más que se va al cajón de los descartes. A lo que no puedo esperar es a la traducción al castellano del título. Miedo me da.

No eres gracioso, Stephen Merchant

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En cuanto a Hello Ladies, partiendo de la base de que Stephen Merchant no me parece gracioso, se podría decir lo mismo de manera distinta. Y más agresiva. Todo porque no alcanzo a comprender qué le pasa a la HBO con las comedias. Les cuelan cada despojo… Al menos en la ficción de la NBC existe algo de dignidad en las interpretaciones y los guiones. Aquí ni por asomo.

Aquí Merchant es Stuart, un británico que no se come una rosca y que ahora que vive en Los Ángeles se cree que va a terminar en la cama con gente de Hollywood. Que sea feo, torpe para relacionarse, desgarbado y desprenda olor a Eau d’perdedor quizá influya algo en que ninguna mujer se fije en él. Digo yo, eh. Si al menos sus nulas habilidades sociales hiciesen gracia; o si los secundarios tuviesen vis cómica alguna, en lugar de ser fatuos, a lo mejor podríamos llegar a algo. Pero va a ser que no.Merchant2

Esto es Hello Ladies: una ficción que pretende ser una comedia y se queda en ridiculez. Y que va de cómo un tipo desesperado intenta ligar a pesar de todas sus carencias, que quedan a la vista con cada paso que da o cada palabra que sale de su boca. Para friki gracioso y desagradable a la vez que entrañable ya tenemos a Sheldon Cooper.

En definitiva, es aburrida, antihumorística e incluso indignante. Esto último por mala que es. Pero bueno, qué le importará a Merchant todo esto mientras tenga los millones que ganó cuando era compañero de correrías de Ricky Gervais.

La reconciliación con el mundo en Downton Abbey

Spoilers. Si no la has visto, ¿a qué esperas?

De entre todas las maravillas que llegan desde Reino Unido, que viene a ser la Thiago Alcántara de las series por el presente y futuro tan prometedor que ofrece, las que están ambientadas en el final del siglo XIX y principios del XX suelen contar con la mayor aceptación entre el público. Y todo porque no paran de proliferar.

La última en aparecer ha sido Peaky Blinders, una de gangsters en el Birmingham de los años 20 protagonizada por Cillian Murphy (Origen, Red Lights), y de la que hablaremos aquí proximamente. Pero si nos tenemos que ir a la pionera, a la que revolucionó por completo la televisión británica, no podemos desembarcar en otra que no sea Downton Abbey. Fui de los que tuve la suerte de descubrirla en su génesis, ya que estaba en Londres cuando la estrenaron. Sus carteles promocionales llenaban las estaciones de metro de toda la ciudad. Y no era para menos. Downton2

Este mundo de nobleza y criados creado por Julian Fellowes ha enamorado a millones de personas en todo el mundo, y ha inspirado otras ficciones en otros países, como Gran Hotel en España. Con su nueva temporada, la cuarta, intenta superar la marcha de dos de sus protagonistas sin que la calidad mostrada hasta ahora se resienta. Y así está siendo en los episodios emitidos hasta ahora.

Downton5Que sea una serie tan coral le permite que (casi) nadie sea imprescindible, por mucho que echemos de menos a Sybil y Matthew. Porque es imposible olvidarlos, y Fellowes no pretende que sea así. De hecho, permanecen aún ‘vivos’ en las tramas de los capítulos, como en este triunvirato sobre el futuro de los terrenos de los Grantham que forman Lord Robert, Lady Mary y Branson. Este último ya parece haberse adaptado a su nueva vida entre los ricos, y eso que al principio casi simpatizaba con el IRA. Pero su cambio de actitud no resulta forzado y es completamente creíble. Algo influirá su hija. Mientras, la sufridora de esta entrega por su reciente viudedad acabará recuperando su importancia. Aunque a veces resulte algo insoportable.

La marcha de unos provoca que otros adquieran más protagonismo de forma indefectible. Aunque sean los más odiados. Es el caso de Lady Edith, alias la fea para muchas madres que conozco. Para mí es simplemente La mojigata que ahora está pasando a ser La que se va a llevar la próxima hostia amorosa. Y es que «suerte» y «Edith» en la misma frase no casan. No hay quien se crea que esta chica rubia poco agraciada que vive a la sombra de su hermana Mary (ojalá se recupere ese odio entre las dos) vaya a prosperar más allá de Downton. Por muchas columnas que escriba en los periódicos de la época. Esperemos que al menos siga dando juego.Downton3

Una importancia adquirida por sus hijas que repercute en la de Cora Crawley, que fue la pupas oficial de la anterior temporada tras su enfrentamiento con Robert y la muerte de Sybil. El papel de Elizabeth McGovern fue perfecto, pero su rol está tan limitado que no le permite adquirir más poder argumental en el devenir de la serie.

Downton Abbey Season 4 Filming in OxfordshirePara esto ya están los sirvientes, que nos hacen reír y llorar a partes iguales. La bonita relación entre Bates y Anna, con tantos obstáculos en el camino, ha regalado momentos muy agradables para cualquiera que sepa admirar una gran ficción como esta. La perfidia de Thomas, que tras la marcha repentina de O’Brien anda a la búsqueda de una nueva compañera de vilezas (y todo apunta a que será la nueva doncella de Lady Cora) con la que desesperar a casi todos y engañar a unos pocos. Los mayordomos seguirán peleándose por las asistentes de cocina de la divertida señora Patmore, que tanto recuerda a algunas abuelas cascarrabias a la vez que adorables.

Aunque lo más entrañable seguirá siendo la retrospectiva sobre Carson, del que ya empiezan a aflorar detalles sobre su vida anterior a ser el mayordomo principal de Downton. Para ayudarnos a descubrir más ya está la señora Hughes, que parecía tan dura al principio y ahora es imposible no adorarla por su bonhomía. Y no me digáis que no estáis esperando como yo que ambos acaben liados, para que disfruten un poco de esa sensación indescriptible que supone compartir tu vida con alguien.Downton4

Sobre Maggie Smith creo que está todo dicho. Quizá sea ese «casi» con respecto al «nadie es imprescindible». Su socarronería la hace única. Y esa agilidad mental no la tiene nadie. Gran parte del éxito de la serie es su culpa, y menos mal. Porque reírse tanto con esta historia tan elegante solo es posible gracias a la condesa viuda de Grantham, que acapara los momentos más agradables.

Downton1Todo lo anterior, y mucho más, conforma la gran serie de época que es Downton Abbey. Un producto que cualquiera con dos dedos de frente mimaría y querría conservar, ya que además de audiencia te concede prestigio. Pero aquí en España preferimos ir a contracorriente. Es el caso de Antena 3, que la emite y que no tuvo la vista suficiente para programar el especial de Navidad en el que pasan algunas cosillas. Minucias, sí. Tonterías como la muerte de uno de los protagonistas y que supone un giro de 180 grados para la historia que se estaba contando en la tercera temporada. Y luego se preguntan por qué vemos las series en Internet.

Downton Abbey es el plan perfecto para cualquier día. Pero si tuviese que elegir un día, imaginándome que tengo un horario normal de trabajo o estudio, optaría por el domingo. Un día de relajación, en el que solo apetecen manta y sofá. La jornada perfecta para reconciliarte con el mundo antes de volver a caer en la rutina. Y a eso pueden ayudar mucho estos simpáticos nobles y sirvientes británicos de los años 20 y 30.