Plan con niños (y perros) por Madrid: Parque Europa, en Torrejón de Ardoz

Cuando te quedas en Semana Santa anclado en Madrid con los niños, hay que buscar planes con ellos. Más aún si caen días de sol espléndido que invitan a tener el cielo por sombrero. Ya os conté que estuvimos creando y buscando huevos de Pascua. También aprovechamos para visitar un parque que hacía mucho tiempo que teníamos pendiente conocer y del que mucha gente con diferentes gustos me había recomendado: Parque Europa, en Torrejón de Ardoz.

Allí estuvimos el pasado jueves. Y nos gustó mucho, la verdad. Es un sitio extenso, 190.000 metros cuadrados que no se pueden pretender recorrer en una mañana o en una tarde con niños pequeños. Si se opta por la opción de pasar todo el día, tiene una amplia zona de merendero, dentro del parque hay puestos de bebidas, helados y comida rápida tipo perritos calientes y bocadillos y hay restaurantes cercanos para los que prefieran comer sin preocuparse por las avispas. Pero incluso pasando el día entero, invita a repetir. Nosotros desde luego repetiremos, porque nos quedaron cosas por ver, muchas por hacer y por otras pasamos a toda velocidad.

Vayamos al lío. ¿Qué es Parque Europa? Se trata de un parque municipal, de acceso gratuito, que tiene dentro replicas de diecisiete monumentos europeos: la puerta de Brandenburgo, el Manneken Pis, la plaza de Europa, un teatro griego, el Atomium, la plaza de España, la puerta de Alcalá, la Sirenita, la torre de Belém, un barco vikingo (un trozo al menos), el puente de Londres, la Fontana de Trevi, el puente de Van Gogh, el David de Miguel Ángel, molinos holandeses, la torre Eiffel y las Tres Gracias. Al final del todo os dejo un plano, para que os hagáis una idea de lo que hay y por dónde anda.

También tiene un fragmento original del muro de Berlín, una cascada artificial, miradores, templetes y ejemplos de casas típicas de las distintas regiones de España (uno de los detalles que más me gustó). Hasta ahí lo gratuito.

Luego hay actividades que toca pagar , la gran mayoría pensadas para los niños: tirolina, un lago navegable (y un minilago para los niños), tiro con arco, camas elásticas, laberinto láser, minigolf, bolas acuáticas, tren eléctrico…

De lo que había de pago solo entramos en ‘La mujer gigante’. Por 5 euros los adultos y 4 los niños dedicas quince minutos a recorrer el interior de una mujer realizada a gran escala (23 veces el tamaño de una mujer de 1,65) para conocer el funcionamiento del cuerpo humano, viendo latir su corazón, cómo respira y descubrir que está embarazada. A Julia le gustó mucho, pero ahí sí que digo que no invita a repetir. Vista una vez, no merece la pena volver a pagar nueve euros.

También hay una hípica infantil, en realidad un pequeño circuito circular y vallado. Por lo que vi tenía mucho éxito porque caballos y ponis siempre lo tienen con los niños, pero aquello sí que me gustó menos. Tener a esos animales dando vueltas al redil con aire resignado es algo que, a mí particularmente, me entristece y preferiría que no estuviera.

Y me quedo sin opinar aún respecto a Fauna Aventura, que no nos dio tiempo a verlo. Es un circuito de pago en el que, según informan en la web del parque, “se pueden visitar diferentes animales, acariciarlos e incluso asistir a diferentes exhibiciones de rapaces o serpientes. En el circuito, que tiene capacidad para 150 personas, aunque en un futuro se ampliará hasta las 250, habrá una veintena de animales. Entre ellos linces, lémures, canguros, armadillos, serpientes, kinkajú, puercoespín, un cachorro de tigre, cabras africanas, ciervos, tortugas gigantes, boas, pitones, aves rapaces o cuatíes, entre otros”.

Parque Europa está limpio, cuidado, en buen estado. Por megafonía no dejan de recordar las normas de uso y hay bastante vigilancia. Este mes de septiembre hará seis años de su inauguración (crearlo costó entre 12 y 15 millones de euros) y se nota que a muchos de sus árboles les queda bastante por crecer. Cuando hayan alcanzado todo su desarrollo el parque mejorará.

Abre a las diez de la mañana y el horario de clausura oscila entre las ocho de la noche y la 1 de la madrugada en función de la temporada del año y de si es o no fin de semana o festivo. Para los espectáculos en la fuente cibernética y el circo infantil también conviene consultar horarios.

Y además es uno de los pocos planes que pueden compartir niños y perros (obviando las salidas campestres puras y duras). Resulta un paseo agradable y divertido para ambos. E igual que los niños tienen una pequeña zona con atracciones, los perros disponen de dos espacios (para otros grandes y pequeños) para estar sueltos con algunos obstáculos de agility y bebederos.

En definitiva, que merece mucho la pena. Puede ser un plan lowcost estupendo si nos limitamos a pasearlo, que no es poco. Tanto para los que vivimos en la Comunidad de Madrid o cerca, como para los que vienen de visita desde otros puntos de España, si es que tienen tiempo.

Por cierto, el parking cuesta tres euros medio día y seis el día completo y conviene ir con el dinero justo en mano, que el día que nosotros fuimos las máquinas no daban vueltas ni admitían tarjetas.

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